Sarada intentaba ignorar el hecho de que la voz se había corrido y las mujeres sabían a quién recurrir si tenían alguna emergencia, sabían que Sarada conocía a la chica de las propuestas, esa chica que hacía las pruebas de fidelidad con mejores resultados que el pan molido, la que se sometía a coquetear con otros chicos para verificar que no fueran infieles. O Aquella chica que te bajaba al novio para que pudieras andar con alguien más. Las compañeras alrededor de Sarada no pensaban que ella fuese así, trabajan con ella, compartían momentos, Sarada era una chica comprometida, interesada en lo familiar, interesada por causas ajenas a algo superficial como robar novios, además ahora que estaba saliendo con ese chico dudaban mucho sobre esos rumores de que ella era esa chica, o de que se juntaba con esas chicas que hacían eso.
Los susurros llegaban hasta ellas y veían a Sarada distinta, no es que demostrará cambios, pero los rumores deformaron esa imagen, no sabían si aceptarlos o negarlos, Sarada no hablaba al respecto.
—Por favor puedes poner las alitas en el congelador—Ordenaba, mientras hacía el conteo de los vasos—Tenemos que mandar a poner el logo—Dijo anotándolo en el teléfono, Sarada era muy comprometida con el trabajo, necesitaba ascender
—Si, los robos chica, han estado ufff, de locos—Dijo Chöchö—No entiendo que tienen estas porquerías, las pueden encontrar en la tienda de 10 pesos
—Yo creo que lo llamativo es el logo—Mencionó Denki
—¿De verdad?—Le dijo Sarada con un tonó pesado—¿Me lo dices cuando ya ordené que lo pusieran en los siguientes?
Ahí era cuando los rumores parecían falsos, Sarada era una chica estructurada, molesta, mandona, no tenía tiempo de pensar en chicos, ellas habían visto como rechazaba de una manera molesta los cortejos que le brindaban, inclusive Lee, lo rechazaba de una manera brutal aunque fuese nieto del dueño.
—¡Chica que dice'!—Dijo Chöchö, poniendo ambiente
—Saoko papi, Saoko—Dijo Denki
—¡Chica que dices! —Se arrimó a Sarada, esta soltó un suspiro pesado
—Saoko papi saoko
Chöchö empezó a perrearle—Chica, mis ancestras no me dieron todo esto para tenerlo guardado, sería una ofensa si no lo utilizara—Dijo sacudiendo su trasero—¿Puedes creer que las blanquitas quieran apropiarse de esto? Uh chica, les hace falta un largo camino que recorrer, y no solo me refiero a las cirugías—Dijo moviendo las manos estrepitosamente y chasqueando los dedos
—Así se habla chica—Dijo Denki imitándola
—Denki eres demasiado blanco para hacer eso—Mencionó Chöchö con repudio y una risa burlona
—¿Qué me dices de Sarada? Ella también es blanca—Mencionó Kai
—No demasiado blanca como su madre, esa señora ¡brilla!—Mencionó Chöchö con burla
—¿Podemos ponernos a trabajar? ¡Falta poco para abrir y las mesas no están limpias!—Mencionó Sarada, molesta— Chicas, de verdad, necesito demostrar que puedo tener todo bajo control
—Sarada, tú siempre tienes todo bajo control
—Pero esta vez necesito que mi esfuerzo se noté, limpiamos todo, acomodamos de manera distinta, subastamos los cuadros, hicimos que funcionara la vieja rockola, cambiamos los tapetes, estamos al pendiente de los jodidos tarros
—¿y todavía quieres más?—Dijo Mai desde atrás
—¡Sí! Necesito demostrar que puedo con esto, quiero encargarme de la sucursal
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La propuesta
FanfictionCansada de su vida poco privilegiada, del sufrimiento de su amiga por sus relaciones románticas, de la violencia cotidiana en su entorno y por el constante cuestionamiento acerca de su nula interacción romántica, Sarada Haruno decide aceptar una pro...