capitulo 6

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Abrí mis ojos lentamente, lleve una de mis manos hacía mi rostro para despertarme del todo; sentí un peso a mi costado y gire mi rostro para ver.
Sonreí al ver a Jennie dormida, su brazo rodeaba mi cintura y su pierna abrazaba mi cuerpo, me quedé un rato más hasta que comenzó a moverse dando señales de que estaba a punto de despertarse; inmediatamente comencé a darle besos en su rostro, comencé por su frente, después su nariz, mejillas, y finalmente termine en sus labios, una sonrisa salió de sus labios.

-- Buenos días mi amor -- sonreí de inmediato al escuchar su voz, joder ¿acaso puedo estar más enamorada de lo que ya estoy?

-- Buenos días -- me acerqué a ella para darle otro beso, beso que fue correspondido.

-- ¿Hacemos el desayuno? Dijo mientras se levantaba dejando su cuerpo desnudo a la vista.

-- Perdón ¿que dijiste? -- y lo último que escuche antes de que una almohada golpeará mi rostro fue su risa.

-- Eres una idiota, vamos, arriba -- tomó mi mano y me jaló hacía ella, así quedando ambas desnudas.

-- ¿No quieres darte un baño y cambiarte? -- ella negó y me llevó hacía afuera de mi habitación.

-- Tengo mucha hambre, y no sólo de ti guapa --me guiño y me sonroje por eso, también me reí por su comentario.

-- Solo espero que no se nos queme el desayuno por andar distraídas.

-- En ese caso vas a tener que concentrarte mucho manobal.

-- ¿Solo yo? -- me acerqué a ella abrazadola por la espalda, provocando que mis pezones tocarán su espalda.

-- Yo también puedo jugar a esto manobal -- acercó su rostro chocando sus labios con los míos -- pero encerio, tengo mucha hambre.

Se separo de mí y fue a revisar el refrigerador.
Después de un rato de estar indecisas de que haríamos; decidimos hacer panqueques.
Mientras Jennie hacía la mezcla, yo me dediqué a mirarla mientras lo hacía, obviamente ayude a pasarle algunos ingredientes.
Cabe aclarar que en un momento ambas terminamos llenas de harina ¿como es posible que incluso llena de harina se vea jodidamente bien?

Jennie estaba volteando los panqueques y no pude resistirme no mirar sus nalgas, fuí acercadome a ella hasta abrazar su cintura y esconder mi rostro en su cuello.

-- ya casí están listos -- se giró en mis brazos quedando su cabeza a un lado de la mía -- ¿puedo besarte?

-- La pregunta ofende cariño -- salí de su cuello y la bese.

Comenzó siendo un beso tranquilo, tierno y sin mucho movimiento, hasta que Jennie aceleró sus movimientos e introdujo su lengua en mi boca, el beso ya no era tranquilo, sino lujurioso.
Sus manos se posaron en mi cuello atrayendome más hacía ella, mis manos pasaron de estar en su cintura a pasar a sus nalgas, dándoles un leve apretón en ellas, Jennie suspiro en mis labios.
Los besos siguieron hasta que sentí un olor a quemado.

-- Mierda ¡Jennie los panqueques! -- ambas nos separamos e intentamos salvar nuestro desayuno, afortunadamente no se quemaron lo suficiente, así que aún eran comestibles.

Suspire al ver cómo nuestro desayuno seguía vivo; me sobresalte al sentir que me dieron una nalgada.

-- ¡Hey! -- me queje sobandome la zona afectada, en cambio Jennie intentaba verse molesta, pero la conozco lo suficientemente bien para saber que estaba intentando no reír.

-- Por tu culpa casí nos quedamos sin desayuno

-- Pero si fuiste tú la que me pidió que te besara -- me defendí intentando no reír... Ambas fallamos en eso, después de un rato en silencio mirandonos nos reímos a carcajadas.

Mi estrella favorita (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora