Destinada a renacer

2 - Nueva vida

Su conciencia iba y venía por momentos, pero ella mantenía sus ojos cerrados, tenía que averiguar todo lo posible sobre este lugar. Ya no había duda alguna, había reencarnado, tenía una segunda oportunidad y no podía desaprovecharla. Por los fugaces y borrosos recuerdos de su vida anterior pudo darse cuenta de que había sido un desastre de mujer y posiblemente había fallecido muy joven, había sufrido abuso y maltratos desde temprana edad y había vivido en las calles haciendo lo que fuera para sobrevivir. Aquí al parecer tendría que repetir esa historia de supervivencia, no entendía como era posible, pero estaba en el cuerpo de otra persona. A juzgar por lo rígido de su cuerpo llevaba mucho tiempo en cama ¿Quizás estaba enferma? Debía escuchar y prestar atención a cualquier detalle, a cualquier mínima pieza de información que pudiera recibir, tenía que aferrarse a lo que fuera para aprovechar esta nueva oportunidad que le habían dado de vivir.

La puerta sonó al abrirse y escuchó entrar a un par de personas. Uno de los dos tomó su mano con suavidad y pudo sentir algo cálido que entraba por su piel y avanzaba por todo su cuerpo. La deliciosa sensación duró un rato hasta que escucho a alguien hablar.

—Jens ¿Cómo está? —preguntó una tosca voz masculina

—Nada bien, no parece que la hayan atendido en mucho tiempo —habló alguien muy cerca de ella, al parecer el que había tomado su mano, su voz sonaba fría e inexpresiva —la mantuvieron viva, pero solo eso. Su estado es deplorable, nunca había visto a nadie así, es cierto que su caso es único— apretó un poco su brazo en diferentes lugares, al parecer examinándola— pero sus articulaciones y músculos están atrofiados, al parecer nunca se encargaron de cuidar su cuerpo apropiadamente así que va a necesitar masajes y magia curativa por un tiempo antes de poder pararse de la cama, aparte de cuidados especiales y su alimentación debe ser muy estricta —añadió con un leve tono de molestia en su voz.

—Maldito conde Ellerys, ¿Cómo pudo descuidar así a su propia sobrina? ¿A la princesa heredera? —sonaba indignado al decir esto

—Yo tampoco lo entiendo Sir Baldassare —suspiró Jens irritado— esto se ve muy mal y me temo que lo va a poner en una situación bastante incómoda frente al rey y a la sociedad noble, quiero ver como el conde va a explicar esto cuando el sanador real la examine.

—La cara del jefe cuando ella cayó en sus brazos era de miedo, el conde la debe estar pasando mal intentando darle una excusa tras otra. Pero al menos aprovechamos la oportunidad de que está entretenido para escabullirnos y que pudieras examinarla tú mismo.

—Kadir la vio por última vez hace doce años, no debe haber sido agradable volver a verla en este estado

Se quedaron en silencio de repente mientras ella podía sentir la calidez, adentrándose en lo profundo de su ser.

—¿Qué demonios? —preguntó Jens de repente. Estaba molesto, se podía escuchar en el súbito cambio de su tono de voz mientras ella sentía como colocaba la otra mano en su frente —Parece que han estado sucediendo más cosas en esta mansión.

—¿A qué te refieres? ¿Qué descubriste?

—Algo que no tiene sentido alguno, si el conde es su tutor legal, quien ha estado representando a la princesa ante la sociedad. Si él es quien ha estado cuidando de sus propiedades, riquezas e ingresos y es quien se ha estado beneficiando con la herencia de su sobrina mientras ella dormía, entonces ¿Que ganaría con su muerte? —su voz sonaba como si tuviera los dientes apretados —¿Cómo permitiría que bajo su propio techo la estuvieran matando lentamente?

—¿Qué? —Sir Baldassare sonaba sorprendido— ¿Estás seguro de lo que dices Jens? Esa es una acusación muy seria, si ella muere bajo el cuidado del conde...

—Por eso digo que no tiene sentido alguno, en todo este tiempo el conde debe haber amasado una enorme fortuna a expensas de su sobrina, así que su prioridad debería ser mantenerla a salvo.

—Algo no acaba de encajar aquí —Sir Baldassare sonaba pensativo— incluso en caso de que a la princesa le sucediera algo, todavía quedarían varias personas con derecho al trono antes del hijo del conde.

—Ahora que lo mencionas, mis informantes dicen que él estaba tan sorprendido como todos, como nosotros, por el despertar de la princesa, no aliviado, no feliz, solo sorprendido.

—Casi como si no contara con que esto pudiera suceder, acaso crees que él...

Hubo un profundo silencio mientras sentía que Jens soltaba su mano y procedía a tocar su pecho donde esa sensación de calidez nuevamente la inundó, era tan relajante que estaba luchando por no quedarse dormida.

—Esto es grave y lleva implícito que este lugar es extremadamente peligroso para ella, es imposible que esto estuviera sucediendo bajo sus narices sin que él lo notara, le gusta tener todo bajo un estricto control.

—Antes del accidente el padre de la princesa había recibido el título de príncipe heredero, así que al ser ella la única sobreviviente de su familia, el resultado es muy obvio sobre quien heredaría el título y el poder de ser el próximo soberano de Alstania, ella es la próxima regente —Sir Baldassare sonaba muy serio

—Esto significaría atacar directamente a la familia real, y ser acusado de traición, algo cuyo castigo es la muerte —la voz de Jens sonaba fría— solo alguien con un muy buen plan de respaldo y absolutamente nada que perder haría algo tan peligroso como esto.

—Pero acaso ¿No es demasiado obvio? Si esto saliera a la luz todo apuntaría directamente al conde, debería haber sido más cuidadoso si quería sacarla del camino.

—Lo fue —suspiró

—¿A qué te refieres Jens?

—Su maná, han estado usando algo para mantenerla dormida y drenar su maná muy lentamente para provocar una muerte natural. Si hubiera seguido a este ritmo, apenas hubiera durado solo unos cuantos días más. Sus órganos hubieran fallado y el desenlace hubiera sido su final —volvió a suspirar Jens— ni un sanador de alto nivel lo hubiese notado. De un examen normal solo habría concluido que ella tenía muerte cerebral causada por el accidente, lo cual explicaría por qué nunca despertó y luego esto habría provocado que muy lentamente su maná se hubiera agotado.