- ¿¡Pero ¿¡Quién te crees que eres!?-Una bofetada al aire dolía menos que sus palabras, la cuestión no era imaginarlo de ese modo, lo que él pensaba estaba sucediendo; el dolor en su mejilla era tan real como las cosas en las que se proyectaba- ¡Me mato trabajando para que tú arruines todo lo que tengo pensado, Kohi, ¡qué te pasa! - ¿Cómo le explicaba todo el acoso que sufría en el Kunugigaoka y que su forma de sobrellevar la situación es ocultarla al no querer provocar más problemas? Si aquella persona que decía amarla tanto con traerlo al mundo despreciaba sus intereses, arrebatándole todo el apoyo para cumplir sus sueños descubre el motivo por el cuál empezó a vender tareas, lo más probable sería que le bote de la casa sin consuelo ni refugio alguno.
Todo lo que llamaba hogar está construido de mentiras y polillas que apagaban cada milímetro de luz, gusanos que destruyen cada pasillo y engañaban a su alrededor fingiendo ser mariposas con bellas alas; la pizca de fe que su madre le obsequió en aquella salida la pisoteó pegándole en la cara y el pequeño mundo de cristal que las envolvía explotó dejándole graves heridas al ser acuchillada por los vidrios. Le envolvía en la horca de crímenes que ella jamás cometió. - ¿Por qué me haces esto?, ¡Kohi, respóndeme! - Aquí recordó que su madre solo lo amaba cuando era su títere personal al que manipulaba para cumplir lo que ella quería.
En medio de la agonía que requería formular una respuesta, los gemidos del llanto obstruía su garganta y del dolor brotaban quejidos de su boca, la mano de su madre quedó impregnado en su mejilla que la sentían al rojo vivo, y no tenía más remedio que llorar al no poder ni hablar.
Viéndole de frente era como estar en la presencia de su padre, se convirtió en un desconocido que Mo desalojó de su corazón; ella había muerto al igual que el mal llamado amor que profetizaba. La señora no se inmutó al contemplar a su querida hija destrozada el suelo como basura, le importaba menos que su esposo, pero al igual que él, no deseaba saber absolutamente nada de ella en su vida.
-Me voy de aquí, no te quiero ver...- Escupió con asco sin dirigirle la mirada caminando hasta la puerta con sus maletas- Ya no me importa qué hagas con tu vida, llámame cuando sea una emergencia o necesites dinero- Dijo dándole la espalda por completo e ignorando los sentimientos que Mo podría tener al verla marcharse tan descaradamente; azotó la puerta sin tener consigo las llaves indicando que no planeaba regresar por un buen tiempo, en el mejor de los casos algunos meses, y en el peor, todo un año.
- ¡Mamá, espera, te lo puedo explicar! - Arrastró sus rodillas lastimándose con raspones, unos que se llenarían de sangre, pero esto nos se comparaba con el dolor de correr hasta la puerta y acabar estrellada en el sofá, con las lágrimas nublando la vista, la abrió viendo como su madre contestaba una llamada y tomaba un taxi- ¡Mamá! - Gritó desgarrándose las cuerdas vocales por última vez, saboreando el rechazo en carne viva. Con sus dedos apretaba el marco de la entrada observando como el vehículo avanzaba dejándole atrás, aplastando a él y su historia juntos. Mo era un diluvio tratando de controlar su llanto, pero su pecho se estrujaba y retorcía en su interior y los huesos de sus pies se quebraron manteniéndose firme. Si la tierra tuviera vida, lo tragaría y cavará su tumba, una de la que no despertará jamás.
ESTÁS LEYENDO
0110 - Non binary - [Akabane Karma] - ESPAÑOL
FanficUn día, Karma conoció a "la idiota" de Kohi Hitsuji, este, se presentó como un tal "Mo" Y cuando Karma la trató de "ella", lo ignoró. El monocílabo de Mo lo perseguía hasta en sus sueños, por eso, cuando "ella" se cortó el cabello y acabó en detenci...