Ha pasado tiempo ya desde lo que aconteció en aquel SkyDome, todo ha cambiado en la vida de Meilin Lee, ya no es una niña inmadura y poco independiente, o al menos eso cree ella.
Tendrá que enfrentar nuevos inconvenientes que no tienen mucho que ver...
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Narrador:
Se escucharon unos leves golpes sobre la puerta.
— SEÑOR. — Se escuchó fuera de la habitación. — A-amm. . ALGUIEN VINO A VERLO SEÑOR. — — ¿Es esa niña otra vez?. — Preguntó el hombre. — SI SEÑOR. . LO SIENTO, SE QUE LE PROMETÍ QUE NO LA VOLVERÍA A VER POR AQUI PERO- — — Déjala pasar. — Interrumpió. — aaa. . ENTENDIDO. —
El sujeto fuera de la habitación abrió la puerta, dejando pasar a una persona dentro, dónde el hombre estaba observando.
— Hola otra vez. — Dijo Briana. — ¿Otra vez tu?. . Ya te dije que n-. — — ¡No! Espera. . Tengo algo que decir. — Interrumpió Briana. — ¡Siempre dices lo mismo!. . "Uyy, hay un enorme panda rojo que es peligroso para la población, todos vamos a morir" — Se burló el hombre. — Pero ¡Es real!. — Respondió Briana. — ¡¿Crees que no se que es real?!. — El hombre hizo una pausa, para tranquilizarse. — Ya se que es real, pero no tenemos ningún motivo para ir tras ella y su familia. — Explicó. — ¿Y que me dice del "PandaApocalipsis" de hace 3 años ¿Uh?. — Preguntó Briana. — El "PandaApocalipsis" fue un suceso que ya está acordado como "incidente", se habló con la familia, y se hicieron cargo de cubrir los daños al SkyDome. . Repito. . No es un peligro. — Alegó el hombre. — No se mienta a usted mismo, sabe que es peligroso. . . Usted vió lo que pasó aquél sábado del 2002 ¿No es así?. — Dijo briana, tratando de defender su punto.
El hombre suspiró.
— Mira. . Se que si es un peligro, pero en verdad, y digo. . . EN VERDAD no puedo hacer nada. . . Sin una orden o permiso del estado no podemos proceder a capturar al panda. — Explicó el hombre. — ¿Y que necesita pasar para que les den orden?. — Cuestionó Briana. — Que la población esté en riesgo latente. — Respondió el hombre. — Y cuando digo riesgo. . No me refiero a que un panda rojo esté saltando de casa en casa por el centro. — — Señor. . — — ¡No!. . ¡Nada de señor!. — Exclamó. — Ahora sí eso es todo. . retirate por favor. — Concluyó
La persona que se encontraba fuera de la habitación al principio, se acercó a Briana y la tomo del brazo.
— Vamos niña. . Tienes que salir de aquí. — Dijo el desconocido. — No. . Esperen. . — — ¡Se acabó!. . Llévatela. . — Respondió el hombre.
Ambos salieron de la habitación, y el hombre se quedó pensando.
— Que niña más molesta. . Lo qué tengo que aguantar todos los días. —
El hombre se recargó sobre el escritorio y miró una foto del enorme panda de Ming, tomada el día "PandaApocalipsis".
