Uno

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Nunca había sido la chica popular. Ni la antisocial. No soy muy guapa ni muy lista. Pero tampoco soy fea o tonta. No sé, estoy en un intermedio. Soy normal. Tengo mis amigas, saco buenas notas (pero no son todo dieces) y soy bastante normal físicamente. Ni guapa ni fea.

Tal vez es por esto que nadie se fija especialmente en mí. No llamo mucho la atención. Mi mejor amiga, que por cierto, es también mi hermanastra, es todo lo contrario que yo. Es guapísima, (aun que ella insiste en que si yo me pusiera maquillaje también lo seria), le encanta llamar la atención y estar en boca de todos. Y es una de las chicas más populares del instituto. Es animadora. Al igual que yo. Pero ella es capitana del equipo. Es la que esta siempre encima de la pirámide. Es la que se lleva todas las miradas antes de los partidos.

Vale, puede que esto suene como si tuviera envidia. Pero no es así. Yo estoy genial con la situación. A ella le gusta llamar la atención. Yo soy más tranquila. No me gusta salir de mi zona de confort. Tengo a mis amigas, mi familia y mis conocidos. Y el baile. Esto es todo lo que necesito.

Me encanta bailar. Mi especialidad es el funk. Aun que bailo de todo. Cailin, mi hermanastra, dice que es mi punto fuerte. Lo que consigue atraer a todos los chicos. Supongo que el punto fuerte de Cailin es... Su cuerpo. ¿Para que engañarnos? Es lo que quieren todos los chicos de ella.

"¡Chanel! Ven aquí." Oigo como me llama Cailin.

Sí, mis padres me condenaron con este nombre. Toda mi vida, después de presentarme venía la típica pregunta de ¿eres extranjera? Y yo, con una sonrisa contestaba que sí, que era canadiense. ¿En serio? No sabía que en Canadá pusieran estos nombres. Yo me limitaba a sonreír, y empezaba a maldecir a mi madre por tener que ser tan original.

Mi madrastra, Jocelyn, es una ex-modelo. Llegó a desfilar por Pronovias, Desigual, Mango y otras marcas. Y sí, ella es española. De allí viene que casi todos sus trabajos hayan sido de marcas de ese país. Mi madre biológica murió después de haberse divorciado. Mi padre se casó seis años después de su muerte. Somos canadienses. Pero mi padre trabaja como abogado en Nueva York.

Cailin es hija de Jocelyn. Tenemos la misma edad. Es muy guapa, pero no heredó la belleza de su madre. Su madre, como todo modelo, es alta, con piernas largas y muy delgada.

Cailin es más bien normalita de altura (1'63 centímetros aproximadamente), tiene muchas curvas y una cintura diminuta. Su madre es rubia con ojos grisáceos, y tiene ese tono de piel crema que tienen los españoles. Jocelyn es blanca como la nieve, ojos marrones y pelo naranja. Sí, es pelirroja.

El caso es que Jocelyn y yo somo como hermanas. Nos queremos mucho. Somos como una balanza. No sé como explicarlo. Sin ella yo jamás saldría a divertirme, y ella sin mí jamás abriría ni un libro ni aprobaría jamás un examen.

"¡Chanel! ¿Estas sorda?"

La voz impaciente de Cailin me hace salir de mi trance. Salgo de mi habitación y voy a ver que quiere. Me la encuentro en el baño, sonriendo al reflejo de su espejo. Lleva puesto un vestido dorado con lentejuelas, unos taconazos negros y la cara cubierta de maquillaje. No sé porque usa tanto maquillaje. Si ella es preciosa sin necesidad de tantos cosméticos.

"¡Chanel! ¿Que haces en pijama? Esta noche toca fiesta."

Genial, otra noche de fiesta.

"A mí no me dijiste nada."

"Claro que lo hice. Que no me hayas escuchado es tu problema. Pero yo te dije que hoy toca fiesta." Estaba recogiendo su pelo en un moño muy elegante, todo sujeto con horquillas doradas. "Ponte el vestido verde. Con complementos dorados. Harán juego con tus ojos"

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2015 ⏰

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Peligro ~ JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora