⌜Capítulo 27⌟

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•͟➳ Minho



¿Por qué fui detrás de Christopher Bang para darle una mamada en los sanitarios de la cafetería? No lo sé. Quizá porque sentía el inmenso deseo de hacerle sentir tan jodidamente bien con el objetivo de evitar que se fije en alguien más que no sea yo. Ah, ¿qué he hecho? Evidentemente, me dejé llevar por los estúpidos celos que sentí cuando comenzó a coquetear deliberadamente con mi amiga y entonces, me vi en la obligación de marcar territorio sin pensarlo dos veces. ¿Qué soy? ¿Un perro? No cabe duda de que estoy perdiendo la cordura por completo.

Salimos del sanitario después de asegurarnos que todo se encontraba en orden con nuestros atuendos; caminamos hacia la mesa y tomamos asiento, Yeji nos miró y tras mostrar una radiante sonrisa, dijo—: Ya he pedido las bebidas, ¿no hay problema? 

—No— respondí.

La chica asintió antes de preguntarle a Chris—: ¿Te sentiste mal?

—Solo fue un mareo— mintió —Pero ya estoy mejor.

—Me alegra escuchar eso.

—Yeji— le llamé y cuando obtuve su atención, le pregunté—: ¿Cómo te ha ido en tu nuevo trabajo?

—Debo admitir que me ha ido bastante bien— respondió —Mi jefe es un hombre muy agradable... — Yeji continuó hablando, sin embargo, me fue imposible prestar atención por completo a sus palabras puesto que Bang ha decidido hacerme suaves masajes en el muslo. Pareciera que nunca tenemos suficiente uno del otro pues en lugar de tranquilizar la necesidad de tocarnos y hacer otras cosas, va en aumento con cada segundo que transcurre.

—Aquí esta su orden— dijo un chico mientras colocaba tres bebidas y un pastelito.

—¡Gracias!

El chico dirigió su atención hacia Yeji y dijo—: De nada. Puedes llamarme si necesitas algo más.

Al parecer, ha caído por completo ante el encanto de mi amiga y es que es difícil no admirar la belleza y maravillosa personalidad que tiene. Tengo la certeza de que ella es el tipo ideal de Bang, pero no quiero pensar en ello ahora mismo porque seguramente, lo llevaría de vuelta al sanitario para recordarle que yo soy la mejor opción que tiene.

Tomé un trocito de pastelito y lo llevé directamente a mi boca para disfrutar del delicioso sabor que tiene y emití un suave gemido que atrajo la atención del pelinegro y eso me hizo sentir victorioso. 

Christopher extendió su mano hacía a mí y limpio mis labios con delicadeza sin despegar su mirada de la mía y tan pronto me dejó en libertad, dijo—: Tenías un poco de betún.

—Chicos, debo atender una llamada— anunció Yeji mientras se ponía de pie —Ahora vuelvo.

Asentí con la cabeza a modo de respuesta pues me encontraba masticando otro trocito de pastel que no pude evitar tomar puesto que me ha gustado demasiado el sabor. De pronto, el pelinegro me tomó del mentón con suavidad y giró mi rostro hacía él e inesperadamente, me dio un beso en los labios por lo que no dudé en darle un golpe en su brazo.

—No hagas eso— le pedí.

—¿Por qué no? — me preguntó después de reírse.

—Tienes que pedirme permiso antes de hacerlo.

Christopher bufó y después me lamió la mejilla y eso me generó un escalofrío por todo el cuerpo.

—Christopher Bang, ¿qué te acabo de decir?

—Te ves bastante guapo cuando estás molesto— admitió mientras me tomaba de la mano.

—Tonterías y más tonterías— murmuré mientras alejaba mi mano de Christopher.

—Ya regresé— anunció Yeji mientras tomaba asiento —Mi jefe me llamó porque no encontraba las llaves de su auto, ¿pueden creerlo?

Solté una risa antes de preguntarle—: ¿Y en dónde estaban?

—En el bolsillo de su saco.

—¿Es un hombre mayor?

—No, no— se rio —Tiene treinta años, pero es bastante descuidado. 

El pelinegro le dio un sorbo a su bebida y dijo—: Esto sabe bastante bien.

Me giré hacia él y le pregunté—: ¿En serio?

—Sí... — se quedó en silencio pues no dudé en poner mi mano sobre su muñeca para acercar la bebida hacia a mí y tan pronto me encontré con la mirada de Bang, la probé directamente de la pajilla que había babeado el pelinegro.

—Sabe bien— dije mientras lo dejaba en libertad.

—Por cierto, ¿qué sucedió con tu novia, Minho? — me preguntó Yeji.

Sí, tuve una novia, pero nunca pude ir más allá de besos inocentes con ella puesto que no sentía la necesidad de sobrepasar esos límites que yo mismo puse. Evidentemente, nunca me enamoré de ella. Y, debo admitir que Christopher me hace sentir y vivir otras experiencias, sentimientos y emociones que mi anterior novia no me generó, así que, todo lo que vivo al lado de él, es nuevo y no puedo negar que me agrada demasiado lo que sucede entre nosotros.

—Se mudó a otra ciudad por cuestiones de trabajo y llegamos al acuerdo de poner una pausa a nuestra relación— respondí tras darle un sorbo a mi bebida.

—¿En serio? — asentí con la cabeza a modo de respuesta por lo que ella continuó hablando—: Hace unos días atrás hablé con ella y me dijo que este volverá a finales de este mes. ¿Qué te parece si hacemos una fiesta de bienvenida?

—¡Claro! ¿Cuándo?

De pronto, Christopher se puso de pie y dijo mientras mostraba su celular—: Tengo que atender una llamada.

𝙳𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙱𝚘𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora