Me quedé allí, perplejo, tratando de entender lo que acababa de suceder. ¿Cómo era posible que me estuviera tratando como si fuera alguien importante? ¿Qué estaba pasando en este extraño reino?
Después de terminar de comer, Akemi, sin decir una palabra más, me condujo por un pasillo largo y oscuro. De repente, las antorchas a lo largo del pasillo se encendieron, iluminando el camino hacia una gran sala llena de gente.Todos en la sala se pusieron de pie cuando entré.Akwmi tomo una corona y se la puso en la cabeza se acercó a mí y me saludó con una reverencia.
"¡Bienvenido, señor! Somos el pueblo de este reino y estamos agradecidos de que haya venido a visitarnos", dijo Akemi con una sonrisa amable.
No pude evitar sentirme abrumado por toda la atención. ¿Por qué me estaban tratando así? No sabía qué hacer, así que simplemente me limité a asentir y sonreír.
Ella me condujo a un trono y me hizo sentar. Luego se sentó a mi lado y comenzó a contarme la historia del reino. Me dijo que el rey había muerto hace unos años y que desde entonces no habían podido encontrar un sucesor adecuado. Según la leyenda, el elegido sería traído al reino por un rayo de luz y, después de pasar una serie de pruebas, se convertiría en el nuevo rey.
"Y creemos que tú eres ese elegido", dijo Akemi con una sonrisa.