Pov 3ª Persona
Finalmente el último equipo del grupo de asalto, Rengoku y Mizuki se aproximaban hacia un nuevo destino, los dos corriendo por un pasadizo extrañamente distinto a los otros, el cual parecía estar más colorido similar al de un arcoiris junto a muchos cuadros de personas desconocidas. Ambos cazadores se encontraban observando al mismo tiempo tal ambiente, que sin dejar de buscar a la villana no podían decir que estaban en un lugar único, bien pensado para la creación de una diosa omnipotente.
–Oye Rengoku, ¿estás seguro que encontraremos a Izanami yendo por este camino? No quiero recordarte que encontrar a esa diosa es tarea difícil, no creo que podamos hallarla hasta que todos sus guardias hayan sido erradicados.--Le recordaba Mizuki a su aliado aumentando la velocidad a la que pasaba por el pasadizo, no dejaba de mirar en ocasiones al pilar más poderoso, y suponiendo que él ya lo sabía no quiso profundizar en aquel tema.
–Lo sé, por eso no nos dirigimos hacia Izanami, esto es muy raro desde que empezamos la guerra. ¿No es curioso que aún no nos hayamos encontrado a ninguno de mis antiguos compañeros, sabiendo que son la mano derecha de Izanagi? Según tengo entendido los ángeles, demonios y arcángeles están fallando, estoy casi seguro de lo que nos espera después de esta sala son dos cosas: o es un serafín, o es alguien que nosotros conocemos, no hay motivos de faltar a mi inteligencia. Por eso vamos, no hay tiempo que perder.--Comentaba la reencarnación de Kagutsuchi con una pequeña sonrisa apresurando su paso rápidamente al de su aliada, donde se veía ya la entrada.
–Supongo que tienes razón, tengo algo de miedo a decir verdad, si es uno de tus compañeros antiguos tendrás que cazarlos, y no es precisamente piadoso con ellos. Tendrás que entender que yo soy la semidiosa de la destrucción, oponente que tenga no dudaré en borrarlo de la existencia, por eso recuerda mis razones.--Añadía la pelirrubia bastante segura de sí misma en un tono algo duro suspirando levemente, a ella le dolía ciertamente que tuviera que enfrentarse a alguno de sus compañeros, sobre todo porque conocía el lado afable de su aliado y equivalía a un dolor infernal por parte de él.
–No te tienes que preocupar por mí, ellos son enemigos que tengo que eliminar, pero a decir verdad son cosa de Kocho. En el pasado tuvieron problemas junto a mí, y aunque revivieron bajo el mando de Izanagi decidieron continuar su camino siendo villanos, por alguna razón creo que nos los vamos a encontrar, no obstante no será nuestro trabajo exterminarlos, solo deberemos comprobar sus intenciones.--Atinaba a decir el peliflameante sin tomar importancia en el tema, más se aseguró de volver a su mirada fija en la entrada.
–Supongo que tienes razón, no pensaremos más en eso, vamos a concentrarnos en la misión.--Después de decir aquellas palabras los dos entraron dentro de la habitación, a cuya sala por fin entraron después de tanto correr.
–¿Umm? ¿Esto es...?--Rengoku abrió los ojos sorprendido ya que se trataba de la réplica de una sala volcánica, la lava transcurría por el suelo junto a zonas montañosas, casi parecía demasiado realista, el ambiente era nublado y potentes ráfagas de aire predominaban el ecosistema en aquel lugar, lo cual implicaba un escenario demasiado tenso y perfecto para una lucha a muerte. El pilar no comprendía lo utilizado hasta que unos pasos se escucharon resonando con fuerza, de modo que hicieron a ambos desenvainar sus armas por tema de precaución.
–Al fin nos vemos de nuevo, Rengoku y Mizuki, esperaba encontraros en otras circunstancias, pero ya que estamos en una guerra, es momento de luchar. ¿Listos para el combate final, aquella que decidirá el destino del universo?--Comentaba una figura masculina bastante conocida para Rengoku, en el que dio a relucirse su apariencia en un aspecto similar a Shinobu, salvo por ligeras diferencias por su cabello que era de color negro con tintes rojizos pero más largo,en efecto se trataba de Kimu, la hija artificial de Shinobu.
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La Mariposa Cósmica
Fiksi PenggemarFinalmente Muzan, aquel que creíamos que murió una vez, ha sido desintegrado por el sol y la paz y la armonia ha vuelto en todo el mundo con los cazadores de demonios disueltos. Sin embargo, en un viaje a la finca mariposa soy atacada y viejos recue...