Han pasado cinco años desde que se dijeron adiós.
Paula volvió a Londres y en su viaje lejos de él consigo su mayor sueño. Ahora es la dueña de una renombrada galería de arte en Paris.
Ocean se dedicó a componer música para lamer sus heridas y en...
Salí de prisa del lugar y me encaminé a ver a Shon. No quería pensar, porque si lo hacía volvería y le pediría a Paula que cancelara su boda y se quedara conmigo para siempre. Enloquezco cuando la tengo cerca y quiero retenerla en mi pecho.
Llego a su oficina y me sirvo un trago. Camino de un lado a otro cuando aparece con cara de pocos amigos.
—¿Qué estás haciendo? —pregunta.
—Bebiendo un trago —contesto con sarcasmo.
Se frota las cienes.
—Me refiero a lo que haces fuera de aquí y lo pregunto porque casualmente todo el maldito internet está explotando por unas fotos tuyas llegando con una chica a tu departamento y luego entrando a una tienda de novias con la misma chica. Ahora todos creen que te vas a casar —.
Trata de mantener el control, pero se afloja un poco la corbata. Suele ser un tipo muy elegante y refinado para impresionar a la gente.
—¿Ah que te refieres? —lo cuestiono.
—Míralo por ti mismo —.
Me extiende su celular y lo que veo me deja sorprendido. No ha pasado ni un día cuando internet está lleno de fotos mías y de Paula llegando a mi departamento por la mañana y de cuando la acompañe a la prueba del vestido.
Baje y baje esperando no encontrar nada aún más comprometedor como el beso que nos dimos y no porque me afectara en absoluto, estoy orgulloso de eso; pero sería fatal para ella y su compromiso. Muero por tenerla a mi lado, pero no de esa forma tan baja. Jamás me permitiría lastimarla para poder tenerla.
—¡Que hijos de perra! —expreso en voz alta.
—¿Quién es? —me interroga.
Se acomoda en su silla y lo sigo sentándome justo frente a él. Tardo un par de minutos en abrir la boca.
—Es ella —murmuro.
Sigo bebiendo de mi trago evitando la mirada curiosa que me lanza.
—¿La chica de las canciones? —.
Asiento y me levanto dando vueltas por todo el lugar. No imagino lo que debe de estar pasando por culpa de los malditos paparazzi que no me dejan ni a sol ni a sombra. Ya se me hacia raro que no hubiera salido nada a la luz sobre ella.
—Tienes que detener esto. Va a casarse pronto y no quiero que por mi culpa sufra de alguna manera —imploro.
—Esta noche asiste a la gala de beneficencia que tenemos en el itinerario. Cuando llegues te entrevistaran y puedes dar alguna declaración al respecto o quédate en casa y en unos días será historia —sugiere.
—¿Qué es mejor? —.
—Que hables antes de que la acaben. Tus fans están locas diciendo que no puedes dejar a Bieshka por ella. Parece el drama de Justin y Selena —comenta.
En este momento podría partirme de risa por su comentario, pero estoy preocupado.
—Bien, lo haré —declaro.
Espero una bomba después de las declaraciones al respecto. Nunca he estado involucrado tanto en el medio como para tener que hacer este tipo de cosas, pero vale la pena con tal de que no hagan de la vida de Paula un infierno. Aun no tengo señales de ella, pero es cuestión de tiempo.
El teléfono de Shon suena y toma la llamada.
—¿Si? —.
—¿Cuándo? —.
—¿Para quién? —.
Lo veo alternarse entre la llamada y yo.
—Déjame consultarlo con él personalmente y me pongo en contacto —.
Frunce el ceño.
—Hasta luego. Saluda a tu padre de mi parte —.
Cuelga y me observa por unos segundos.
—Supongo que no le agradas al novio de ella ¿No? —cuestiona.
—¿Por qué? —.
—Acaba de llamarme para ver si tienes tiempo de ir a cantar a su boda. Interesante que sea el hijo de Jenkins —suelta.
—¡Hijo de perra! —grito.
Respiro profundamente y me sirvo otro trago.
—Solo lo hace para joderme. Podría jurarte que ya vio todo el lio de internet y trata de decirme que eso no le afecta, porque es él quien se casara con ella —.
—Que jodido estas —dice.
—Ya lo sé. No es algo que sea nuevo para mí. Llevo jodido cinco años —bufo.
—¿Esto será un problema? —.
Me mira a mí y luego al vaso de wisky en mi mano.
—¿Qué? —.
—Toda la situación. Tú, ella, el novio y eso —.
Señala el vaso.
—No, claro que no. Resolveré todo este lío —.
—Si en algún momento tengo que hacerte a un lado por cualquier situación que ponga en riesgo a los demás integrantes de la banda, lo hare. No importa si eres el maldito Oc Lennox, no dudare a la hora de patearte el culo. Ahora ve a darte una ducha, porque te quiero ahí a las nueve —manifiesta.
Levanto las manos en señal de rendición, dejo el trago sobre la mesilla y salgo de ahí.
Me meto a la regadera aun con la cabeza echa un lio. Un beso, internet y JJ. Mi día esta resumido a caos. No me arrepiento de absolutamente nada que tenga que ver con ella, no después de ese beso. Sentía que necesitaba besarla en ese momento mientras la veía con ese vestido convertida en la novia más hermosa del planeta. Era imposible parar, necesitaba saber que era real y que estaba ahí frente a mí; sin embargo, lo que obtuve con ese beso fue el efecto contrario porque confirme que la amo igual o mucho más que antes, pero también que la estoy perdiendo y no puedo hacer nada. Lo único que me queda es hacerle saber de todas las formas posibles que la persona con la que debe pasar el resto de su vida soy yo, pero eso no me garantiza nada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejen sus comentarios. Estaré actualizando cada semana porque estoy con la vida adulta, pero prometo no fallarles. Tendrán su actualización continuamente. Los amo. Besos de Oc Lennox.