Capítulo 17.- No te presiones demasiado

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Un Bugatti negro se detuvo lentamente afuera del patio.

Esa era un área remota con tan solo un puñado de casas en mal estado a la vista, por lo que un auto de lujo estaba claramente fuera de lugar allí.

El hombre en el asiento trasero dejó a un lado una pila de documentos que había estado leyendo para luego cambiarse el esbelto traje a la medida por una chaqueta vieja.

Sean se giró para mirar a su jefe, quien había estado teniendo muchos problemas al viajar de un lado a otro todos los días. "Usted solía venir aquí solo una o dos veces al año, jefe", señaló Sean. "Tiene villas por toda la ciudad, y podría simplemente mudarse a una de ellas con su esposa. ¿Por qué se molesta en venir a este basurero todos los días?".

Al escucharlo, Ethan le lanzó una mirada fría. "Has estado muy hablador últimamente. ¿Tanto tiempo libre tienes? Si no tienes nada mejor que hacer, también podrías encargarte de limpiar esas villas mías".

Callándose de inmediato, Sean miró hacia otro lado.

Ethan salió del auto, y una vez que estuvo fuera de la vista, Sean se abofeteó la mejilla y murmuró: "Estúpido. Hablaste demasiado".

Tan pronto como Ethan entró en la casa, encontró a Janet tendida en el sofá y con los ojos fijos en la pantalla de su computadora portátil. La mujer tenía rodajas de pepino pegadas a la cara, y en una de sus manos sostenía un vaso grande del que se asomaba un pequeño sorbete por el borde.

"¿Ya volviste? ¿No has comido todavía?". Aunque ella lo había oído llegar, no podía perderse ni un segundo de la serie que estaba viendo.

Ethan la encontró adorable. "Ya cené con un amigo", respondió él en voz baja.

Al darse cuenta de que las largas y esbeltas piernas de Janet estaban desnudas y descubiertas, agarró en silencio la manta gris del sofá y se las arropó antes de dejarse caer a su lado. "¿Cómo te fue en tu entrevista de trabajo?".

Entonces Janet se animó, y tras cerrar su computadora portátil, se quitó los pepinos de la cara y se los metió en la boca. "No vas a creer lo que estoy a punto de contarte", dijo ella con seriedad.

No obstante, Ethan ya lo sabía todo.

Riendo en su interior, se recostó y escuchó atentamente mientras ella le relataba los eventos de su día.

"Tal vez la empresa simplemente valora tu talento", comentó a la ligera apenas ella terminó. "Vi tu currículum ayer, e incluso yo creo que tienes excelentes habilidades".

Janet había estado esperando su rostro sorprendido, por lo que la que terminó siendo tomada por sorpresa fue ella al ver que su esposo se mantenía tranquilo.

"Tal vez", murmuró.

Al final, no le dio gran importancia;

en cambio, abrió su computadora portátil de nuevo con la intención de continuar con su serie. Sin embargo, se detuvo en el último minuto y volvió a mirar a Ethan. Él estaba leyendo una revista a su lado, luciendo bastante relajado.

Su chaqueta estaba desteñida hacia un color amarillo opaco y sus jeans estaban gastados, pero su rostro compensaba con creces su ropa. Si ella no supiera lo que había escuchado sobre él, incluso habría pensado que la ropa era de marcas de diseñadores antiguos, y que él se había vestido así a propósito.

"Ethan", dijo con su curiosidad saliendo a flote. "¿Qué diablos es lo que haces?".

Todo lo que sabía de él, aparte de su nombre, era que tenía esa pequeña casa, una madre fallecida y que la familia Lester lo había abandonado por ser un hijo bastardo, pero la verdad era que realmente no sabía prácticamente nada.

Además, él siempre salía temprano en la mañana y volvía a casa tarde en la noche, y a menudo lucía cansado, lo que podría significar que había estado trabajando duro durante todo el día.

Dejando la revista que estaba leyendo, él agarró otra diferente de la mesa de café. "Soy una especie de empleado de medio tiempo. Hago trabajos ocasionales aquí y allá".

Entonces hizo una pausa, como si se le acabara de ocurrir una idea, y levantando los ojos, miró fijamente a Janet. "Me temo que no tengo un trabajo estable. ¿Crees que podrías llegar a odiarme por eso?".

"Por supuesto que no", respondió ella sin dudarlo un segundo. A Janet no le importaban esas cosas, y de hecho ella le había preguntado eso solo por un leve interés.

'¿Soy terriblemente pobre, y a ella no le molesta?', se preguntó Ethan, anonadado por la respuesta de Janet.

De pronto, sus ojos se fueron suavizando, y tras aclararse la garganta, estuvo a punto de decirle que trabajaría duro para ganar más en el futuro, pero la mujer a su lado se le adelantó. "De todos modos, no somos más que una pareja de la puerta hacia afuera, y la verdad es que no espero que me mantengas, así que no te presiones demasiado".

El agarre de Ethan se hizo más fuerte en la revista.

"Entiendo", murmuró después de un rato con voz fría.

Confundida por el cambio repentino en su estado de ánimo, Janet se lo quedó mirando.

De hecho había sido él quien le propuso un matrimonio solo de contrato en primer lugar, y ella acababa de decir que no le reprocharía nada teniendo en cuenta eso. ¿Por qué él estaba tan disgustado entonces?

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora