El Dios Verdadero (Warhammer 40k)

Parte 3 Su nombre

(Quisiera recalcar que habrá referencias como citas bíblicas la lectura será mas fluida si se tiene una biblia en mano para leer mejor disfrute, respeto a la historia no se busca juzgar ni atacar a ninguna persona sobre su religión se usara el cristianismo en esta historia, quiero recalcar que los derechos de la franquicia Warhammer 40k no es de mi pertenencia derechos a sus respectivos creadores)

Seria despertado por el sonido de disparos de artillería, gritos de alarma, soldados desplegándose por la ciudad, preocupado de las personas corriendo a gran velocidad encontrando a la gente moviéndose a los refugios improvisados, llegando para saber lo que estaba sucediendo cuando el sonido de rugidos llamaría mi atención solo para apreciar la ausencia de la luz del sol solo siendo una respuesta clara Tiranidos, estaría con las personas estando asustadas intentando calmarlas pero no me detendría ahí, llegaría al borde de la ciudad donde el Astra militarum, hermanas de batalla, comisarios y mas equipos militares estaban el sonido de la batalla era ensordecedora los pandilleros estando preparados por si los Tiranidos tocaran tierra, los cañones eran lo único en interponerse, un Eclesiarca gritaría para obtener las miradas del ejercito, no se encontraba ningún Marine Espacial recalcando aun mas el inminente peligro 

Eclesiarca: ¡Esos sucios xenos caerán por la gloria del Dios Emperador peleen con todo lo que tengan sean elegidos por el, dando su vida si es necesario!

El grito de los soldados resonaría en el lugar aumentando su moral con falsas esperanzas solo obtendríamos el resultado de la muerte de todo ser viviente 

La gente de la ciudad me vería con miedo, sin saber que hacer, solo pudiendo calmarse unos a otros con su esperanza en Jehová, eso me destrozaría el corazón solo pudiendo cerrar los ojos para hacer una oración personal 

Adrián: Jehová por favor observa estas personas claman a ti en señal de ayuda solo cuentan contigo tenemos fe en ti que dirá la gente, se que no me enviaste para morir te ruego desde el fondo de mi corazón que nos ayudes 

Una paz calmaría mi mente como si me dijera lo que debería hacer, levantando mi vista para verlos con una sonrisa seguido dando media vuelta para dar paso al lugar donde las tropas se preparan, pasando entre la gente para seguir pasando la defensa establecido la gente me vería como si deseara morir, los disparos Tiranidos harían acto de presencia pero mi paso no se interrumpiría sin daño presente en mi, los cañones no podrían frenar a toda la flota siendo su avance inevitable, acercándose cada vez mas a tierra las tropas clamaban al Emperador para protegerlos, su angustia era evidente estando listos de disparar en mi posición pues seria el lugar donde caerían

El inquisidor sabría quien era, listo para acabar con mi vida creyendo en ser el culpable de todo pero estaría hablando estando a punto de ser devorado 

Adrián: ¡Jehová presta atención a nuestros gritos de auxilio, pero escucha como ellos claman a un hombre que hacen llamar Dios, clamo ante ti porque se que tu solamente eres el Dios Verdadero el creador de la humanidad demuestra tu mano de salvación, tu nombre esta en juego, glorifica tu nombre!

Al terminar de decir esas palabras un estruendo se presentaría antes de decir siquiera una palabra un remolino de llamas caería frente de mi, aumentando su tamaño siendo mas grande que la ciudad colmena, los Tiranidos no podrían escapar atrayéndolos a el siendo devorados por las llamas donde la oscuridad fue sobrepasada por la luz, todos pudieron ver eso con un impacto incomparable las hermanas de batalla estarían en shock no podían creer, el inquisidor no tendría palabras, el Eclesiarca intentaría atribuirle el merito al Emperador solo para ser atraído hacia el tornado de llamas, todos los soldados del Astra militarum soltarían sus armas, solo pasando unos momentos desapareciendo el tornado, el silencio se apodero del lugar, estaría regresando a la ciudad, los soldados se movían de mi camino cuando me tope con un inquisidor mirando fijamente hacia mi, queriendo empuñar su arma pero en sus adentros podía saber como seria inútil intentar desafiar algo así