CAPITULO 19

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Era un sábado agradable y preciso, todo estaba acomodado a la perfección por el impulso perfeccionista de Lisandro.

La casa se veía bien, como si ya hubieran habido muchas fiestas ahí y ya fueran todos unos expertos.

El alcohol estaba acomodado en múltiples cajas en la cocina, había comida y sombreros de fiesta.

Simplemente perfecto.

— ¿No crees que hubiera quedado mejor con una estatua del que prestó la casa? -Preguntó al aire Enzo, mientras acomodaba la comida nuevamente.-

— ¿Una estatua? ¿Cómo una escultura de hielo de fiestas lujosas? -Preguntó de vuelta Javier, mientras se ponía de puntillas para quitar un cuadro de Hirving y su papá, si estaba mucho tiempo ahí durante la fiesta podría ser destruido.- Hubiera estado chingon, con eso de que el Chucky está bien guapo.

Pudo ver a lo lejos el ceño fruncido de Ronaldo, lo que lo hizo sonreír y guiñarle un ojo, Diego veía a lo lejos, curioso.

Abrió su mochila en busca de los chicles, él todavía no tenía permiso de beber así que debía cuidar lo que hiciese en esa fiesta.

En lugar de obtener unos chicles, un sobre cayó al piso, pensó que era el de el día anterior, pero está vez los corazones eran amarillos.

Ladeó la cabeza para tomar el sobre y abrirlo de una, honestamente el sobre estaba mejor hecho que la última vez, saco el papelito doblado para ver aquellas palabras.

Para: Diego Lainez. ♡
De: Su admirador secreto.

En esta vida te quiero y en
la pasada también, estoy
seguro que en el futuro
también lo haré.

¿Una cosa que amo de ti?
Son demasiadas, pero admito que
tus ojos son lo que más me
cautiva, me hace estremecer con
una sola mirada, quisiera
tenerte a mi lado para verlos todos
los días.

No te confundas, amo todo de ti,
pero tus ojos son mi parte favorita
de tu cuerpo, al igual que tu
sonrisa.

Sonrisa capaz de alumbrar mi vida.

Te quiero, Diego.

No pudo ocultar su sonrisa, esas palabras acaban de hacer que se "chiveara" guardo la carta con mucho cuidado, saco las decoraciones perdido en sus pensamientos.

No tenía idea de quién era la persona que le mandaba eso, también pensó que se precipitó demasiado, podía ser cualquiera, no solo un hombre. Pero daba igual, aquellas palabras no tenían precio, lo hacían sentir especial.

Lo que no sabía era que cierto chico tatuado lo veía desde el otro lado de la habitación con una sonrisa orgullosa.

Kevin se había esforzado más en esa carta, cuando vio que le gustó la primera no podía permitirse a entregarle menos.

Vio la oportunidad perfecta para acercarse a Diego cuando las decoraciones de listones se le acabaron. Se acercó decidido, pero cada que estaba más cerca sus pasos se volvían lentos.

— Uhm...¿Tienes más listones? -Se mordió el labio, era obvio que la había cagado.-

Sonó muy tosco, cosa que hizo que Diego hiciera una mueca, pero termino asintiendo.

𝐔𝐍 𝐓𝐈𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑 || SHIPS VARIADOS || (AU ESCOLAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora