𝐇𝐔𝐒𝐁𝐀𝐍𝐃 | ɢᴏᴊᴏ sᴀᴛᴏʀᴜ |

Capítulo 3

Acordaron dividirse el área designada, donde se supone debería estar el objeto maldito, sin embargo, Gojo Satoru había roto totalmente lo acordado. Gracias a eso, ahora Megumi y Saori se encontraban en aprietos, el pelinegro intentaba salvar a los dos adolescentes que habían sido víctimas de las maldiciones; mientras el castaño lidiaba con las maldiciones en el segundo piso de la escuela.

-Ritual maldito: Robo maldito- Saco a Gideon, cerro por un momento sus ojos, cuando los abrió pudo observar el brillo azul que emanaba el arma de primera clase, movió la espada y sonrió arrogantemente -

Con Gideon en su mano derecha se acercó a la maldición, se movió en vertical y luego en horizontal, logrando cortar en cuatro partes a la maldición. Una llama azul rodeo todo el cuerpo (ahora partido en cuatro partes) de aquella maldición, consumiendolo lentamente hasta volverlo cenizas.

Sin embargo, a pesar de haber terminado con la maldición más molesta, aún le quedaban las otras restantes que comenzaban a alterarse. Ciertamente cuando se enfrentaba a algún peligro sus feromonas solían volverse pesadas, algo que se debía gracias a su marca de unión. Aunque no lo dijese en voz alta, agradecía estar completamente unido a su Alfa, gracias a su unión las maldiciones solían alejarse de el por las feromonas que solía desprender.

-Bien, terminemos con esto de una vez por todas - Sonrío-

Ahora Saori y Megumi se encontraban peleando codo a codo, intentado proteger y salvar a los adolescentes que aún se encontraban inconscientes y presos de la maldición más grande.

Cada vez que el o Megumi terminaban con un maldición, aparecía otra igual o más fuerte que la anterior. Desfundo a Gideon nuevamente, concentro su energía maldita y atacó a la maldición más sercana. La razón de tal atracción era por aquel objeto maldito, su sola existencia era tan malditamente tentadora para cualquiera maldición.

-Si seguimos así... - Corto sus palabras, respiró profundo y alejo su cabellos de su frente - Moriremos, el cansancio se hace mucho más fuerte en nuestro cuerpo; las maldiciones nos terminarán superando.

Sus fuerzas se estaban terminando, en lo que llevaba en ese lugar había utilizado tres veces "Rebote". Su cuerpo ya estaba al límite.

-¿Por qué no llamas a Satoru? -Termino a otra maldición -Seguro vendrá de inmediato.

-Lo he intentado, sin embargo, nuestra conexión parece estar estancada -Corto en cuatro a otra maldición-

De pronto un fuerte estruendo se escuchó por todo el pasillo, un Alfa de cabello rosa había entrado por la ventana, golpeando a la maldición. El Alfa retiro los cuerpos inconscientes de los estudiantes de aquella maldición.

-¿Qué hora... es ahora?-Fue interrumpido por Megumi, quien golpeo a la maldición-

-Normalmente estaría molesto... Pero buen trabajo.