𝙳𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙱𝚘𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

⌜Capítulo 28⌟

•͟➳ Minho

Después de que Christopher salió de la cafetería para atender una llamada, continué hablando con Yeji y tan pronto me percaté de que habían transcurrido al menos quince minutos desde que el pelinegro salió del lugar, tomé mi celular y le envié un mensaje para preguntarle si todo estaba bien y después de diez minutos, me respondió que tuvo que regresar a la oficina porque debía enviar unos documentos.

—¿Ya respondió? — me preguntó Yeji.

—Sí, él tuvo que regresar a la oficina para atender unos asuntos.

—Entiendo— dijo —¿Qué te parece si nos encontramos otro día? Ya debo regresar a casa porque tengo trabajo extra— se quejó.

—Me parece perfecto— dije mientras me ponía de pie.

Y tan pronto salimos del local, Yeji me dijo—: Te enviaré un mensaje con los detalles de la fiesta de bienvenida. ¡Nos vemos, Minho!

Miré el reloj y decidí ir directamente al departamento para poder descansar pues he tenido días muy complicados debido a que visito todos los días a mi abuela y, además el jefe decidió darme el triple de trabajo puesto que desea asegurarse de que soy capaz de ser considerado para el puesto de gerente general.

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—¿Qué tal te fue con Yeji? — me preguntó Hannie al otro día mientras nos encontrábamos preparándonos un café.

—Bastante bien— respondí —Ella sigue siendo igual de agradable.

—¡Y bastante linda!

—También— concordé después de soltar una risita.

—Por cierto, estas invitado a la fiesta de bienvenida que estoy organizando con Yeji.

—¿Quién volverá?

—Mi exnovia...

—¿En serio? — asentí con la cabeza a modo de respuesta por lo que él no dudó en preguntar—: ¿Estás pensando en volver con ella? ¡Dime la verdad, por favor!

—Yo...

—Buenos días— saludó Bang.

—Buenos días, Bang— le saludó Hannie mostrando una radiante sonrisa.

Dirigí la mirada hacia el pelinegro en un intento de encontrarme con la suya, pero eso nunca sucedió pues tomó una botella de agua y se marchó sin mirar atrás.

—Hablamos después, ¿sí?

—Claro...

Salí de la pequeña cafetería y caminé a pasos rápidos hasta la oficina de Christopher. El pelinegro estaba a punto de cerrar la puerta, sin embargo, al percatarse de mi presencia, se detuvo y me preguntó—: ¿Sucede algo?

—¿Podemos hablar?

—Claro, ¿de qué quieres hablar?

"Sí, ¿de qué quieres hablar con él, Minho?", me pregunté en silencio. Sinceramente, no sé porque decidí seguirle hasta su oficina después de ser ignorado deliberadamente por él hace unos momentos atrás.

—Conseguí el dinero para pagarte porque no quiero deberte nada— dije sin pensarlo dos veces.

—Te dije que no había...

—La cosa es que no me gusta tener esa clase de conector contigo, ¿sabes? — le interrumpí —El único conector que tolero bastante bien es cuando estamos dentro de la empresa porque de lo contrario, me molesta y me incomoda demasiado saber que hay algo que me mantiene atado a ti.

Christopher se quedó en completo silencio durante unos segundos que parecieron una eternidad para mí y después de asentir con la cabeza dijo—: Entiendo. ¿Eso es todo?

—Sí...

—Perfecto— dijo antes de cerrar la puerta.

Y entonces, sin entender el motivo que lo orilló a mostrar su antipatía y mala educación de nuevo, giré sobre mis talones y caminé hacia mi oficina.

Tan pronto entré, cerré la puerta e hice una llamada.

—¿Hola?

—¡Minnie, necesito de tu ayuda!

—¿Ahora que hiciste?

—No es nada malo— le aseguré —¿Podrías prestarme dinero?

—¿De nuevo te metiste sin querer a una secta y ahora te están obligando a darles dinero para dejarte ir?

—No, no es eso.

—¿Estás completamente seguro?

—Sí— respondí —¿Me puedes prestar dinerito o no?

—Claro— respondió —¿Cuánto necesitas?

—Te enviaré un mensaje con esa información. ¡Gracias, amigo mío! — exclamé antes de finalizar la llamada.

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—¿Qué les parece si vamos a cenar? — preguntó Hwang tan pronto salimos de la empresa.

—Yo estoy dentro— dijo Hannie.

—También estoy dentro.

Los tres dirigimos nuestra mirada hacia Bang en espera de su respuesta y sinceramente, espero que acepte cenar con nosotros porque considero que es una buena oportunidad para arreglar el malentendido que he generado hace unas horas atrás en su oficina.

La mirada del pelinegro se encontró con la mía e intenté pedirle en silencio que aceptara y creía que lo había logrado hasta que dijo—: Tengo asuntos que atender.

—Lo entendemos— le aseguró Hwang y después se giró hacia nosotros para preguntarnos—: ¿Nos vamos, chicos?

Miré a Christopher hasta que se subió a su auto y me sentí bastante confundido pues siempre suelo huir de él y ahora, tengo la necesidad de tener su atención todo el jodido tiempo.

—Olvidé que debo hacer algo— le dije a Hwang.

—No seas mentiroso— se rio.

—Es verdad— le aseguré —Dejemos la cena para otra ocasión. ¡Nos vemos!

Corrí hacia mi auto, me subí y lo encendí para comenzar a conducir.