Deja vu|Mimin (G!P)

Prólogo

3:30 de la mañana, un parque desierto iluminado solamente por algunas farolas. Cielo nublado, una brisa helada y el cantar de algunos insectos y otros animales era lo único que acompañaba a la pálida castaña.

Caminaba de forma apresurada aunque cada paso que daba sentía que no la llevaba a ningún sitio, y solamente estaba ahí de pie en el mismo lugar. Sabía que estaba soñando, ya había estado tantas otras veces en esta misma situación que era completamente imposible no reconocerlo a este punto. También sabía que estaba buscando a alguien, siempre lo hacía, tomaba el mismo camino una y otra vez solo para que, al final, no pudiese encontrarlo porque la alarma se aseguraba de sonar antes de que pudiera.

Pero está vez era diferente, no sabía el qué pero algo se sentía diferente, el aire seguía siendo helado pero no daba la sensación de estática, luego de lo que parecía ser una lucha eterna contra la gravedad para que sus pasos le permitieran avanzar al fin pudo llegar. El lado más alejado del camino común del parque estaba a comienzos de un bosque que de ser de día no sería tan aterrador como ahora, la Omega, tomando una respiración profunda dio un paso decidido hacia el interior de este.

Y como si algún interruptor hubiese sido oprimido todo sonido se detuvo, solo se escuchaban sus pasos y el sonido de su respiración, no fue necesario avanzar mucho cuando sintió la pesada presencia de alguien tras de ella pero al girar solamente fue recibida por la oscuridad, se sentía observada, como una presa a punto de ser cazada por el depredador.

-Sé que estás ahí, he podido sentirte, estás llamándome ¿Por qué?-Su voz no tembló en ningún momento, lo menos que quería era demostrarle a quien sea que esté ahí que le temía.

Nadie respondió, sabía que no tenía mucho tiempo, era un milagro que la alarma aún no hubiese sonado y no estaba dispuesta a irse así sin más.

-¿Qué quieres de mí?, Me traes a este lugar y es la primera vez que me permites llegar tan lejos, muéstrate.

De nuevo el silencio reinó, y como si de una señal se tratase el viento sopló, todo se empezó a sentir más pesado y sus párpados empezaron a pesar, estaba despertando y a pesar de haber avanzado se sentía igual de estancada y perdida que siempre. Pero como si de alguna alucinación se tratase pudo verlo, una gran sombra negra a pocos metros de ella, unos brillantes ojos rojos refulgían en la oscuridad iluminados por la luz de la Luna. No se sentía amenazada, no era una presencia hostil a pesar de su gran tamaño, el animal intentó dar un paso hacia ella pero antes de que pudiese concretar cualquier acción sus orejas se movieron hacia atrás y giró su rostro de forma rápida antes de gruñir, dio una última mirada a la chica castaña antes de desaparecer nuevamente en la oscuridad.

Miyeon se despertó más confundida que en cualquier otra ocasión, lo había visto y no sabía si sentirse bien o por el contrario temer por su sanidad mental, era imposible el haber visto un lobo de ese tamaño y sobre todo con ese color. Los únicos lobos que podrían llegar a ser completamente negros eran los normales, ningún cambia forma existía con ese pelaje, mucho menos teniendo ese tamaño.

Miyeon rió, definitivamente el querer ver a quien la llamaba había sido afectado por su despertar. Se levantó de su cama dispuesta a hacer su aseo personal, no estando dispuesta a que Shuhua derribara su puerta por lo que según ella sería denominado una "Tardanza extrema".

15 minutos fueron suficientes para que la castaña estuviese lista y, como si de algo tácitamente planeado se tratase la puerta de su habitación fue tocada de forma apremiante, Miyeon abrió esta dejando a Shuhua con la mano alzada en el aire dispuesta a seguir golpeando esta.

-Pensé que seguirías dormida-La joven rubia la miraba con indiscutible burla.

-No, sé como te pones cuando tardo-La castaña tomó su mochila colgando esta en su hombro-¿Donde está Yuqi?-Miyeon pasó por el lado de la rubia mientras cerraba la puerta de su habitación.