ᬊ⊰I hate you⊱ᬊ {¡EsteVausha!} (En Pausa)

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Lenguaje inapropiado
Peleas
Menciones del suicidio e intentó de este.

Los nervios y la preocupación lo consumían poco a poco al no recibir ninguna noticia del estado de su hija, había estado ya 3 horas sentado esperando a recibir alguna respuesta pero nada, su esposo solo se miraba distraído y sorprendido por la situación, no pudo evitar llorar al pensar que su hija había querido acabar con su vida, y tal vez lo había logrado, había avisado a la madre de la niña lo que había pasado, esta aviso que iría lo más rápido que pudiera y que estaba en camino al hospital, debido a que esta vivía más lejos del lugar donde su ex pareja e hija vivían no le tomaría poco tiempo llegar.

Esteban tomó la mano de Vausha, en un intento de calmarlo un poco y demostrarle que tenía su apoyo, sin embargo, no funcionó.

─Vausha, cálmate, seguro ya nos dicen algo..─ Habló, él también estaba preocupado, pero no podía solo ver por él cuando su esposo era el que estaba peor.

─Eso esperó..─ Susurró, notándose sus nervios en aquel susurró.

─Ya..─ Susurró también, bajando su mirada.

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Cuando escucho como un enfermero del lugar pronunciaba el nombre de su hija buscando algún pariente de ella se levantó inmediatamente de donde estaba sentado y preguntó cómo se encontraba.

─Ella esta bien, daño una de sus venas y eso provoco que se desmayara, logramos recuperarla pero aún tiene que estar en vigilancia, por lo que aún no la daremos de alta.─ Respondió el chico que era más bajo que el rubio, el cual levantaba su mirada para poder verlo.

─¿Podemos pasar a verla?─ Preguntó, al recibir la respuesta tomó la mano del castaño y camino hacia la habitación que se les había indicado.

Al llegar el rubio abrió la puerta rápido, asustando a la que estaba dentro de la habitación, soltó la mano de su esposo y corrió a la camilla donde se encontraba su hija acostada, dándole un abrazo, la más pequeña correspondió como pudo aquel abrazo.

─Me asustaste horrible, Adara. Explícame porque hiciste eso.─ Apretó el abrazo, soltando pequeñas lágrimas en el hombro de la más baja, el castaño solo miraba aquella escena, desvío su mirada al ver cómo la castaña/rubia lo miraba, sabía que le preguntaba con la mirada si podía decir la verdad.

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La mirada del rubio parecía querer matarlo, pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, se esperaba que le dijera cualquier cosa, sin embargo, no había pensado en lo que le diría.

─Quiero el divorcio, Esteban.─ Dijo confiado y con seriedad, el mencionado abrió sus ojos en forma de sorpresa. ─No voy a permitir que sigas haciendo eso, lo mejor es que nos separemos, esto definitivamente ya no está funcionando.─ Cubrió su cara con sus manos, tratando de limpiar las lágrimas que salían de sus ojos.

─Entiendo..─ Murmuro con la voz entrecortada, soltó un leve suspiro y bajo su mirada, evitando ver al rubio. ─Supongo que me voy..─ Susurró para después darse la vuelta, antes de poder empezar a caminar el rubio lo abrazo por detrás con leve fuerza.

─Te amo, pero yo no quiero que por nuestra relación sea mi hija la que sufre..─ Susurró dejando un leve beso en el cuello del más bajo, este bajo su mirada, mientras tomaba con una de sus manos la mano del rubio.

─Entiendo, no te preocupes más, terminemos de hablar de este tema después..─ Soltó un suspiro, y cuando el de ojos azules dejó de abrazarlo volteo a verlo, acercándose a él para abrazarlo por el cuello, besando los labios de este, tal vez por última vez.

El rubio correspondió el besó, abrazando por la cintura al castaño.

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Adara

Algo no estaba bien, y lo sabía, fuera de que yo había intentado quitarme la vida y mi padre estaba muy preocupado aún.

No había visto a papá desde que entré en el hospital, y era sumamente extraño, ni siquiera mi padre me había contado algo acerca de él, o el porque ya no estaba más con nosotros.

Al segundo día que estuve de regreso en mi casa, ví como mi padre salió del sótano con Karla. Sus brazos y piernas con moretones, y su cara parecía estar bien, a excepción de las ojeras que podía ver.

No preste atención a eso, más que a la actitud que había tomado mi padre, más serio de lo normal y decaído, podía notar como evitaba fumar mientras yo estaba en casa o cerca de él, o fuera de mi habitación, no hacia falta la verdad, yo hacia lo mismo a sus espaldas.

Me atreví a preguntar.

─¿Donde está Esteban?─ Ví como sus orejas se levantaban al escuchar el nombre de papá, pero simplemente no dijo nada y se fue. ¿Me había ignorado? Sí, lo había hecho.

Después de aquello no volví a preguntar por él.

Pasaron 2 semanas de ese momento, y yo simplemente no sacaba de mi cabeza a papá y mi padre, hasta aquel momento donde baje a la sala y lo vi; estaba durmiendo en el sillón. ¿Por qué?, noté su celular prendido, lo pensé un poco antes de mirar este y ver aquel chat.

No pude ver mucho, tampoco quería hacer ruido, con cualquier mínimo ruido cerca de mi padre pudiera haberlo despertado.

Lo miré con confusión y sorpresa, ahora entendía todo.

Me alejé de una forma lenta, evitando hacer ruido con mis pasos y me dirigí a la cocina.

Volví.

Se viene cuarta temporada, en este mismo libro.

Me tarde en actualizar por problemas y cosas de la escuela, etc..

Pero ya volvimos.

Los amo, se cuidan.

¡Bye!