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*By Olivia *

- Tia, ¿y si hace una carne al horno? - opiné.

- ¿que tipo de carne? - me observo con las cejas alzadas.

- Ni idea - dije con un tono ya cansado.

- ¿te acuerdas si deje libro de recetas de tu madre por algún lado? - su mirada pareció buscar algo por toda la cocina , pero al no encontrar nada volvió hacia mi.

- creo que sus cosas están en el ático deben de estar por ahí - trate de hacer memoria a ver si lo había visto por ahí pero nada llegaba a mi mente.

Ella dejó de observarme para ir al refrigerador y darle mil vueltas a todo lo que se encontraba ahí para luego alejarse una vez más y buscar lo la alacena y sacar una bolsa alargada que parecía un envoltorio de espagueti. Su cara parecía iluminarse al verlo y también parecía que se le había ocurrido algo y lo confirme cuando saco un pequeño contenedor de especias italianas que dejó en la barra junto con otras cosas que no sabía sus nombres,

- bueno yo ya me voy - trate de irme pero la voz de mi tía querida me hizo detenerme.

- a donde vas- dijo dándome la espalda y dirigiénd6ose al refrigerador- necesito que vayas al súper.

- pero esta lejos, no iré caminando - le resongue.

- vas a ir en la camioneta -

-¿que ?, no, tia yo no sé manejar-

- Olivia - se giró a verme - no creas que no se que te ibas con ese chico sin permiso a altas horas de la noche y tomabas la camioneta -

Emma traicionera.

- Emma te lo dijo -la miré sorprendida y ella me reprochó por eso - esta bien- respondi de mala gana dirigiéndome a la sala- ya vengo-

Fui a buscar dinero a habitación para poder comprar algunas frituras cuando fuera al súper y de una vez cambiarme de ropa. Aun que no me importaría ir en pijama. Tarde poco más de 5 minutos, que para mí fue tiempo récord, siempre tardaba más de 20 minutos en elegir algo aún que fuera a salir a la esquina.

Me dirigía otra ves con mi tía para que me diera la lista de lo que tendría que traer del super, pero me encontré con mi prima que iba saliendo de su habitación y el recuerdo de hace menos de 10 minutos donde mi tía me había reclamado de mis salidas a escondidas, se hacía presente. Mi enojo de que había sido traicionada por la piojosa de mi prima me decía que le reclamara, pero no lo hice.

Solo camine a las escaleras y le di una mirada que indicaba que estaba más que enojada con ella. Y ella quien había salido con una sonrisa de su habitación, se desvanecia rápidamente al verme con esa cara.

Cuando llegue a la cocina una ves más mi tía me había entregado un pequeño papel que tenía escrito varias cosas, lo tome y me dirigí a la puerta principal donde al lado se encontraban las llaves de la camioneta, las agarre y sali para ir hacia esta.

Una vez arriba, la encendi para de una vez ir al súper pero mi visita se enfocó en un chico que salía de su casa. Sentía una necesidad de salir de la cochera para poder alcanzarlo.

Y eso hice.

Cuando estaba junto a él, baje el vidrio de la ventana, el no se percataba de mi presencia, pareció estar pensando algo que le causaba demasiada concentración, así que decidí hablarle.

Aunque no fue buena idea.

-Hola Tom-

El al escuchar mi voz se asustó, girando bruscamente hacia mi.

AQUEL VERANO | Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora