Esperar sólo unas cuantas horas a que llegara el mediodía, fue lo más eterno.
Sentía que los minutos eran tan largos, que las horas pasaban tan lento y que nunca llegaría ese tiempo.
Llegando el mediodía (12:00 p.m) salió de su oficina, lista para saber y enfrentar lo que se le viniera, aunque no era agradable sentir esa sensación de preocupación.
Podría estar talvez, en un problema..
En lo primero que pensaba, era en sus hijos...
No sabía que iba a hacer si el resultado era positivo, no es que fuera la cosa más espectacular que le pasara en ese momento de su vida.Él no era un problema...
Pues, su marido iba a ser más contento si todo salía como lo imaginaba, no era un problema pensar en cómo podría reaccionar, o que pensaría, porque ya se lo imaginaba.
Así que, fuera lo que Dios quisiera.
- Buenas tardes - pasando al pequeño espacio blanco..
- Siéntese, por favor - señaló
- ¿Confirmamos? - Mientras mencionó esa palabra, sintió que en cualquier momento dejaba de hablar por los nervios que se cargaba.
Era complicado.
- Señora - suspiró - La buena noticia es, que se encuentra muy bien de salud - ...
- ¿La buena? - frunció
- Tranquila, la otra no es mala -
- Bueno, pues hable - iba a escuchar lo que talvez temía escuchar..
- Lo otro, es que confirmó su duda - sonrió - tiene 3 semanas de embarazo, un embarazo del cual debe de cuidar - advirtió
Sólo veía el mundo de colores, como que nada era lógico, real.
- ¿Está bien? - se levantó para dirigirse a ella
- Tome un poco de agua -- Me lo esperaba, pero al mismo tiempo no - bebió
- Entiendo - se dirigió a su vieja posición. - No debe de ser fácil, pero por el bien de los dos, trate de estar de lo más tranquila -
- Claro - seguía en trance.
- Necesito tomar aire, muchas gracias por todo.- sin más que decir, salió del lugar en dirección a su vehículoDe último, no sabía que pensar. Lo hecho, hecho estaba, no quedaba de otra.
Al fin de cuentas no era tan malo, viéndolo desde otro punto de vista.Talvez es una nueva oportunidad y la vida le estaba sonriendo.
El perder 20 años de su vida y alejada de sus hijos, fue la desgracia más grande en su vida.
El no verlos crecer, que no le contaran sus problemas, el privarle el derecho de ir por ellos al colegio o ayudar a su pequeño Hugo con niñas, talvez.
A su pequeña Lucía con consejos, con moda o talvez con el amor...Talvez ése bebé podría cambiarlo todo, para bien.
Y podría ser una nueva oportunidad para ella y el amor de su vida. Una nueva oportunidad para ser felices, para vivir lo que un día el destino les arrebató.
Así que no era tan malo, pueda que complicado sí por el detalle que aún era la Madrastra de un ser rebelde que la iba a odiar más, si es que se podía.
No pudo evitar dejar caer lágrimas, no iba a ser fácil, todo estaba pasando muy rápido. Hace unos días apenas Hugo se había enterado de la verdad, estaba comenzando a ser feliz con su marido y familia, tenía demasiada presión por trabajo y ahora un bebé en camino.