Magic Show

6 meses para la boda

A este punto de nuestra historia, me atrevo a decir que ya no reconozco a mi prometida Hilda, se había transformado en una bridezilla, con un humor del demonio, no solo conmigo, sino con toda su familia y nuestros amigos.

Diana, su mejor amiga, era quien mejor tomaba el asunto, parecía soportar todo cuanto hiciera o dijera mi muy irrespetuosa enamorada, por ello le habíamos delegado organizar casi todo, para evitar enviarnos al demonio.

En una reunión entre los tres, Diana tocó el tema de la despedida de soltera, quería conocer si tenía alguna sugerencia al respecto, pero justo cuando iba a intervenir, Hilda me interrumpió, dijo que si ella no se entrometía en mis planes, yo no tenía derecho de hacerlo en los suyos, lo cual era mentira, ya que incluso ella insistió en estar en mi despedida.

Por fortuna Diana estaba ahí con su infinita paciencia.

"Bueno, en realidad tengo una sugerencia, hace un poco más de año vi a este mago en una fiesta, el tipo es magnífico, tiene infinidad de trucos y estoy segura de que todas pasaremos un excelente velada"

Hice una expresión extraña, no me parecía algo a lo que Hilda quisiera dedicarle algo tan especial como su despedida. Diana leyendo el ánimo del momento, continuó.

"Además tiene un acto de hipnosis que, déjenme decirles, es hilarante"

Eso me tomó por sorpresa, siempre he sido, en secreto, de la hipnosis, mi computadora era fiel testigo de ello, mirando a Hilda intenté jugar la carta de psicología inversa.

"Quizá deberíamos pensar en otras opciones, un mago es algo más para fiesta infantil, ¿no creen?"

Con un gran desdén, mi prometida rápidamente intervino.

"mi amor, te pido que no te metas en eso, Diana dice que es una buena idea y aunque tampoco me atrae mucho la idea, tengo que ponerla como opción 1"

Pese a obtener el resultado que deseaba, el tonito de respuesta realmente me fastidiaba, entonces preferí despedirme y retirarme.