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La marca.

T/n:

El dolor en el pecho no cesaba, podía soportarlo pero era muy molesto. 11:00 p. m. Esa era la hora. Ya era un poco tarde así que decidí intentar dormir.

Me dirigí al baño que hay en mi habitación, me lave los dientes como de costumbre, y estando en frente del espejo pude notar como una pequeña marca negra estaba en mi pecho. La camisa que llevaba no me tapaba del todo, así que se podía notar aún con la camisa puesta.

Me quité la camisa para observar con detalle aquella marca, al instante en que la ví le encontré una similitud a las marcas que Sukuna tenía por todo su cuerpo. Eso me asustó un poco.

Salí del baño y me recosté en la cama, estaba confundida y aterrada. ¿Qué tenía yo que ver con ese sujeto?

Había perdido la noción del tiempo, estaba tan abrumada en mis pensamientos, hasta que escuché la puerta de mi habitación abrirse.

Me alarmó un poco, así que en seguida voltee a mirar, ¿Quién podría ser a estás horas de la noche?

— ¿Si?, ¿Quién es? - hablé en un tono algo bajo, pero audible, era tarde.

No escuché respuesta, me levanté de la cama y caminé lentamente hasta la puerta.

. . .

Una mano me tomo del cuello y me estampó contra la pared.

— Ahg... - lo único que salió de mi boca fue un quejido, se me hacía imposible hablar.

La figura que tenía en frente me aterró, "por favor que esto sea un sueño" pensé.

Me soltó. Su semblante cambió, él sonreía de oreja a oreja hace un momento, pero cuando me soltó fue totalmente distinto, se me quedó observando cuando me tiré al piso para tomar aire y soportar el dolor, podría decir que hasta me miraba con preocupación.

No dije nada, después de un par de minutos lo voltee a mirar.

Él se agachó y me tomó entre sus brazos, me cargó y me llevó hasta mi cama, no fue tan delicado, pero tampoco tan brusco, se controló.

— ¿Qué hace aquí? - me digne a hablar.

— ¿No puedo estar aquí? Yo, vine a verte. - contestó con esa voz tan serena y grave, me aterraba un poco.

— ¿Por qué?

— ¿Tengo que responder?

— No...

Un click se hizo en mi mente y pregunté alterada.

— ¿Qué ha pasado con Itadori-San? ¿Le hizo algo?

— ¿Te preocupa el mocoso?

— Bueno, es mi compañero de clase y...

— ¿Qué es lo que sientes por él, querida? - se acercó repentinamente y me tomo del mentón.

— Él es mi amigo...

— ¿Solo eso? ¿No me estás mintiendo? Dime, ¿Qué es lo que sientes por él?

°PROFECÍA° (Sukuna Ryomen × Lectora) en pausa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora