Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]

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—No creo que sea correcto despedirlos. —hablo el omega.

—Te insultaron y eso no lo voy a permitir. —dijo Yoongi.

—En ese caso te quedarás sin empleados. —se rio Jimin. —solo pienso que exageras un poco.

—Solo trato de protegerte más ahora por tu estado. —suspiro. —no sabemos cuál será el siguiente movimiento de Layla, de tu abuelo, tu bisabuelo y de mi padre.

—Pues despidiendo a la gente solo consigues que tenga más enemigos de los que debería. —se rio. —solo intenta contenerte un poco más debes de ser profesional y no rebajarte a las estupideces de las otras castas.

—Tú pareces más profesional que yo. —hizo un puchero el alfa.

—Min Yoongi. —se burló el omega. —¿Acabas de hacer un puchero?

—No. —negó la serpiente. —no hice eso.

El omega se rio y tomo de las mejillas a su alfa para darle un corto beso, pero se alejó y llevó su mano a su boca, había tenido constantes mareos y vómitos; Yoongi se preocupó al ver a su omega, el cual corrió al basurero que el alfa tenía para vomitar ahí. La serpiente arrugó su nariz al sentir el aroma a vómito que se estaba formando en la habitación, se dirigió al balcón de su oficina para respirar el aire de ahí, ya que si seguía oliendo el olor a vómito, era probable que él también vomitara.

—Yoongi. —hablo Jimin.

—Sí, pollito. —dijo Yoongi.

—¿Podemos ir a casa? —pregunto. —yo no me siento bien.

El pálido se dirigió donde su omega y lo vio sonrojado, Yoongi con su pañuelo le limpio la boca a su omega y le dio un beso en la frente, para después tomar sus cosas y dejar el lugar para volver a su casa con su omega. Jimin necesitaba descansar mucho por su embarazo, por lo cual sería normal que durmiera mucho, que tendría mucha hambre y podría estar muy agresivo.

—Yoongi. —hablo Jimin.

—Sí, cariño. —dijo Yoongi.

—Cuando lleguemos a casa podemos nadar en la piscina. —hablo.

—Lo que quieras. —lo vio. —te complaceré en todo lo que me pidas.

—¿Cómo en darme camarones en salsa roja con chocolate? —pensó.

—Eso suena asqueroso, pero sí. —sonrió.

—Pensé en otra cosa. —llevó su mano a la pierna de su alfa. —algo grande y doble.

—No creo que sea buena idea por tu estado actual. —vio a otro lado la serpiente.

—Pero yo vi en internet que no me haría daño —dijo. —además, hace calor y se me antojo uno que vi que anunciaron en la televisión.

—¿De qué estamos hablando? —miro al pollito.

—De helado. —parpadeo confundido. —¿De qué pensó que hablábamos?