-.𝙊𝙣𝙚.-

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"Las personas suelen pensar que cuando odias a alguien, no hay manera de que esa persona pueda congeniar con la otra, pero a veces simplemente existen excepciones"






















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Escuche el ruido de mi alarma, la cual ya le había agarrado un buen de odio. Es mentira cuando te dicen que si colocas tu canción favorita de alarma te levantas con ánimo, no más funciona los primeros días. Paso de ser mi canción favorita a ser la canción más irritante que había escuchado en mi vida, ni modo, tocó salir de la cama.

Bajé a la cocina donde se encontraba mi madre, solo vivíamos las dos solas con mi gatita, Sofía.

-Con que por fin te dignas a bajar, ya iba yo a tirarte un cubo de agua pa' que te levantes.- habló mientras soltaba una risa.

-Que linda mi mami, tan cariñosa.- le respondí mientras me sentaba en la silla de madera para poder desayunar.

De repente Sofía maullo, ella quería que le de un poco de mi comida, lo cual no iba a hacer, después de una anterior experiencia.

-Nombre, ya te voy a dar yo tu comida pa' gato, la otra vez te arrojaste el pedazito de pollo que te di.- le regañe, como si esta fuera a entenderme. Terminé de desayunar y me levanté de mi asiento para poder alimentar a mi pequeña gata con su respectiva comida.

Al terminar, subí a mi habitación para bañarme, cambiarme y peinarme, era mi rutina, un poco aburrida, la verdad. Después de estar lista, fui a ver la hora de mi habitación para saber cuanto tiempo me iba tardar en llegar, ya que mi colegio quedaba cerca de mi casa, iría caminando.

Abrí los ojos como platos al ver la hora, iba ya 20 minutos tarde, salí corriendo de mi casa, no sin antes despedirme rápidamente de mi madre.

Mientras corría mi cabello bien peinado, según yo, se desordenaba más, haciendo que rápidamente me despeinara.

Mientras entraba apresurada al colegio choque con alguien, haciendo que caiga al piso junto con mi mochila. Gracias mala suerte.

-Un dorito y me perdonas.- dije para aquella persona que aún yacía en el suelo. Aproveche para levantarme rápidamente, sin dejar que esa persona pueda responderme. Le había prometido un dorito a alguien que ni siquiera conocía, ojala no me busque luego, me daría bastante penita.

Antes de salir corriendo, vi de reojo a la persona con la que me había chocado, ya que tenía prisa, en lo poco que pude ver, vi a un chico ¿rubio?, muy extraño de ver alguien así y más porque mi colegio no parecía de gringos.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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-.𝘼𝙢𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙘𝙪𝙣𝙙𝙖𝙧𝙞𝙖.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora