3. Todo un descarado.

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     Encerrado en su habitación, acomodado entre sus cálidas sábanas que calentaban más al rubio, el constantemente soltaba algunos jadeos debido a sus toques, apretando su propio muslo así mismo y dedicando a su otra mano a divertirse.

Cada vez más agitaba más, su sonrisa insconcientemente se iba marcando por el placer y cerraba sus ojos para aumentar la imaginación.

Realmente por fin estaba teniendo una buena noche tratando de desviar su mente de tantos estúpidos exámenes donde tenía que lidiar con su compañero.

Eso no importa... Ahora el mismo estaba disfrutando de su noche gracias así mismo y no pararía hasta que-

—Tsk, a la mierda...

Su celular de al lado comienza a sonar y a vibrar como loco. Mira su nombre y voltea sus ojos estando totalmente harto.

No debería contestar... Son las nueve de la noche.

O puede ser que tal vez es importante y algo le hace falta. Sasori no hace llamadas sin razón o por simple gusto.

Contesta.

—¿Aló? —dice mientras reduce su trabajo haciéndolo lentamente.

—¿Dei? ¿Estás ocupado? —pregunta el pelirrojo antes que nada.

—U-Uhm, algo... —el había soltado un tembloroso suspiro al contestar—... Olvidalo, ¿que necesitas?

—Oye, yo... Quería mencionarte que mañana te toca llevar la lámina, lamento no habértelo dicho temprano porque... Porque... —Sasori de pronto se estaba percatando de los putos extraños gemidos que se escuchaban tras el micrófono del celular.

Frunce el entrecejo y hace un gesto casi incomodo

—Aja... ¿Por qué? ¿Por qué, que? —traga saliva para calmar su voz

—No me jodas hombre —expresó—. ¿Te estás masturbando?

—...

Hubo un pequeño silencio entre los celulares, hasta que Sasori intenta interrumpir:

—Mierda, bueno... ¡Solo quise decirte eso, okey! ¡Mañana lleva la puta lámina!

—¡S-Si! ¡No molestes, hm! —refunfuño, dándose cuenta que le estaban jodiendo su maldita paja.

Sasori después casi se muere de la risa y prefiere incomodarlo un poquito más en el celular solo por diversión.

—Cielos Deidara... ¿Que te habrá calentado tan así?

—¿Que te interesa? ¿Acaso un hombre no puede autocomplacerse un rato por las noches? —defendió.

—Si —responde burlón—. Me pregunto qué clase de cochinadas pasan por tu cabeza ahora mismo mientras te haces la autocomplacencia... Apuesto a que debes tener fetiches muy extraños —trató de poner la voz lo más grave que podia hacerla, de manera más coqueta y sensual, le quiso lanzar un suspiro al micrófono para que escuche, como si fingiera un gemido varonil.

Eso a Deidara lo saco de onda y casi le da un total gay panic.

Sasori estaba siendo un maldito... Más homosexual de lo que ya era, ¡se cree irresistible!

—Anda, dímelo... ¿En que piensas? Tal vez yo pueda ayudart-

—Me calenté pensando en tu mamá —respondió directo y le corto inmediatamente.

Deidara quedo viendo a la nada con su miembro en la mano, muerto de la vergüenza...

Y Sasori había quedado asqueado y molesto por la falta de respeto del rubio tan descarado.

Mañana lo mataría a golpes.

Ahora a Deidara no le queda más que terminar su trabajo que había empezado...

Pero ahora era difícil...

Ya que la imagen de Sasori no deja de pasearse en su cabeza...

—Que más da, hm... —exhala.

Continuó de nuevo.

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⏰ Última actualización: May 12, 2023 ⏰

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Los Jotos | SasodeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora