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25 de Junio de 2019

— Te ves increíble en ese vestido.

— ¿Te parece?

— Claro, parece uno de princesa— la chica que te estaba acompañado se acerco al espejo para acomodarlo mejor— estoy segura de que derretirás a tu prometido —tu amiga de la Universidad te dio un leve codazo y te sonreía de manera pícara, tu solamente sonreíste por su comentario.

Mientras tanto, afuera de la tienda cierto chico se la pasaba mirándote con los brazos cruzados.

— Jefe, es hora de irnos.

— No, todavía no, quiero verla un poco más.

— Si tanto la quería, ¿Por qué la dejo ir?

— Eso es algo que una basura como tu no entendería.

Sus ojos negros estaban fijos en ti, en tu hermosa figura modelando el vestido de novia que ibas a usar en tu boda.

— Vámonos —dio la orden y el auto en donde estaba comenzó a avanzar.

— ¿Quiere que llame a las chicas del bar?

— No, no quiero baratijas hoy.

— ¿Entonces que desea?

— Llama a la mansión y di que preparen una habitación, tendremos una invitada por varios días.

Mientras tanto en la tienda estabas tan emocionada por tu nuevo vestido, tu amiga había dicho que lo pagaras, pero aún no estabas lista para hacerlo.

Dejaste a tu amiga en la estación del metro y comenzaste a caminar hacia tu casa para descansar, pero sentiste como un auto te estaba siguiendo, apretaste el aza de tu bolso esperando que solo fuera una simple coincidencia de camino.

Giraste por un callejón muy estrecho donde estabas segura que el carro no podría pasar.

Trataste de ignorar el sentimiento de sentirte observada, de todos modos mañana tenias que trabajar en tu agencia de viajes, por lo que cuando llegaste a tu casa te quitaste los zapatos mientras te dejabas caer sobre el mullido colchón de tu cama.

Abriste los ojos solo para encontrarte con una foto de tus amigos de la infancia, los extrañabas todos los días, de vez en cuando se reunían en la casa de uno para beber y platicar de sus vidas, pero últimamente por tu boda la mayoría de chicos estaban algo ansiosos y no habías tenido tiempo de verlos.

No entendías porque razón querían impedir tu boda, decían que no creían que tu prometido fuera bueno para ti, a pesar de que el primer día que lo conocieron, hablaron muy bien de el.

Dejaste esos pensamientos mientras te acostabas boca arriba mirando el techo.

Tu teléfono comenzó a sonar, miraste que era Chifuyu y rápidamente contestaste.

— Buenas noches amante de los gatos.

— Hola, T/N.

— A que debo el honor de que me llames en esta semana tan ocupada para ti.

— Solo... Baji, Kazutora y yo teníamos la duda de que si tu boda aún no se movía de día.

— A que te refieres con que si se mueve de día, ¿Siguen con esa pregunta?

— ¿Al menos sabes de que trabaja?

— Se que trabaja en la policía, pero aun no me dice de que exactamente —para este punto te habías levantado de la cama y mirado por la venta, notando un auto negro afuera, no sabias si era de alguno de los vecinos, así que solo cerraste bien la cortina— ¿Acaso me estas diciendo que no me case con el?

— No es eso T/N... es solo... que nos preocupamos mucho por ti.

— Y muchas gracias por eso, pero por favor, solo pido que respeten mi decisión de casarme.

— Lo siento mucho... es solo que la insistencia de ellos me saca de quicio a veces.

— No te preocupes, y dime, ¿Qué tal estuvo la tienda hoy?

Se la pasaron hablando mucho tiempo hasta que te dio sueño, ibas a dormir pero otro mensaje llego a tu celular, por lo que miraste y era un número desconocido.

[Desconocido]

Hola [11:40 p.m]

¿Hola? [11:40 p.m]

Tanto tiempo, ¿verdad? [11:41 p.m]

Disculpa... ¿Te conozco? [11:41 p.m]

Supongo que despues de mucho tiempo no conservaste mi número [11:42 p.m]

Soy Mikey, ¿Ahora me recuerdas? [11:42 p.m]

Vaya [11:42 p.m]

Si que ha pasado un tiempo [11:42 p.m]

Mientras tanto, el chico se la pasaba mirando el celular esperando tu respuesta, que fue mejor de lo que imaginaba, a pesar de siempre mantener una cara seria, se podia notar una sonrisa por lo bajo a la pantalla mientras seguia hablando contigo.

— ¿Esta muy feliz, cierto? —el mayor de los Haitani miraba las pocas expresiones que daba su jefe.

— ¿Será por la chica que siempre vigila? —su hermano le siguio mientras seguian especulando sobre la situación.

— ¿Quieren callarse? —Sanzu les grito fingiendo no notar nada raro, pero en el fondo comenzaba a enojarse por que su jefe ya no ponia mucha atencion en los asuntos de la organizacion, aunque eso solo era una excusa.

— Cierto, ¿Tu la conociste, verdad Sanzu? —pregunto Ran para sacarle jugo a la situación.

— Eso a ti no te incumbe.

— Vamos, solo danos un poco de chisme.

— Mejor callense viejas chismosas.

Se fue dejandolos solos, aunque eso era verdad, no le caias demasido bien desde que eran jovenes, ¿Por qué? El no lo sabe, solo no le gustaba acercase a ti.

𝑃𝑒𝑜𝑝𝑙𝑒 𝑌𝑜𝑢 𝐾𝑛𝑜𝑤 [Mikey Boten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora