Tiempo sin estar tranquila, es raro, pero llevo dos semanas sin ser molestada. Desde que ese chico...¿Como era? ¡Ah sí! Jaden. Desde que él me defendió ya nadie me molesta, mi única responsabilidad es estudiar y socializar fuera de este centro de locos.
-Señorita Blutsen, señorita Reyina Blutsen.
"No, ¿Por qué tuvo que decir mi apellido?"
-Acuda al despacho del director, por favor.
Ojala pudiera tirarle una piedra al maldito megáfono, o mejor, tirarle una piedra a la Señora Crover, la secretaria del director Smith.
Al llegar al despacho, como era costumbre, La señora Crover se levantó y abrió la puerta del despacho en el que se encontraba el director.
-Señor director, aquí esta la señorita Blutsen.
-Oh, adelante Reyina.
Justo iba a hablar cuando Roy, el director, el único de todo el instituto que no me disgustaba y el único que sabia como era mi voz, me señalo el sofá en el que solía yo estar al venir a charlar. Y ahí estaba Jaden tumbado tranquilamente con sus ojos claros mirándome, solté un suspiro y me senté en la silla que estaba al otro lado de la sala.
-Bueno, Reyina, ya sabes que mañana tenemos una excursión a Alcatraz, un sitio en el cual hay que tener cuidado y ser discretos o no volverán a dejarnos entrar.
Solo asentí con la cabeza y deje que Roy continuara.
-Como bien sabrás el señor Wets no es el mejor en ello.
Miré a Jaden y aguanté la risa ¿Ya se ganó la fama de mal alumno? ¿En tan solo dos semanas?
-Quiero que te encargues de él.
Las ganas de reír desaparecieron, abrí los ojos por completo y justo en ese momento escuche como él se reía de mi. Después de terminar de reírse casi un minuto dijo:
-¿Ella? Vamos Roy. Ella no podría ni controlar a un perro ya enseñado. No habla ¿Pretendes que escuche a alguien que me hable por señas?
-Jaden, le obedeceras si no quieres quedar expulsado.
-Eso no me preocupa. Además, no obedezco a gente mal educada.
-¡¿Qué yo soy mal edu...
Automáticamente me tapé la boca. "Oh, dios mio, ¿Acabo de hablar?" Fijé mi mirada en ambas personas, las cuales me miraban fijamente y prácticamente con la boca abierta, sobre todo Jaden, ¿Qué le sorprendió tanto?
-Reyina, ya es igual, te ha escuchado.
-Sí, supongo que tienes razón.
Miré a Jaden. Si las miradas mataran estaría cien metros bajo tierra.
-Como le digas a alguien que yo he abierto la boca...date por muerto, niño repelente.
-Callate, reina del hielo.
Roy intercedió en nuestra "discusión".
-Él no dirá nada. Reyina, en la excursión no te quiero ver a mas de un metro alejada de él.
-Esta bien, pido permiso para pegar.
-Sólo si es estrictamente necesario.
-¡Espera! ¡¿Qué?!
Comencé a reír al ver la cara que en aquel momento puso Jaden. Era una mezcla entre sorpresa, furia e incredulidad. El timbre sonó, hora de irse de este manicomio. Volví a poner mi rostro serio y frío, el que siempre mostraba en este lugar.
-Y vuelve la reina del hielo.
Bufé al oír aquellas palabras del repelente Jaden, el cual se acercó a mi oído en menos de un segundo. Quedé inmovilizada, no lo esperaba para nada.
-Nos vemos mañana.
Se me heló la sangre y un escalofrío recogió todo mi cuerpo, aquella voz y aquel simple gesto de acercarse a mi se me hizo tan extraño y ¿Desagradable? No sé si me gustó o no y no quería comprobarlo.
Nunca había deseado tanto no ir al instituto, no quería ocuparme de Jaden Wets, hasta aborrecía su nombre.
-Reyina.~
"No puede ser, él... ¿Vive por aquí?"
-Fíjate tú que casualidad encontrarte por aquí Blutsen.
-No quiero que hoy me molestes Wets.
-Lo intentaré. ¡Ah! Recuerda, no mas de un metro de distancia.
Ese tono de voz..¿Qué pretendía hacer? Seguro que me metería en problemas por culpa de él, maldita sea su existencia.
Sin decir palabra llegamos al parque donde nos reuníamos para coger el bus a La bahía de San Francisco, en California, no muy lejos de donde ahora estábamos.
-Muy bien...chicos..¡Hey! ¡Atiendan o tos tendrán un cero!
En ese momento se hizo el silencio y todos miraron hacia donde estaba la profesora de ciencias.
-El autobús, no se come, no se chilla y ahí que sentarse por parejas...
"¡No!"
-...Quieran o no. Cuando lleguemos a la Bahía cogeremos un ferri que nos llevara a la isla, en el ferri hay que estar atentos nos contaran algunas cosas de Alcatraz.
En aquel momento llegó nuestro bus y un montón de chicas se abalanzaron hacia Jaden, él no se veía muy agobiado, caí al suelo puesto que una de ellas me empujó.
-Hey..hey...tranquilas. Siento deciros que hoy no podré ponerme con ninguna, según el director debo ponerme con ella.
Me señaló. Todas ellas me miraron con mas odio del que nunca había visto, Jaden me extendió la mano y yo, automáticamente me levanté sin su ayuda, sacudí mi pantalón y caminé al bus, donde me senté junto a la ventana, segundos después Jaden se sentó junto a mi.
Durante el viaje todo fue tranquilo hasta que Jaden abrió la boca.
-Oye, reina del hielo.
Le miré en silencio esperando que continuara la frase.
-¿Por qué no hablas con nadie del instituto?
Miré a mi alrededor, nadie estaba prestando atención y las dos únicas personas que podían escucharme estaban dormidas.
-No quiero malgastar saliva con semejantes imbéciles.
-¿Ah?
-Si hablara con ellos seria para contestar a sus insultos o simplemente decir "No, no te dejo los deberes".
-No todos so...
-Sí, quizás contigo no. Pero porque eres popular entre las chicas. Yo ni "Hola" pude decir. Conmigo solo son crueles, solo me utilizan, no merecen mi tiempo.
-Oh...
Creo que iba a decir algo más, pero el bus frenó y no le dio tiempo.
Todos bajamos del bus y automáticamente entramos al ferri, allí el monitor o guía nos empezó a explicar la historia.
-Alcatraz fue construida en 1847, tiene 7,63 ha y fue tanto base militar como prisión estatal. La historia de la base militar la relataré de forma resumida, para que nos de tiempo a contaros la que mas le interesa a los visitante, Alcatraz como prisión.
El Ejercito de los Estados Unidos comenzó a estudiar la idoneidad de isla Alcatraz para el emplazamiento de baterías costeras para proteger el acceso a la bahía de San Francisco. En 1853, bajo la dirección de Zealous B. Tower, el Cuerpo de Ingenieros comenzó a fortificar la isla, labor que continuó hasta 1858. Cuando estalló la guerra civil estadounidense en 1861, la isla montó 85 cañones, incrementando a 105 en 1866, en casamatas alrededor del perímetro, aunque el pequeño tamaño de la guarnición significaba que sólo una fracción de las armas podrían ser utilizadas al mismo tiempo. Alcatraz nunca abrió fuego, aunque durante la guerra se utilizó para encarcelar a los simpatizantes de los Estados Confederados de la costa oeste. Ahí empezó su trabajo como prisión.
Bueno, comencemos con su trabajo como prisión, ¿Alguien sabe quien es Roberto Stroud?
Jaden alzó la mano, desde un principio se le veía interesado en este tema, ¿Le gustaba o solo se informó para quedar bien? El guía le dio la palabra.
-Por lo que sé, él estuvo 17 años aquí, en Alcatraz, se le conocía como "hombre pájaro de Alcatraz". Pasó seis años en segregación en el bloque D y uno en el hospital de la cárcel.
-Muy bien y ¿Sabes quién es Al capone?
-Sí. Cuando llegó Al Capone a Alcatraz, los funcionarios de la prisión dejaron claro que no recibiría ningún tipo de trato preferencial. Mientras cumplía condena en Atlanta, el gánster aún controlaba la mayoría de sus negocios con la compra de los guardias.
En su estancia en Alcatraz, fue preso de la tortura psicológica ocasionada por la regla de silencio en donde nadie hablaría a menos que un oficial norteamericano lo hiciera primero, dejando el lugar con una atmósfera inhumana y tortuoria. Solo estuvo allí cuatro años y medio porque murió de sífilis.
-Muchos personajes como estos dos estuvieron encerrados en esta prisión y muchos intentaron escapar, ninguno lo consiguió, siempre que lo intentaban morían. En este lugar torturaban a la gente y les mataban si hablaban mal de este sitio, debían decir que allí eran bien tratados, aunque era todo lo contrario. La gente moría constante mente de hambre y le echaban la culpa a otros presos.
Una vez terminada esta historia yo tenia una muy mala sensación y sentía que me desvanecía, no me gustaban las historias de miedo y esta se asemejaba mucho a una. Inconscientemente me pegué mas a Jaden, que estaba sentado al lado mía, él me miró y soltó una risita, lo que hizo que me percatara y automáticamente me apartara de el.
-Estas blanca como la nieve, reina del hielo.
El ferri atracó y todos bajamos. "Menudo edificio mas grande y tétrico." Esta vez sí me di cuenta, me escondí tras Jaden, pero no hice nada al respecto, prefería eso antes de desmayarme en medio de todos, odiaba esta excursión.
Primero visitamos la enfermería, por allí pasaron millones de personas, al parecer, se decía que experimentaban con ellas. Yo cada vez estaba mas cerca de Jaden, él solo me miraba de vez en cuando, parecía preocupado. ¿Tan mala pinta tenia mi cara?
Pasado un rato en el que visitamos todo los alrededores de la prisión se me pasó, me retiré de Jaden y continúe escuchando al guía, no era tan malo, ya no había nadie por allí. Entramos a la prisión, era horrible, en algunas celdas incluso había cadenas, en otras simbología satánica y en otras las paredes rasguñadas. Se podía sentir la agonía de aquel lugar. En un momento de despiste vi a Jaden desviarse del camino y no tuve mejor cosa que hacer que seguirlo.
-¡Jaden! ¡Jaden!
Comencé a gritar su nombre una vez que me vi sola y lo vi a el mas adelante. Dejo de caminar y se giró, conseguí alcanzarlo.
-Te estas equivocando de camino.
-Solo quiero divertirme.
-No puedes, volvamos.
Él continuo andando, pero, antes de que se alejara demasiado, le cogí la muñeca, haciendo que parara.
-¡Volvamos!
-Solo estoy buscando la sección D. Allí si que sera interesante, muchos presos famosos estuvieron..
-¡Me da igual! ¡Volvamos ya!
Él puso los ojos en blanco y se libero la muñeca.
-Si tanto quieres volver, camina y vuelve.
-Pero..ya no están.
-Entonces calla y camina, reina del hielo.
Mi temor aumentaba por momentos, aquellas celdas rebosaban odio, temor, desesperación, agonía...era tan aterrador, no me gustaba pasear como si nada, pero, por lo que se veía Jaden disfrutaba mucho. Imbécil.
Cuando al fin llegamos a la sección D él se puso a buscar una celda en concreto, al encontrarla entro en ella y yo junto con él. Había símbolos extraños, palabras obscenas, de todo. Derrepente la puerta de la jaula se cerró lo que hizo que yo pegara un grito demasiado fuerte por lo que hubo un derrumbamiento. La puerta de la jaula se bloqueo por una gran roca. En aquel momento Jaden maldijo por lo bajo e intento abrir la jaula, al darse la vuelta le oí gritar mi nombre y noté como me sostuvo de los hombros, vi como movía la boca, pero, por alguna razón no escuchaba sus palabras, solo un pitido extraño, sentí agua recorrer por mi cara desde la frente, todo mi cuerpo estaba lacio lo que hizo que cayera al suelo, gracias a Jaden, lentamente y sin hacerme daño. Él me recostó en la pared y me toco la frente, vi como apartaba la mano, sangre, ¿Era suya? En aquel momento vi una piedra en el suelo llena de sangre. Levanté mi mano hasta la frente, una herida, me había caído una piedra en la cabeza.
-¡Oye! ¡¿Me escuchas?!
Al fin, al fin podía escuchar su voz. Fijé mis ojos en los de él, se veía tan preocupado.
-Sí..
-Menos mal..
Él miró su camiseta hasta encontrase un cacho donde estuviera limpia, al encontrarlo lo arrancó y me lo colocó en la herida.
-No es grave, es un leve golpe, pero sangra mucho.
-¿Nos encontrarán?
Mis ojos se llenaron de lágrimas al pensar que podríamos quedarnos encerrados allí, moriríamos, no quería morir.
En aquel momento sentí una mano de él en la nuca y otra en la espalda, me estaba atrayendo hacia él, me abrazó. Escondí el rostro en su cuello y comencé a llorar, él solo suspiró y me acaricio el cabello. Se sentía tan raro, calido..se sentía tan bien, tenia la necesidad de quedarme ahí, no moverme, seguir oliendo el aroma que él desprendía.
-Todo ira bien. Nos encontraran. ¿Crees que dejarían a alguien como tú con alguien como yo?
Miré su rostro de reojo, aquellas palabras hicieron que dejara de llorar, vi como me miraba con una leve sonrisa. Él solo intentó hacerme reír o al menos calmarme. Fue a separarse de mi, yo le rodee con mis brazos y agarré su camiseta por la espalda haciendo fuerza de forma que el no pudiera apartarse, volví a "esconderme" en su cuello, no sabia que rostro tenia ahora, pero, estoy segura de que estaba sorprendido. Aun así él se quedó quieto y volvió a acariciar mi cabello por un largo tiempo.
-¡Reyina! ¡Jaden! ¡¿Donde diablos están?!
Ambos nos pusimos de pie de un salto, era la voz de Roy, nos estaba buscando. Jaden me miró, una ultima vez antes de ponernos a gritar como posesos para que nos sacaran de allí, sonrió de aquella forma creída, como le sonreía a las desesperadas que se echaban encima de él, no entendí porqué hasta que comencé a sentir mi rostro algo caliente, estaba sonrojada. Mierda. Solo era el momento, solo eso, yo lo sé, solo el momento, ¿Como me iba a gustar a mi un imbécil, un niño repelente, un idiota, un casanova? Por dios, solo tiene fallos ¿Como me iban a gustar a mi esos ojos claros, ese pelo negro, esos labios, ese aroma que sin duda jamas olvidaré, es...¡¿Qué digo?!
Mientras yo intentaba controlar mi sonrojo y oensamientos, con gran éxito conseguido, nos sacaron de allí, la excursión terminó y nosotros tuvimos que explicar lo que pasó, no con todo detalle. El director perdonó a Jaden por petición mía, ya que me había ayudado. Llegamos al instituto y Jaden decidió acompañarme a casa, así como así.
-Estabas roja.
-¿Qué?
-Cuando dejé de abrazarte, tus mejillas estaban rojas.
-Tenia calor.
-Mentira.
-¿Sabias que el cuello es la parte del ser hu...
Simplemente me cogió del rostro haciendo que le mirara a los ojos y ya de paso callandome.
-Men-ti-ra.
Me aparté bruscamente, poco mas y volvía a sonrojarme.
-I-di-o-ta.
-Sí. Pero este idiota hizo sonrojar a la reina del hielo.
-¡Solo fue el momento!
-¡Lo admitiste!
-¡No yo..
-¡Shhhhhh! ¡Lo admitiste! ¡Fuera o no el momento te sonrojaste gracias a mi!
Así ambos comenzamos a reír mientras caminábamos y teníamos una amistosa discusión entre bromas, risas y puras tonterías.
