Capítulo 04.

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Capítulo 04

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Capítulo 04

Un Pentágono Perfecto

— ¡Por favor, por el amor de Merlín, Hermione, deja de repartir esas insignias PEDDO!

Alexander se congeló con el tenedor que tenía un trozo de pollo que Cedric había amontonado en su plato junto con un montón de comida más. El prefecto parecía haber asumido el papel de su madre o algo así después de haber visto lo poco que comía en las comidas.

Ah, PEDDO. Lo había olvidado. El cuarto año fue cuando comenzó la campaña de elfos domésticos de Hermione.

Lanzó un suspiro y volvió a bajar el pollo. Honestamente, no tenía hambre. Un fuerte codazo en las costillas de Susan y una mirada severa de Cedric le hicieron clavar el tenedor en el pollo un poco más fuerte de lo necesario. Estaba demasiado contento cuando el trío de oro se detuvo detrás de él y Hermione reprendió al pelirrojo con la suficiente vehemencia como para desviar la atención de Cedric de él.

— ¡No me detendré! ¡Y no es PEDDO, es P.E.D.D.O! ¡Los elfos domésticos deben ser libres de hacer lo que deseen! Los elfos domésticos tienen que obedecer cada orden que les da una bruja o un mago, ¡Es esclavitud, eso es lo que es!

— Ella ha estado así todo el fin de semana. — Suspiró Neville mientras se sentaba en el lado libre de Cedric.

El prefecto, Susan y los tres Gryffindor habían formado una educada especie de amistad a través de él durante la última semana de clases.

— ¿Dónde has estado? No te vimos ni ayer ni el sábado y no pudimos hablar mucho esta mañana —cuestionó Ron tratando de cambiar el tema.

— Haciendo la tarea de Runas antiguas

A decir verdad, había estado en la Sala de los Menesteres obteniendo la paz y la tranquilidad que tanto necesitaba. No había esperado tener cinco personas diferentes rodeándolo día tras día solo una semana después de haber pasado tanto tiempo solo.

— ¡Alexander!

— ¿Sí, Hermione?

Retrocedió un poco cuando le clavaron una insignia en la cara y unos ojos marrones suplicantes pero decididos captaron su mirada.

— ¡Está mal que los elfos domésticos se vean obligados a obedecer a la gente! Trabajan en el castillo, cocinan para nosotros y lavan la ropa, ¡Todo sin paga! Es por eso que formé la Plataforma Elfica de Defensa de los Derechos Obreros. Estás de acuerdo, ¿no? Y Cedric, Susan también apoyarán a P.E.D.D.O, ¿verdad?

Por primera vez desde que Alexander conoció realmente a Cedric, el prefecto parecía un poco intimidado incluso mientras le lanzaba una mirada nerviosa.

— Er... Me gustaría pero-

Susan no sabía a donde mirar ni que decir para rechazar a la castaña.

— ¡Excelente!

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