Me levanto, poniéndome mis pantuflas de perro y me acompaña hacía el comedor una sensación extraña, creo que es uno de esos días en donde todo va a salir bien durante un periodo de tiempo, después algo se tuerce y al final del día acabas arrestada y sin móvil durante todo el finde semana. Así que... intentaré que salga más o menos todos bien.
-Hola, mamá-. Ahí estaba, la mujer de mi vida, una rubia, de ojos claros y de una estatura media, sonrío al recordar todas las veces que me burlo de ella por haberla superado de altura. Tuve suerte la verdad que madre más guapa, aún que a menudo mis amigos hacen burlas sobre que están con mi madre etc. Pero se les quita rápido la bobería.
-¡Mi amor!-.
-¿Qué? ha perdón, es que... estaba pensando en lo guapa que eres-. Le guiño un ojo.
-Bueno eso no se niega-. Hace un ademán con las manos para restarle importancia.
-¿Vas a hacer algo en la tarde?-. Le pregunto mientras me preparo el desayuno.
-Sí, tengo que hacer unas cosas del trabajo-. Intento ocultar mi decepción, tenía pensado pasar la tarde con ella, ya que siempre está trabajando al igual que mi padre, que no se encontraba en casa por un viaje de trabajo.
-Vale, pues nos vemos por la noche, supongo ¿no?-. Al menos nos quedaban las películas o telenovelas cuando regresaba por la noche, nos contábamos el día mientras comíamos cualquier comida chátara. Con eso me conformaba.
-Sí, hoy sale un nuevo capítulo de nuestra telenovela colombiana-. Dice con un todo colombiano, a lo que las dos reímos.-Chao, mor, ya nos veremos más tarde-. Me dio un beso en la frente y se fue riendo.
Ya una vez desayunada, me di cuenta de que me daba una pereza hacer cualquier cosa, así que seguí a mi cansancio hasta mi camita, de nuevo. Recién estar arropada, el calor más las agujetas del poco ejercicio que hice ayer-a veces por la tarde me sale la vena del ejercicio y hago un poco- me dejó fatal el cuerpo, no me resultó muy complicado volver a dormirme.
***
Unos gritos mezclados con unos ladridos me levantaron de golpe. El chisme es el chisme, y como en este pueblo no pasa nada nunca, pues decido salir a la calle . No quería salir a la calle, pero desde mi casa no se ve nada, eso significa que si quería enterarme de lo que pasaba tendría que salir, y no dudé. Tras pasar la puerta, vi a un chico corriendo y la verdad no entiendo el porque, ¿Tanto grito por correr? No, dudo mucho que sea por eso. Para no levantar sospecha y que no me tachen de maruja, intento hacer como que estoy recogiendo flores del jardín, no sé si eso se ve más raro-no sé ni que flores estoy cogiendo- pero sigo disimulando. Dé repente veo que el chico se para, me mira y cuando bajo la mirada veo una mancha negra venir en mi dirección a toda velocidad. No sé muy bien pero de repente siento que mi espalda toca el suelo, abro los ojos y la mancha negra resultó ser ¡un perrito!
-Lo siento, Cookie no para de escaparse-.
-No pasa nada, creo que es lo más interesante que me va a pasar hoy-. Él ríe un poco. Me pongo de pie sacudiéndome el pantalón de pijama. - Lo que la próxima vez no grites tanto, te perdono porque es un perro-.
-En mi defensa, yo no te obligué a salir, pero lo de los grito sí fue culpa mía, me disculpo de nuevo-. Me ofrece una mano en forma de paz, no veo porque no estrechársela, la acepte sin dejar de mirarlo.
-Bien , pues me vuelvo a casa, un libro me espera-. Me doy la vuelta yendo otra vez a casa pero...- Por cierto, no, no me obligaste, pero tenía que recoger una flores, era muy importante-. Lo miro de nuevo pero esta vez seria, espero que se lo crea.
-Sí, seguro-. Murmuró entrecerrando los ojos.
-Bueno-. Me acerco a Cookie el cual estaba en los brazos del chico, lo acaricio y me doy la vuelta.- Adiós-. Agito mi mano en el aire estando de espalda, no espero respuesta para cerrar la puerta de nuevo.
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El chico de al lado
Romance¿Qué pasaría si rompiéramos las reglas? Si en vez del la chica la que se enamora primero fuera... ¿el chico? ¿ Os apetece romperlas conmigo? Y otra condición, ¿estarías dispuest@ a enamorarte de un alvino? Al que por cierto, le encanta el romanc...