𝙳𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙱𝚘𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

⌜Capítulo 43⌟

•͟➳ Minho

Ya transcurrieron cinco días desde mi llegada y no puedo negar que no dejo de sorprenderme con la vida que estoy llevando ahora que tengo a un novio que es la correcta definición para «perfección» pues me entiende, me apoya, escucha y siempre me hace sentir amado. Y lo mejor de todo es el hecho de que es mutuo pues ambos estamos muy entregados en esta relación y es gracias a que en verdad nos amamos.

Dejé fluir por mis venas el enamoramiento que me abrazó desde el primer día en que conocí a Christopher Bang, sin embargo, me mentía al decirme que no sentía nada más que odio hacia él puesto que había llegado a mi vida para arruinarla, cuando la verdad era todo lo contrario.

De pronto, la puerta del departamento fue abierta y entró el pelinegro mostrando una radiante sonrisa que me incitó a sonreírle de vuelta. Al parecer, Christopher se ha tomado muy en serio lo que le dije respecto a que él me tendría que mantener económicamente hasta que encontrara otro trabajo y la verdad no era más que una broma pues yo tengo ahorros, sin embargo, él me dejó muy claro que no tenía problema alguno con apoyarme mientras buscaba otro trabajo e inclusive, dijo que yo podía tomar unas vacaciones por un tiempo indefinido.

Quería mantener mis manos, labios y cuerpo entero alejado de él, pero me fue imposible lograrlo pues mandé directamente a la mierda el intentar controlar mis impulsos y fui directamente hacia el pelinegro.

—Te he traído esto— dijo mientras me hacía entrega de un ramo de rosas rojas. No dudé en tomar su regalo y tampoco dudé en mostrar que me siento bastante feliz en estos momentos.

—Gracias, Chris— suspiré como un adolescente enamorado. El antes mencionado, dirigió su atención hacia a mí y se relamió los labios, así que, acerqué mis labios a los suyos y di inicio a un suave y tierno beso que me dejó en las nubes.

—Te extrañé, conejito— admitió el pelinegro tan pronto lo dejé en libertad.

—Yo también te extrañé— dije entre risitas. Solo se había ido a trabajar durante unas horas, pero sentí que habían pasado siglos pues deseaba tanto estar entre sus fuertes y cálidos brazos.

—¿Hay alguien adentro? — el grito de un hombre nos hizo saltar a causa del susto pues no esperábamos tener visitas.

Christopher rodó los ojos tan pronto me dejó en libertad y antes de ir a atender a la visita, me dijo—: Le pediré que se vaya...

—No tengo problema con que haya venido a visitarte— le aseguré —Puedes dejarlo pasar.

El pelinegro asintió a modo de respuesta antes de caminar hacia la puerta.

—¡Hola, amigo! — lo saludó Félix mientras entraba al departamento y tan pronto se percató de mi presencia, se detuvo en seco y exclamó—: ¡OH POR DIOS! ¡SI VINISTE!

Christopher dirigió su mirada cubierta en curiosidad hacia a mí, pero no tuve tiempo de explicarle puesto que el pelirrojo me atrapó en un cálido abrazo.

—Es suficiente— dijo el pelinegro mientras lo alejaba de mí.

—¿Por qué tu nueva fragancia huele a celos? — le preguntó Félix con tono burlón.

—No digas tonterías.

—¿Tonterías? ¡Ja! Es la realidad— se burló. —Por cierto, ¿ya son novios?

—Sí— respondí.

—¡Felicidades! — esta vez, ha decidido abrazar a Christopher.

—Gracias, amigo— dijo el pelinegro mientras se alejaba un poco.

—Yo confiaba en que les darían solución a sus problemas— admitió —Me alegra mucho que sean pareja.

Félix tomó asiento, así que, lo imité y Christopher no dudó en sentarse a mi lado derecho y después, me tomó de la mano.

—¡Se ven tan lindos juntos!

—¿En dónde dejaste a Changbin? — le preguntó Christopher.

—Estamos hablando de ustedes, no de mí— resopló.

Ambos comenzaron a discutir, así que, aproveché la distracción de Christopher para dirigir mi mirada hacia a él y no pude evitar suspirar al encontrarme con su maravillosa belleza que lo hace resaltar demasiado. Mierda, me gustaría demasiado estar en la cama con él en estos momentos, pero debo controlar mi alto nivel de perversión y excitación pues de lo contrario, me será imposible salir del departamento ya que solo le pediría a Christopher hacerlo todo el tiempo.

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—¿Te gusta el lugar? — me preguntó Christopher después de tomarme de la mano.

—Y no solo el lugar. La vista es bastante buena— dije con tono pícaro que lo hizo sonreír.

Mi ahora novio, me ha invitado a una cena romántica en un hermoso restaurante que tiene una vista maravillosa, pero lo que se lleva el premio a lo más hermoso es Christopher Bang. Mi hombre y de nadie más. No cabe duda de que el amor me ha cegado por completo y lo he aceptado sin problema alguno.

—Eres bastante hermoso— dijo —No tienes ni la menor idea de lo mucho que deseo comerte ahora mismo, conejito.

—No me provoques— me quejé. Sinceramente, no deseo que Chris piense que solo quiero tener sexo con él pues el deseo de hacerlo no deja de aparecer por más que quiera evitarlo y afortunadamente, no parece molestarle en lo absoluto.

Christopher soltó una risita antes de decir—: No te prometo nada.

—Cada día me gustas más— confesé.

—Me alegra escuchar eso— dijo —Porque también me gustas cada vez más con cada segundo que transcurre. Lee Minho, espero ser capaz de hacerte feliz y darte todo lo que te mereces porque en verdad te amo y deseo ir más allá de un noviazgo contigo cuando sea el momento ideal.

—No tienes ni la menor idea de lo feliz y amado que me haces sentir cada vez que me tocas, me besas, me cuidas, me das mimos, me hablas lindo y también cuando lo hacemos— admití —Eres todo lo que había deseado sin siquiera percatarme de ello hasta que dejé de luchar contra mi corazón. Christopher Bang, espero que no olvides el hecho de que me has pedido matrimonio porque gustosamente, lo aceptaré cuando sea el momento ideal.

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Hola, lectorxs. Hemos llegado al final de esta historia y realmente, espero que les haya gustado, aunque sea un poquito porque la he hecho con mucho amor. ¡Nos veremos otra vez en una nueva historia! 🫶🏻