Sala de profesores // Purplemond (AlmondXPurpleYam)

-Única parte-

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Su vida había cambiado mucho desde que él llegó.

Almond, profesor de lengua en una escuela secundaria había sido el encargado de darle un tour por el colegio al nuevo docente de biología.

¿Cómo era que se llamaba? Ah, sí, Purple Yam; Este hombre era un poco más alto y robusto que él, un hombre de apariencia bastante imponente y se veía que estaba consciente de esto.

Pensó que sólo sería un compañero de trabajo más, alguien más a quien acostumbrarse, de todos modos sólo era amigo de dos maestros del cuerpo docente: Latte y Espresso, así que no tendría que preocuparse por este nuevo profesor.

No imaginaba que acabaría llamando tanto su atención.

🌰[...]🌰

El primer día de trabajo de Yam era la mañana siguiente y apenas entro a la sala de profesores fue recibido con una cálida bienvenida por parte de sus compañeros.

Almond no le prestó mucha atención pues estaba bastante ocupado trabajando en su portátil antes de que iniciaran las clases y, de todos modos, ya había tenido la dicha ——o desdicha—— de conocerlo un día antes.

Le pareció muy extraño que, luego de la bienvenida, el nuevo docente se sentase frente a él ignorando completamente al resto ——que en su defensa, ya habían regresado a sus actividades diarias——, poniendo la silla al revés.

—— Buenos días profesor ——le saludó con una sonrisa burlona.

—— Buenos días...

—— Oiga, me pone mal que no me haya saludado ahorita junto al resto. Creí que ya éramos conocidos.

—— Lo siento, pero ahora estoy realmente ocupado.— Muy probablemente esa no era una excusa.

—— Entiendo, su vida debe estar siempre muy ocupada ¿No es así? ——hizo una pausa—— ¿Sabe? Cuando los directivos me dijeron que usted sería el encargado de enseñarme la escuela me hablaron puras maravillas de su persona.

—— ¿En serio? ¿Qué dijeron?

—— Que era un profesor bastante bueno y bastante querido, incluso hay estudiantes que lo admiran. Nada mal, siga progresando...——Le felicitó.

Almond se sorprendió, no sabía que sus superiores y alumnos lo tenían en tan buena estima. Se consideraba un profesor estricto y responsable, pero no un profesional excelente, hacía lo que podía más no era el mejor.

Sin embargo, la conversación se interrumpió por el sonido de la campana que indicaba el inicio de las clases. Los jóvenes se dirigieron con desgano a sus salones y los docentes comenzaron a prepararse para iniciar su trabajo; El maestro de lengua tenía que recoger sus cosas, la portátil y varios libros apilados que ponía en su escritorio, pero antes de que pudiera darse cuenta su nuevo compañero tomó la torre de cartillas como si fuesen suyas.

—— ¿A cuál aula se dirige? ——Preguntó.

—— Al aula número 3. 

—— Pues yo tengo clase en el aula 5, así que permítame ayudarle con esto.

Le dió las gracias aunque tanta amabilidad se le hiciera extraña, sin embargo no conocía su personalidad ¿Y si era un buen tipo?

🌰[...]🌰

Pasó media jornada y llegó la hora del descanso. Los estudiantes salieron como alma que lleva el diablo, la tienda escolar se llenó de filas eternas en segundos y el patio estaba repleto de adolescentes charlando y pasándola bien, recuperando las energías que perdieron apenas pisaron la entrada de la institución.