Caminé con Lia hasta donde él se encontraba y mi madre caminó detrás de mi.
—Ellas son tus hijas— dije —Nora y Lia.
—Es increíble— sonrió feliz —Soy padre de dos pequeñas cachorras hermosas— me miró —Es una locura— estiró sus manos para que pudiera cargar a Lia. Yo se la entregué y él la cargó —Hola— la miró con una sonrisa —Pequeña, yo soy tu padre.
Lia solo lo miró, tratando de reconocerlo, pero, al no haberlo visto antes, no pudo saber, ¿Quién era Noah?
—Yo soy Noah, tú padre— se acercó a su mejilla y la llenó de besos —Eres muy pequeña mi hija— sonrió.
Después pidió a Nora y mi madre se la entregó, pero esta solo comenzó a llorar, así que tuve que cargarla de vuelta para tranquilizarla y que su llanto cesara.
—Tal vez será luego— susurró Noah, con una pequeña tristeza formada en su rostro.
—Ella, por lo general no es así, tal vez es porque no te conoce, pero cuando se familiarice contigo será inseparable— dije y le di una sonrisa.
—Bueno, seré paciente con ella— me miró y también sonrió.
Después solo permanecimos ahí por alrededor de dos horas más. Cuando se terminó nuestra visita volvimos a casa y mi madre me ayudó a preparar la cena.. Elyan, Adel y Drago volvieron de sus actividades y nos sentamos a la mesa para comer. Después de la comida subí a mi habitación y me puse a leer mientras que mis pequeñas jugaban en el suelo, con los juguetes que Drago les había regalado.
(…)
Todo marchó con normalidad, las visitas a Noah se volvieron más frecuentes y Nora por fin dejó que él la cargara y la llenara de besos, aunque eso último aún le costaba un poco de trabajo, mi cachorra se alejaba en cuanto Noah se acercaba a su mejilla.
Mi Noah mejoraba con cada día que pasaba y cuando menos me di cuenta, él ya había recuperado su peso adecuado, las marcas de mordidas ya se habían desvanecido y él ya había recuperado esa sonrisa que me gustaba mirar.
Mi madre nos dio una enorme sorpresa, ella y mis hermanos nos sorprendieron, de verdad que lo hicieron. Mi madre pensó que sería buena idea regalarnos una casa, en la que mis cachorras crecieran y en la que Noah y yo pudiéramos tener privacidad.
Ya que la casa era nuestra decidimos que Noah se recuperara por completo ahí. Ahí le tendría más vigilancia y sabía que mejoraría más pronto.
—¿Estas listo?— pregunté una vez entré a la habitación.
—Súper listo— me miró con una sonrisa. Yo sonreí y caminé hasta la cama en la que se encontraba, lo ayudé a ponerse de pie y después ambos nos fuimos a nuestra nueva casa.
Al llegar, abrí la puerta y lo ayudé a entrar —Listo— susurré.
—¡BIENVENIDO!— gritaron todos. Nosotros habíamos organizado una pequeña fiesta de bienvenida para él. Su hermana se encargó de arreglar la casa, junto a Adel. Drago y Elyan se encargaron de cazar y mi madre y yo nos encargamos de preparar la comida.
—Que sorpresa— dijo él. Después su hermana fue a darle un abrazo y los demás lo recibieron.
Pasamos una tarde amena, riendo y charlando. Todo había vuelto a la normalidad y había mejorado, incluso.
Al anochecer todos volvieron a sus casas y nos dejaron solos a Noah y a mi. Las niñas se encontraban durmiendo en sus cunas y yo fui a acostarme, al lado de Noah.
—Estoy feliz— sonreí mirándolo.
Él me miró y sonrió también —También yo— se acercó y me besó los labios. —Por fin tengo a mi lindo omega de vuelta.
—Y yo tengo a mi adorado alfa— toqué su mejilla y lo miré a los ojos —Ya no habrá nada que vuelva a arrebatármelo— ahora fui yo quien lo besó.
Él me rodeó con su brazo y me abrazó —Te amo, Robin— susurró.
—También te amo, Noah— me acomodé en su pecho y olí su aroma —Te amaré siempre— susurré y cerré los ojos para poder dormir.
(…)
El tiempo pasó y Noah se recuperó por completo, gracias a mis cuidados, claro. Yo era el novio más exagerado que podría existir, según él.
Siempre me la pasaba regañándolo, él no tenía que hacer esfuerzos, él no podía levantarse solo, podría lastimarse de nuevo. Pero pese a mis regaños, él hacía lo que quería y me desobedecía.
—Hola— saludó él cuando desperté. Yo me encontraba durmiendo sobre su brazo, muy acurrucado en su pecho.
—Hola— dije con una sonrisa.
Después nos levantamos y nos alistamos. Hoy sería un día atareado, hoy nos mudaremos a la manada de Noah. Teníamos que apurarnos para terminar de empacar nuestras cosas.
Mi madre y abuela ya se encontraban en la casa a primera hora, ellas nos ayudarían a cuidar a Lia y Nora para que nosotros nos apuráramos y termináramos rápidamente.
Ellas se llevaron a mis cachorras y nos dejaron apurarnos, después Noah y yo comenzamos a meter todo lo que necesitaríamos en cajas de cartón y las sellamos con cinta, no teníamos tantas pertenencias, así que no tardamos mucho tiempo en acomodar todo eso.
Después nos dirigimos a meter nuestra ropa a las maletas y cuando terminamos de eso, salimos de casa y nos dirigimos a la plaza, en donde la manada de Noah ya se encontraba reunida.
Zack y su Luna se acercaron a donde nosotros nos encontrábamos —Tal como lo acordamos— dijo Noah —Hasta que nuestro objetivo se cumpliera, mi manada permanecería aquí. Ahora que los nuestros están de vuelta, es hora de volver a nuestras tierras.
Zack lo miró —La manada original les agradece su ayuda— dijo —Si en algún momento se encuentran en peligro, no duden en acudir.
—Los King’s Wolf agradecen su hospitalidad. La manada acudirá a ustedes cuando se encuentren en peligro.
—Los Dark Moon también agradecen— dijo el Alfa de la tercera manada que había aceptado El Progreso.
Los sabios se acercaron a donde nosotros nos encontrábamos y tomaron las manos de los tres Alfas, las levantaron hacia el cielo —Que la diosa luna acepte esta alianza— habló mi abuelo.
La luna se interpuso entre el sol, indicando que aprobaba la alianza —La alianza entre las tres grandes manadas ha quedado solidificada, la diosa luna nos bendecirá y nos guiará por un buen camino— dijo mi abuela.
Después ellos tres se hicieron un corte en su mano, y se estrecharon entre ellos, finalizando la alianza.
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Alfa y Omega [EDITADO]
WerewolfEl alfa y el omega nacieron para estar unidos. La diosa luna así lo manda. El omega complementa al alfa y viceversa. Alfa y omega deben estar juntos. Ese es el régimen que los antepasados, guiados por la diosa luna, dictaron en las leyes. Pero ¿Y...