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Hace girar el llavero en su dedo disfrutando del ruido de las llaves chocando entre sí, mira por la venta antes de volver a observar el reloj y suelta un suspiro de cansancio al notar que aún falta media hora para que la clase termine.

—Ryu... —Alguien la llama desde atrás y gira disimuladamente para observar a la chica.

—Lia.

—¿Puedes dejar de hacer eso? Me desconcentras.

Frunce el entrecejo, pero atrapa las llaves en su palma y le ofrece una sonrisa como disculpa. —Lo siento.

Choi Jisu es la clase de estudiante modelo que por alguna razón se sienta al final del salón en lugar del frente, ella dice que odia llamar la atención, pero lo hace de todos modos. Es increíblemente atractiva e inteligente, además de un montón de otras virtudes que no le vienen a la mente en tan poco tiempo.

—Está bien, no te preocupes.

En realidad no son demasiado cercanas, pero pueden tener una plática amena., al menos cuando no está interfiriendo indirectamente con su desempeño académico.

El resto de la clase transcurre de la misma forma que siempre, más aburrido de lo que debería ser dado que es ciencias, pero en su defensa el profesor tiene una forma extraña de explicar los temas.

Guarda sus cosas con calma, pero se apresura a colgarse la mochila al hombro cuando una castaña pasa rápidamente a su lado directo hacia a la salida y apenas consigue tomar el bolso antes de seguirla.

—Disculpa, Jisu.. ¿Entendiste de que va el trabajo que dejaron? —Puede leer fácilmente la mueca de incredulidad en la contraria, de hecho no es difícil notarlo cuando Lia suele ser muy expresiva.

—¿En serio, Ryujin? Las instrucciones están en el pizarrón. —Voltea en la dirección que ella señala, pero las letras le siguen pareciendo casi ilegibles —No entiendo que dice. —Admite y no se pierde la sonrisa divertida que se asoma en los labios de la chica.

—Tal vez lo harías si te preocuparas un poco más por aprobar la materia.

—Tengo buenas notas en ciencias. —Intenta defenderse, pero la pulcra ceja de la más bajita se levanta y se cruza de brazos con una mueca. —Tal vez no son las mejores... —Admite al final.

Ambas se alejan un poco de la puerta cuando alguien les pide permiso para salir —¿Puedo enviarte las fotos en la tarde? Tengo un compromiso ahora y creo que tú también. —Choi señala el bolso en su mano con obviedad y se lo acomoda sobre el hombro antes de regalarle una sonrisa.

—Lo que te resulte más cómodo, al final soy yo quien te está pidiendo ayuda. —Señala la puerta y comienzan a caminar en silencio, no es incómodo y la castaña nunca trata de llenar los vacíos con palabras al azar así que realmente le agrada estar así con ella.

—No tienes que preocuparte demasiado, es un experimento simple y luego debes hacer un pequeño vídeo sobre eso., Será fácil siempre y cuando lo inicies a tiempo.

—Entonces estoy perdida.

—Ryujin... —Lia suelta una carcajada y cuando logra calmarse el silencio vuelve a instalarse entre ambas.

Observando a los estudiantes a su alrededor resulta difícil ignorar las miradas que algunos les dirigen, la mayoría está en su propio mundo, pero hay otros que no les quitan la vista de encima y es obvio que eso incómoda a Jisu.., la castaña nunca ha sido fan de toda esa atención que siempre parece tener encima.

—¿Estás bien? —Pregunta, la observa durante algunos segundos, pero la más baja le ofrece una pequeña sonrisa.

—Estoy acostumbrada a esto.., las miradas y toda esa atención siempre han estado ahí., no es nada nuevo Ryujin. Gracias por preocuparte. —Le acaricia el brazo para intentar reconfortarla, pero ambas voltean al oír una risa demasiado familiar.

Soulmates • ITZYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora