Noa
¿Es normal sentir que el corazón se te va a salir del pecho con tan solo pensar en esa persona especial? ¿Acaso es normal tener la loca necesidad de permanecer a su lado, todo con el fin de admirar sus diferentes expresiones durante el día? ¿Es normal desear con carácter de urgencia un beso, un abrazo y una tierna caricia? ¿Es normal sentir que el aire abandona mis pulmones cuando escucho su voz o el aroma de su perfume inunda mis sentidos?
Desde ese día que Karim me dijo todas esas palabras tan bonitas y besó mis labios, no he podido dejar de pensar en él. Cada vez que está cerca de mí deseo que vuelva a besarme y abrazarme entre sus fuertes brazos. Aunque no estaba en sus cinco sentidos y al principio me sentí abrumada por su repentina acción, sentir sus labios sobre los míos fue una sensación única y que provocó en mi ser cientos de mariposas. Jamás imaginé que mi jefe podría llegar a sentir algo por mí.
Ahora, con el tiempo que ha pasado y no ha tenido intención de hacerlo, dudo realmente que todavía sienta lo mismo por mí. Quedamos en conocernos y llevar las cosas con calma, más yo pensé que me besaría de nuevo. Imaginé que me daría el privilegio de sentir nuevamente sus suaves y expertos labios.
Muero de ganas de besarlo, pero me daría tanta vergüenza. No tengo experiencia con nada referente al amor. Él fue mi primer beso real, ese que se vive bajo la piel de una manera tan diferente como lo llegué a imaginar. Mi corazón se agita de solo recordar sus labios sobre los míos.
«¿Qué pasaría si yo lo beso? ¿No seria eso muy atrevido de mi parte?», me vi preguntándome e imaginando ese suceso, antes de quedar profundamente dormida.
***
Hace dos semanas presenté los exámenes de admisión en la universidad y hoy por fin salen los resultados. De quedar, seré muy feliz, aunque eso me limitará tiempo en la empresa y en la casa.
Me encontraba preparando el desayuno cuando mi abuelo se sentó en la mesa. Una de las cosas que ahora me mantiene feliz es verlo bien. Su salud mejora cada vez más.
—¿No irás a la empresa hoy, mi niña?
—No, abue. Karim me dio el día libre para ir a la universidad.
—El Sr. Karim es muy amable al permitirte estudiar sin necesidad de renunciar a tu trabajo.
«Él es un sol, un hombre perfecto y bello».
—Lo es. Si me llegaran a aceptar, tendré que trabajar menos horas, por lo que tengo que buscar la manera de cumplir con todo mi horario —llevé nuestros desayunos a la mesa y dejé un beso en su frente.
—No te exijas de más, mi niña. El Sr. Karim comprenderá la situación —se tomó un sorbo de su té—. No tienes que sacrificar tu juventud y vida para cumplir todos tus sueños.
—No lo hago, abue. Soy feliz en mi trabajo, he aprendido muchísimo gracias a Karim. Además de que me ayudó a ingresar a una universidad muy importante de la ciudad, por lo que, dentro de mí, no está la idea de defraudarlo.
Mi abuelo me miró por unos instantes y sonrió, más no dijo ni una sola palabra, solo se dedicó a comerse su desayuno en completo silencio.
Me despedí de mi abuelo una vez que terminé mi desayuno y salí rumbo a la universidad, ansiosa y con el corazón en la mano.
Mi mayor sueño es ser alguien importante en la vida para darle lo mejor a mi abuelo, lo que me hace ilusión estudiar en una de las mejores universidades del país. No tengo cómo pagarle a Karim todo lo que ha hecho por mí.
Con mis manos temblando de nervios, me acerqué a la cartelera donde más jóvenes trataban de encontrar su nombre. Recorrí la lista con ansiedad y lentitud hasta que vi mi nombre en ella.
No daba crédito de haber quedado, pues habían muchos jóvenes intentando conseguir la beca. Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, pero también tenía la inmensa necesidad de abrazar a alguien y contarle lo feliz que era con este sueño cumplido. La felicidad no cabía dentro de mi pecho.
No supe ni en qué momento llegué a la empresa, luego de pasar por las oficinas de la universidad y pedir mis clases y horarios. Sentía que flotaba en cada paso que daba y que estaba en un mágico sueño.
Caí en cuenta de que había ido con Karim cuando lo abracé fuertemente en medio de su oficina sin importarme nada ni nadie. El aroma de su perfume me brindó esa calma que tanto necesitaba. Lloraba de felicidad y porque él tenía mucho que ver en este nuevo comienzo. Sin su ayuda no hubiera podido hacer este sueño realidad.
—¿Qué pasa, bonita? ¿Estás bien? —tomó mi rostro en sus manos y me hizo mirarlo a los ojos—. ¿Por qué estás llorando?
—Quedé —fue todo lo que dije y volví a enterrar el rostro en su pecho—. Gracias a ti estoy cumpliendo todos mis sueños, Karim.
—¿Pasaste? —me abrazó fuerte y asentí eufórica—. Sabía que pasarías. Yo no hice nada más que ayudarte a inscribirte, el resto lo hiciste tú. Eres una chica muy inteligente. Te felicito, bonita.
Lo miré a los ojos y mi corazón se saltó un latido. Tenerlo así de cerca me hizo desear sus labios como nunca, pero debo admitir que tengo mucho miedo de besarlo y que él me rechace.
Aun así, con el corazón latiendo de emoción y miedo, me atreví a unir nuestros labios. Su sorpresa fue tanta, que abrió los ojos de par en par y nos quedamos mirándonos por largos segundos en los que sentía que el mundo bajo mis pies se movía con mucha fuerza.
Dejé de escuchar y me dediqué a sentir en el mismo instante en que salió de su sorpresa y me besó como si la vida se le fuese acabar allí mismo. Sus labios suaves y carnosos tienen la habilidad de hacerme olvidar de todo a mi alrededor, de despertar en mí cientos de vibraciones desconocidas y maravillosas.
Este beso fue muy diferente al que me robó aquella noche en Brasil. Su sabor es otro, pero tiene la misma fuerza avasallante. El roce de nuestros labios es más firme y menos torpe, pero a la vez muy húmedo y ansioso, como si nuestras bocas hubieran estado esperando el momento para volver a encontrarse.
Mi corazón latía con rapidez y fuerza loca. No podía dejar de mover mis labios contra los suyos y abrazarlo más contra mí, deseando que fuese parte de mi ser. El calor de su boca y su cuerpo me envuelven con suma facilidad.
Y con esa misma facilidad podría hacerme adicta a él y a sus ricos besos. Ya no quiero negarme ni negarle, que estoy muy enamorada de él. Conocerlo ha hecho crecer mis sentimientos, y que es él el único en mis pensamientos y en mi corazón.
•••
Nota:
¿Les gustaría que hiciera un POV de Liz? Déjenme saber en los comentarios...
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Cautivo[✓]
RomanceLa venda que Karim lleva por muchos años en sus ojos, caerá tras la presencia de una dulce jovencita que le hará replantearse su vida, en especial, ese matrimonio en el que lleva preso por tanto tiempo y del cual no ha podido escapar.