血─── Capítulo 7.❞

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Capítulo siete: Devórame

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Capítulo siete: Devórame.

⚠️Advertencia: Menciones de violencia/heridas y contenido explícito sexual.⚠️

...•Casino de la residencia.

Me sentí confiada esa noche, mis manos curvadas con fuerza en puños mientras me abría paso por el abarrotado casino. Celestia no era estúpida, yo tampoco, ambas sabíamos por qué estaba así esta noche, pero la muchedumbre y los gritos no me iban a detener, no dejaría que tuviera ese poder sobre mi.

Una vez más me encontraba frente a aquella puerta tras la que se ocultaba Celestia, mi mano estaba alzada hacia la puerta, a centímetros de rozarla, pero las dudas comenzaron a inundar mi mente. ¿Era todo aquello realmente una buena idea? No lo sabía, quizá no quería saberlo. Reposé mi mano sobre la puerta sin apartar mi mirada de la madera, aunque mi mente se encontraba en otra parte distinta. Sentí como la puerta comenzaba a abrirse lentamente con aquel chirrido que ya había escuchado antes, mis ojos se perdieron en la inmensa negrura de la habitación, aún teniendo la puerta abierta no se apreciaba nada del interior del cuarto, era como si la oscuridad tragara toda luz que la alcanzara. Avancé sobre la alfombra negra del cuarto, la puerta tras de mí se cerró por arte de magia, el lugar era únicamente iluminado por una diminuta parte de la cristalera rojiza que se encontraba destapada la cual me permitía tan solo ver a su alrededor.

Mi atención pasó al sillón situado a la derecha, el cual, para mi sorpresa, se encontraba vacío. Sin embargo, la mesa de blackjack tenía montones de fichas esparcidas por encima junto con un montón de cartas. Celestia había estado ahí, no cabía duda, no parece el tipo de persona que dejaría que toquen sus cosas sin su permiso.

—¿A que se debe esta repentina visita? —Una voz fría habló a mi espalda, haciendo que saltara en el sitio, retrocediendo unos pasos debido a la sorpresa. No sabía como pero de alguna foma Celes siempre lograba pillarme desprevenida. Apreté los dientes, mirándola con un desprecio que sentía en lo profundo de mi ser, la odiaba porque no podía entenderla y ella lo sabía bien, lo usaba contra mi con ferocidad.

—¿Tenías que hacerte notar de esa forma? —Celestia soltó una carcajada, avanzando hasta la zona iluminada de la pequeña sala, quedándose a unos pasos de mi.

—No estás precisamente en posición de quejarte de nada —Alcé una ceja en confusión, cosa que la pelinegra notó. Alzó una mano hacia mi pelo, agarrando un mechón mientras miraba discretamente mi vestimenta—. Abandonas la gran fiesta para presentarte aquí, con tu corazón en el puño, a mitad de la noche, específicamente para encontrarte conmigo. ¿Cómo debo tomarme eso, Kirigiri?

—¿Por qué estás aquí? —Se inclinó hacia mi abriendo los ojos mientras me miraba fijamente, soltando sus palabras como una puñalada que me envió un escalofrío a lo largo de mi espalda. Ni yo misma lo había pensado, tan solo había echado a caminar—. ¿Acaso la señorita Nevermind no te estaba divirtiendo tanto?

𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞.[𝐊𝐲𝐨𝐤𝐨 𝐤𝐢𝐫𝐢𝐠𝐢𝐫𝐢]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora