—Maldito sea el día que te conocí. Maldito sea el día que te contesté ese jodido mensaje. Maldito sea el día que acepté ser tu novio. ¡Maldito seas, Park Seonghwa! — Gritó un pequeño rubio en su almohada mientras lloraba de manera desconsolada sintiendo ahogarse con su mismo llanto.
¿La razón? El chico mencionado anteriormente. Y es que llevaban una relación que para nada estaba resultando como se esperaba al inicio pues en esos cinco años se tornó algo lleno de manipulación emocional, dependencia de uno al otro, toxicidad y peleas que llevaban a decirse palabras hirientes.
¿Lo odiaba...? ¿Lo amaba...? Sentía ambas cosas. Lo amaba tanto tanto tanto que le era imposible estar separado de él y era por eso mismo que también lo odiaba. Porque seguro las cosas serían más fáciles si no sintiera morirse cada que se separaba de él. Park Seonghwa... El amor de su vida.
¿Cómo inicio todo?
Un jueves 10 de febrero del 2018. Se conocieron en una fiesta que realizó un amigo que ambos tenían en común por motivos de celebración en honor a su matrimonio.
Había gente alcoholizada, personas bailando en la pista y por casualidad ellos dos coincidiendo entre tanta multitud de gente que los rodeaba.
Vayamos al inicio de toda la historia.
10 𝒹ℯ 𝒻ℯ𝒷𝓇ℯ𝓇ℴ 𝒹ℯ𝓁 2018
—¿Por qué no vas a bailar? Quita esa cara, se te harán arrugas, Woo.
—Uhm, no sé... No tengo ganas. Además ya tengo sueño y ganas de irme.
—¿Cómo por? La fiesta acaba de empezar. Quita tu actitud y toma algo. Pon ambiente o yo que sé. No pienso irme de aquí y si yo no me voy, tú tampoco porque venimos juntos.— Dijo aquel chico de ojos felinos mientras tomaba de un pequeño vaso algo que parecía ser Whiskey.
WooYoung se limitó a rodar los ojos y suspirar cansado sabiendo que su amigo no iba a ceder tan fácilmente, así que se limitó a hacer lo que él le dijo.
Lo que no sabía es que ese sería el efecto mariposa más grande de su vida y el detonante de la pérdida de su salud mental.
Tomó de la barra libre que el anfitrión de la fiesta ofrecía hasta sentirse realmente mareado. Fue cuando se acercó a la pista chocando con un joven de sonrisa hermosa a su parecer.
Ojos hermosos y cabello tan oscuro como la noche misma. Quedó completamente flechado al verlo ahí mismo.
—A-Ah... Lo siento, n-no quise l-...
—Tranquilo. Los accidentes pasan, ¿no es así?— Le sonrió al rubio de manera amistosa haciendo que éste se sonrojara con su misma presencia.
—Uhm, supongo.— Sonrió mirándolo embelesado. Para este punto no sabía si eran los efectos del alcohol en su organismo o si realmente el joven frente a él lo hacía sentirse nervioso.
Suspiró pesadamente intentando ignorar toda presencia de nervios en sí mismo.
—¿Cuál es tu nombre? El mío es Park Seonghwa. Es todo un placer conocerte.
—Woo... Jung WooYoung.
—Bien, Woo... ¿Por qué no vienes a bailar conmigo? La noche es aburrida y claramente podríamos hacerla mejor.
El mencionado sonrió embobado y sin responderle con palabras, le dio la mano dándole a entender que aprobaba por completo su propuesta.
El contrario por su parte sonrió complacido y tomó su mano comenzando a bailar con él la canción que estaba en ese momento. Una canción lenta que sería una parte fundamental para que el amor surgiera entre ellos dos.
[....]
Antes de todo, iniciaron con una amistad que duró al menos un año antes de que ambos se confesaran y pudieran formar lo que hoy en día era una relación fuerte y estrecha.Con el tiempo Seonghwa se dio cuenta de que lo único que necesitaba para estar bien era la misma presencia de WooYoung en sí por lo que sin perder tiempo, le confesó sus sentimientos hacia él.
Y aunque al principio WooYoung no estaba tan convencido. Pensó en que realmente no perdía nada al intentar una relación con el joven de cabellos oscuros. Quizás y más tarde formalizaban aún más y lograba enamorarse de él.
Oh, pobre WooYoung... No sabía a lo que se estaba enfrentando al aceptar ser novio del peli negro. No sabía a todo lo que llegaría ni en el tipo de persona que sería después de todo.
De los errores se aprende... ¿O no?
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𝐌𝐲 𝐞𝐱𝐭𝐚𝐬𝐬𝐲 𝐦𝐨𝐝𝐞𝐥 ☁︎︎
FanfictionY ahora estás aquí, fue el destino gris. Tú y yo no cabemos en un mismo infierno, así que prefiero largarme muy lejos...