Entre La Espada Y La Pared // Chaelisa & Jenlisa

Presentación

Brooklyn NY EU

Había perdido la noción del tiempo mirando por el ventanal de mi edificio, tratando de encontrar una solución a todo, sin embargo lo único que pasaba por mi mente era ella, las hermosas facciones de su rostro qué juraría que si alguien la mira pensarían que no podría dañar ni a una mosca, con esa perfecta dentadura formando la mejor de las sonrisas o esos ojos color café, café que produce desvelos en los cuales podrías perderte perfectamente.
Pero no todo lo que brilla es oro, no? O eso es lo que dicen...

Me llamo Jennie Kim y esta es mi historia
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Jennie

Iba de camino al instituto mirando mi reloj sabiendo que tenia buen tiempo para llegar, prefería caminar porque de esta forma podía apreciar un poco mejor la ciudad, los pájaros cantando sobre los árboles o a las personas pérdidas en sus mentes y problemas.

Mi padre siempre me lleva al instituto junto a mi hermana y por las tardes mi madre se encarga de recogernos, pero hoy mi padre tenía una junta importante en su trabajo y mi madre tenía que ir con Irene a su clase, es por eso que hoy me dirijo a mi escuela caminando.
Salí de mis pensamientos de golpe cuando escuche el chirrido de una llanta frenándose de golpe.

- Eh! Chica ¿Por qué no te fijas por dónde vas? - me dijo una voz femenina que salía a través del casco.

- Lo, lo siento, venía un poco distraída - contesté en tono asustado y confundida al ver que estaba cruzando la carretera sin haberme dado cuenta.

La persona montada en aquella motocicleta que pude distinguir que era una Harly-Davidson no porque supiera mucho sobre ellas sino porque eran las letras que se leían en ella. Simplemente me observo a través de su casco y aunque no podía ver sus ojos me sentí intimidada por ella, así que sólo me fijé a ambos lados de la calle y me dispuse a seguir mi camino.

Mientras iba avanzando pude sentir que alguien me seguía, así que eché una mirada hacia atrás y pude notar aquella motocicleta siguiéndome a velocidad lenta por lo que decidí caminar más rápido hasta que desapareció.

Llegué al instituto saludando a algunos de mis compañeros y a mi mejor amiga Jisoo que me sorprende tomándome una foto a lo que yo tomo mi cabello y hago una mueca graciosa cuando entra nuestra profesora cerrando la puerta de golpe.
Y así es como mi día da inicio con la aburrida clase de literatura inglesa.
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Lisa

Me encontraba mirando a la persona sentada en aquel escritorio enorme en compañía de mi abogado, miré hacia atrás, mi padre y mi hermano estaban sentados con su mirada fija en mi cuando oímos la voz del juez.
-Póngase de pie la acusada- dijo sin mirarme - Este tribunal declara a la señorita Lali̇sa Manoban, culpable de agresión física con una sentencia de 18 meses de cárcel, pena que será conmutada con una multa de 10 mil dólares al carecer de antecedentes penales, se cierra el caso- Dijo dando un golpe a su escritorio.

Quería salir tan rápido de ese lugar que ni siquiera me tomé la molestia de mirar a mi padre y mi hermano, el abogado venía detrás de mi diciendo que debería pensar mi situación porque podría tener serios problemas y de ser así ya no podrían ayudarme.
Bajé las escaleras del edificio, subiéndome a mi preciosa motocicleta para irme y pensar un poco las cosas, en el camino podía observar a mi al rededor todo pero sólo me llevaba a preguntarme por qué mi madre se había ido, me hacia mucha falta pero Dios de algún modo decidió llevársela sin yo poder hacer algo.
Mi madre murió cuando yo tenía tan solo 8 años dejándonos solos a Bambam y a mi, por suerte el señor Marco nos cuidó desde aquel entonces, él no era mi verdadero padre pero parecía que si pues nos cuidó desde niños y nos reclamó como sus hijos, aunque yo no fui la mejor hija para él.

Mientras iba conduciendo distraída un poco en mis pensamientos respire profundo cerrando los ojos debido a que una chica parecía cruzar la calle sin haberse fijado si quiera, por lo que frene de golpe.
-Eh! Chica ¿Por qué no te fijas por dónde vas? - dije un poco molesta por lo ocurrido.
- Lo, lo siento, venía un poco distraída - contestó un poco asustada a mi parecer.

La observé desde dentro del casco de pies a cabeza, parecía una de esas niñas ricas, caprichosas y muy molestas pero algo en ella me atrapó, sus increibles ojos que parecían de un felino que en este momento parecían más bien de un pequeño gatito asustado. Ella simplemente comenzó a caminar por lo que decidí arrancar a velocidad lenta para observarla, de pronto volteo a mirarme, quizá se asustó y pensaría que le haría daño porque apresuró el paso, lo cuál me hizo reír...
Sin ninguna otra intención acelere el paso para dirigirme a cualquier otro destino donde pudiera sentirme un poco mejor, aunque debo admitir que al mirar a esa chica con ojos gatunos podría decir que algo había cambiado, sobre todo mi estado de ánimo.

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