4 meses para la boda

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Me había decepcionado un poco no haber sido convocado a la despedida, pero por nada del mundo me lo perdería, así que sin que nadie supiera, poco a poco fue colocando cámaras ocultas en la casa de mis suegros, de modo que pudiera estar presente.

Por fin el día del evento llegó, Hilda salió del departamento con un elegante vestido color crema, el cual le llegaba un poco arriba de las rodillas, medias color carne y su abrigo de mink más caro.

"prometo llegar temprano a casa amor, pero no respondo si las chicas me hacen beber un poco de más"

Después de darme un beso en la mejilla, salió a ver a Diana, quien la esperaba para llevarla a la casa de sus papás, una vez que recorrieron el camino, Diana me avisó por mensaje que ya estaban y que comenzarían con los juegos.

En ese momento fui a la sala, inicié la aplicación de las cámaras y pude ver al menos 4 puntos de vista de la sala, lo primero fueron los clásicos juegos para comenzar a embriagarse y por alguna razón, todo tenía forma de pene.

A primera vista pude identificar a sus amigas Jacqueline, una morena de cabellos rizados que, aunque tenía un hijo, su cuerpo era espectacular y no tenía miedo de mostrarlo, mucho menos esta noche, pues usaba un vestido negro, bastante corto, a Ivonne, rubia de ojos claros, que, a pesar de no tener el cuerpo de Jacqueline, el suyo era de admirar y llevaba una blusa bastante escotada con una falda corta.

No pasó mucho tiempo antes de que Diana les dijera a todas que se sentaran, porque había llegado el entretenimiento y salió de cuadro para poner algo de música de fondo.

Entre lo que se escuchaba, varias de las invitadas deseaban que fuera un stripper y cuando vieron llegar al mago, vestido con chaleco morado, camisa blanca y pantalón negro, parecían estar decepcionadas.

"muy buenas noches, chicas me presento ante ustedes, soy el Gran Hypnos, maestro de la prestidigitación y la hipnosis"

Diana les pidió a todas que aplaudieran, aunque la mayoría, quizá esperaba que comenzara a bailar.

"Me encantan estas fiestas donde no esperan nada de mí, porque me dan la oportunidad de asombrar a todas las asistentes, así que les parece bien si comenzamos, hoy es una noche especial para Hilda, así que querida, podrías venir aquí conmigo"

Todas comenzaron a aplaudir y señalando a mi prometida, trataban de ponerla de pie, aunque ellas no sabían tan bien como yo, que ella odia participar de actos que pudieran ponerla en vergüenza.

"Muchas gracias, pero por qué mejor no inicias con alguien más, en lo que todas nos animamos"

Trató de desescalar la presión Hilda, pero parecía que Hypnos no le importaba y dando un par de pasos avanzó hacia ella.

"Hilda mira mis ojos, mira el resplandor de mis ojos, siente como el brillo te atrae, siente la fuerza de mi mirada sobre ti, no te resistas a mi poder Hilda"

Hynos, haciendo movimientos con sus manos, como si estuviera jalando un hilo invisible, Hilda comenzó a avanzar hacia él, mientras todas observaban con admiración y comenzaban a aplaudir.

"Así es Hilda, ven, ven, acércate a mí, siente como eres atraída por mis ojos y entre más te acercas, más pesa mi mirada sobre ti"

Al llegar Hilda frente al mago, podía ver cierto temor en su rostro.

"Hilda el peso de mi mirada es inconmensurable, te resulta imposible estar de pie, pero te prometo que si te postras ante mí, ese peso desaparecerá y se convertirá en una sensación de alivio refrescante"

Para la sorpresa de todos, con esa simple indicación de Hypnos, Hilda se arrodilló poco a poco frente a él.

"Muy bien Hilda, ahora, sin que dejes de mirar mis ojos, quiero que respondas con total sinceridad, unas preguntas muy simples"

"¿Crees que la hipnosis es real Hilda?"

Con enorme confusión y esfuerzo contestó que no, causando que todas comenzaran a reír.

"Entonces dime ¿Por qué estas arrodillada frente a un hombre que no conoces?"

Su voz comenzó a cortarse, la impotencia que debió sentir le haría comenzar a llorar pronto

"No lo sé, no tengo idea, tengo miedo"

"No Hilda, no tienes miedo"

Le dijo mientras colocaba su mano sobre su cabeza.

"No tengo miedo..."

"Al contrario, te emociona estar frente a mi, porque reconoces que ningún otro hombre te hará sentir así"

"Emocionada..."

"Así es, en el fondo sabes que ansías ser controlada, dejar la responsabilidad de la toma de decisiones a un ser superior, ¿no es verdad?"

Los ojos de Hilda estaban abiertos como platos, pero no podía ocultar el desconcierto.

"Yo..."

"Alégrate, por fin puedes dejar el peso de la responsabilidad en alguien más"

"Yo no creo, no..."

Magic ShowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora