A mis 11 años aún recuerdo que esperaba con ansias mi carta de Hogwarts la que nunca llegó, desilusionándome, se supone que mis estudios comenzarían en esa escuela, tanto soñé con entrar allí que mi sueño, solo se quedó en eso en un sueño, pero me llegó otra carta, no era la que yo esperé, pero algo es algo ¿no? O eso dijo mi padre, estaba decepcionado al ver que no me llegó esa carta de Hogwarts él deseaba que entrara ahí con todo su ser y yo igual, solo que el quería que fuera Gryffindor como el y bueno pues yo quería ser huffelpuff como mi madre.
Ya tenía 15 años recién cumplidos, mis notas eran las notas más altas de beubeauxbatons, era una estudiante ejemplar, intachable, un ejemplo a seguir, pero yo y mi padre sabíamos que eso sólo era una mentira, me encantaba hacer bromas, molestar a las personas, divertirme, vivir mi vida al máximo, pero Madam Maxine me "educo" como una "dama" y a madre le gustaba eso, se me hacía llamar como "La Princesa de Beubeauxbatons" bastante exagerado si, pero hacía que mi orgullo y mi ego crecieran.
Mi vida cambió el día que deje que mi alma rebelde saliera por fin a la luz, causando caos en la Escuela, Madam Maxine, salió horrorizada del Gran Comedor aquel día, aún lo recuerdo su cara era digna de una fotografía, Evangelina Flemel había hecho de las suyas por primer vez en el colegio y eso le había encantado, eso me había encantado.
Desde ese día planeé hacer la mejor broma del mundo mágico, después de todo tenía en la sangre lo bromista, era descendiente de un mereodeador, aunque no tenga su apellido por voluntad propia y protección, esa adrenalina y diversión corre por mis venas y nadie podrá sacarlo.
Llegó el día 17 de abril, día que fue marcado en la historia, dia que marque cómo mía en la historia de los magos, la broma salió a la perfección y mi objetivo se cumplió, para mi no había otra manera para salir de Beubeauxbatons que siendo expulsada y pues lo logre, mi padre estaba orgulloso de mi por aquella gran broma y mi madre no estaba tan contenta que digamos a causa de que salí en el periódico mágico, debo admitir que salí excelente en aquella foto.
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Mi madre estaba muy enojada cuando vio el periódico y yo, bueno a mi no me importó mucho, esa era la única forma de poder entrar a Hogwarts por fin, mi madre muy enojada me mandó con un tal Remus Lumpin semana después, había escuchado muchas veces de aquel hombre más no lo conocía en persona.
En estos momentos me encontraba camino el Aden 9 3/4 en la estación king's cross, estaba bastante aburrida camino ahí, pero que me tocaba, madre me castigo son dejarme usar los polvos flumus y no la culpo, pero este auto va muy lento.
Usando llegue sabia que debía cruzar la pared, padre me había contado mucho sobre esto, el me miró emocionado, ambos parecíamos niños chiquitos, en cuestión de segundos agarre mi carrito y cruce a traspasar la pared junto a padre y madre pues, ella seguía furiosa.
- eso fue genial- hable emocionada mirando a padre y el asintió.
- mi que lo digas- hablo agitado- estas tarde ve al tren princesa- hablo besando mi frente- espero seas gryffindor, pero si no es así, no importa seguiré a tu lado- sonrió.
-mocosa, mueve el trasero antes que el tren te deje- hablo madre señalando el tren- sigo enojada contigo - hablo cuando la abrace- pásala bien, pero sobre todo estudia- sonrió posando un casto beso en mi frente.
- los amo, adios- hable despidiéndome y camine hacia el tren con mis cosas, pude escuchar un "igual te amamos de mis padres" sonreí y busqué algún vagón, todos estaban vacíos a causa de que estaba entrando tarde y este sería mi cuarto año.
Me senté en un vagón y me quedé ahí aburrida, tanta fue la pereza que me quedé dormida, cuando me levante alguien me llevaba en brazos y solo podía ver los techos del castillo, hice un movimiento brusco cayendo al piso y la persona que me llevaba se asustó.
-¿princesa Evangeline Flemel?- pregunto el hombre que llevaba como 6 cabezas y era 7 veces yo de ancho.
-si, me imagino usted es el señor Hagrid- hable sonriendo y el asintió- un placer conocerlo, padre me hablo mucho sobre usted, tenía ansias de conocerlo- hable emocionada pero sin exagerar.
- pero que educada eres- hablo sorprendido- sigo sin creer que usted princesa fue la de la broma en Beubeauxbatons- hablo y yo sonreí nerviosa.
-un libro no habla por su portada señor hagrid- sonreí mientras caminaba a su lado. la charla con Hagrid fue realmente entretenida, sin duda seria como un padre más, el me dejó frente a unas grandes puertas deduje que era el G.C de Hogwarts, bajé mi cabeza al ver mi ropa y me sentí vestida inadecuadamente, al dormirme se me olvidó por completo que debía cambiar de ropa, para estar más presentable, después de todo, era un día muy importante para mi.
-aunque sea es blanco- murmure inspeccionándome.
Consistía en un traje blanco con los hombros descubiertos, un collar sencillo y unas zapatillas blancas, algo sencillo y bonito me hacía ver bastante tierna y cómo mi cuerpo aún no se había desarrollado, más tierna me veía aun.
Suspire al escuchar mi nombre del otro lado de la gran puerta, esta fue abierta dejando que todos en aquel gran comedor pusieran mi vista en mi, me sentí nerviosa pero no lo demostré, no supe que hacer con mis manos tome la punta de mi vestido para distraerme, pude sentir muchas miradas en mi y escuchaba muchos murmullos.
-que linda es- escuche de parte de una chica haciéndome sonreír.
-¿ella no es la que salió en el periódico?- pregunto otra y preferí hacerme de oídos sordos y segur con mi mirada al frente.
-¿estás lista?- pregunto la profesora McGonagall y yo asentí sentándome en aquella silla con nervios.
La profesora colocó el sombrero en mi cabeza y no pude evitar sonreír, había esperado tanto este momento, el sombrero se quedó callado por unos minutos intrigando a todos.
- Vaya, Vaya, La princesa Flemel- hablo con cierta arrogancia en su voz- esta decisión es difícil tienes mucho, pero mucho potencial, tienes valentía, coraje, disposición sobre todo , para ser de Gryffindor- hablo y yo mire a esa mesa encontrándome con ellos celebrando, en especial dls pelirrojos idénticos, era cierto lo que decía padre, se veían muy alegres-pero tu sangre tiene la lealtad y honestidad de hufflepuff siempre dispuesta a ayudar a los demás y es la casa de tu madre-yo sonreí al recordar sus peleas con padre, la mesa de huflepuff sonrió y se sintió tan cálido-eres curiosa, creativa y siempre buscándole la tercera pata al gato, encajarías muy bien en Ravenclaw- yo sonreí pero ya estaba muy nerviosa cuando escogería mi casa- pero por más que tengas cualidades de esa casa, tu sangre es ambiciosa, eres competitiva, tienes aires de grandeza, eres astuta, muy pero muy astuta, perfecta para Slytherin tu carita demuestra que podrías ser una perfecta huflepuff pero tu corazón grita ser...- hubo un silencio en la sala yo sonreí sabiendo su decisión- Ja Ja Ja no es lo que crees princesa... SLYTHERIN!
- si era lo que creía- sonreí
Pude ver la cara de la señorita McGonagall con algo de confusión, pero le resté importancia, camine a mi mesa y todos me miraron, pude observar a un rubio el cual me hizo espacio y me coloqué ahí, sonreí de manera amanle antes de presentarme.
-Malfoy, Draco Malfoy, príncipe de Slytherin- sonrió estirando su mano hacia mí y ambos la estrechamos- mucho gusto princesa Flemel- sonreí ante su educación.
-Zabini, mucho gusto princesa- sonrió guiñándome el ojo desde el otro lado de la mesa y yo le devolví la sonrisa.
-Pansy Párkinson a su servicio linda princesa-sonrió.
-igualmente princesita- le sonrei a causa de que le llevó un año.
