AMANTES | Hyunlix

[ 005 ]

Felix y Hyunjin habían pasado dos meses con la misma relación, teniendo sexo a espaldas del novio del mayor, debo aclarar que por parte del rubio realmente se sentía culpable o aveces tenía la sensación de que el Alfa solo lo estaba utilizando, cada día se prometía no volver a caer en su juego, pero era inevitable, Hwang Hyunjin era tan atractivo.

Sobre Jeongin, el ya comenzaba a sospechar sobre la relación de estos dos, ya que en repetidas ocasiones, el pelirosa le cancelaba salidas y llegaba con marcas en el cuello, y cosas similares pasaban con su amigo.

[ ... ]

Hyunjin se encontraba regresando a su casa después de la universidad, al rededor de las once de la noche, había decidido volver a casa caminando.

Justo cuando pasaba cerca de un callejón pudo sentir la preocupación y el miedo, inmediatamente sus instintos le exigieron que entrara en el callejón, y eso fue lo que hizo.

—Suélteme, me está lastimando —alguien lloraba desesperadamente.

Hyunjin corrió y pudo ver a alguien sobre el cuerpecito del pequeño omega de cabellera rubia, le estaba pegando en el tobillo y el solo podía llorar, su Alfa enloqueció cuando comenzaron a intentar bajar el short que llevaba puesto Felix.

Omega.

Proteger.

Rápidamente quito al Alfa que estaba encima del rubio, tirándolo al suelo, se subió encima suyo y comenzó a golpear fuertemente su rostro, hasta dejarlo casi inconsciente, sus colmillos habían salido y sus ojos estaban completamente rojos; de furia.
Volvió con Felix y lo acurrucó en sus brazos dándole protección, balbuceaba cosas que no lograba comprender.

—Shhh, basta, todo va estar bien, te llevaré a mi casa, ¿ok?, cuidare de ti esta noche y curaré tu tobillo.

—Y-yo no q-quiero ser una m-molestia para ti —sollozó.

—Claro que no, solo déjate querer

Cargo al menor en su espalda, y en todo el camino no dijo ninguna palabra, realmente no sabía qué decir, sabía que era un tema delicado, tal vez podría incomodarle.
Al llegar a casa, subió a su habitación y dejó al menor en su cama.

—Nayeon, por favor tráeme ropa cómoda para dormir, para Felix —dijo antes de cerrar la puerta de la habitación.

—S-Supongo qué quieres saber porque no me defendí —tenía la cabeza agachada, tenía mucha vergüenza, vergüenza de que Hyunjin supiera que abusaban de él, ni él entendía el porqué.
Para su buena o mala suerte, no recibió respuesta, sus lágrimas comenzaron a salir y al momento dijo.

—¿Quieres que tengamos sexo? Podemos hacerlo si tú lo quieres —comenzó a levantar su camisa.

—No Felix... —detuvo sus acciones, fue hacía el, lo sentó en su regazo y lo envolvió entre sus brazos—. Yo no quiero explicaciones de nada, tampoco quiero follarte mientras estás triste, solo quiero saber que estás bien, mi silencio por qué realmente no se que debo hacer en estos casos, pero creo que lo mejor es abrazarte y cuidar de ti.

—Gracias... —escondió su cara en el cuello de Hyunjin y comenzó a olfatearlo, su olor le daba protección, tranquilidad y su Omega ronroneaba al sentirlo.

Nayeon ( era una Omega que trabajaba en la casa del Alfa ) entró con lo que anteriormente le había pedido el pelirosa.

—Lamentó interrumpir joven, le traigo lo que me pidió, ¿necesita algo más? —dejó el cambio de ropa sobre la cama.

—Si, tráigame un poco de hielo, para desinflamar, después puede retirarse a su casa, gracias —asintió y se retiró.

Después de que Nayeon trajo el hielo, comenzó a ponerlo sobre el tobillo hinchado del menor.

—¡Ah! ¡Hyunjin! —tapó su boca con su mano cuando se dio cuenta que en vez de un grito parecía un gemido, el mencionado sólo soltó una risita—. Esta frió.

—Es hielo Lix, obviamente está frío, avísame si te lastimo.

Cuando el hielo logró bajar la hinchazón, colocó una venda alrededor, Hyunjin había ayudado al pequeño a cambiarse con ropa cómoda y adecuada para el frío, él había decidió darle su espacio y dormir en el sofá.

—Bueno, buenas noches, duerme bien, si necesitas algo estaré en el sofá durmiendo.

—¡No! Digo... Umm... duerme aquí, conmigo.

—¿Estás seguro? No quiero incomodarte.

—Seguro, duerme conmigo.

La razón por la que quería que el Alfa durmiera con él, era porque su Omega lo quería cerca, abrazándolo, cuidando de ellos.

Y eso fue justo lo sucedido; habían dormido abrazados, entre besos y lindas caricias.