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Ni siquiera abrí los ojos y sonreí al sentir como unos brazos me rodeaban fuertemente, sin hacerme ningún tipo de daño, me acomode aún mejor, nos habíamos quedado en el auto, el cual realmente no era nada molesto.

Abrí mis ojos y levanté mi rostro, observando el de el, y su hermoso perfil, sus labios suaves, sus ojos tan llamativos, que por el momento se encontraban cerrados, simplemente era perfecto.

─Bonita, que te encanta verme demasiado, pero creo que tienes una pequeña obsesión.─ hablo, tomándome por sorpresa.

─¿Quien dijo que te estaba viendo? Eso es mentira.─Cerre mis ojos rápidamente, escondiendo mi rostro en su cuello. ─ Ni que estuvieras tan guapo..

─¿Disculpa? Cariño, soy todo un premio.─ Rei al escuchar su voz ofendida, y antes de que pudiera molestarse de verdad hablé.

─Sí, lo eres.─ Me abrace más a su cuerpo, sintiendo esa calidez en mi pecho, ese sentimiento de protección que solo el me hacía sentir.

─¿Tienes hambre? Puedo llevarte a desayunar ¿Dónde quieres ir? Elije el lugar que quieras, el que desees. ─Hablo rápido, y con nerviosismo, sabía el por qué de su comportamiento.

─Tom... Sabes que tengo que irme.─ hablé, levantando mi vista hacia la de el, observando como me daba esa mirada, esa por la que cualquiera moriría.

─Maddy por favor, eres legalmente adulta, puedes hacer tu vida, si vienes conmigo prometo tratarte de la mejor manera, tendrás todo lo que quieras, y más si lo deseas.

─Tom, no estoy dudando de ninguna de tus palabras, pero tengo una hermana pequeña, no tengo corazón para dejarla con mis padres, no sabiendo cuál sería su comportamiento con ella.

─No tengo ningún problema con que ella también venga con nosotros, Bill la adora, me habló muy bien de ella, Maddy por favor..

─Solo dame tiempo ¿Si?─ hablé, y acaricie su mejilla, me sorprendí aún más cuando sentí como mi mano era apartada rápidamente.

Me aparto de su cuerpo, y ambos quedamos sentados en el asiento, sin decir una palabra salió del auto, me quedé paralizada por unos momentos, observe por la ventana y lo mire, estaba serio, y en su mano derecha ya hacia ahí un cigarrillo prendido, el cual después de segundos lo llevo a su boca.

Salí del auto y camine hacia el, abrazando su cuerpo por detrás, no hubo ninguna reacción de su parte, ¿Estaba molesto por nuestra conversación?

─Tom...─Le llame, pero no respondió. ─Tom..─siguio ignorandome completamente. ─¿No responderas?

Me aleje y camine hasta quedar enfrente de el, subí mi mirada por la obvia diferencia de altura, y el seguía sin voltear a verme.

─No fumes tan de mañana, te hará mal.─ hablé, intentado recibir aunque sea una mala mirada de su parte. ─¡Tom por favor! ¡Ni siquiera se por que estás molesto!

─¡¿No lo sabes?! ¡¿Maddy realmente no lo sabe?!.─ su voz salió fuerte y demandante, haciendo que diera un paso hacia atrás.

─No, si habláramos de forma sibilizada tal vez sería diferente.

Observe como apagaba el cigarrillo, y su mandíbula se tensaba, estaba enojado, y luchaba con todos sus demonios para no estallar ahí mismo.

─Te llevare a tu casa, no quiero hablar.

─¡¿No quieres hablar?! ¡¿Esa es tu solución para esto?!

─¡Carajo, lo he intentado, he intentado comprenderte! Pero se me hace dificil entender el cómo rechazas la mejor oferta de tu vida, Maddy te estoy pidiendo que vengas conmigo, si quieres hasta a tu hermana puedes traer. ¡Y tú ni siquiera sabes darme una respuesta en el momento!

Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora