Celos

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Luzu se encontraba en la casa de Vegetta, en la que también estaban Rubius, Alexby, y Fargan.

El castaño de ojos rojizos se encontraba sentado en uno de los 3 sofás que habían en la sala de estar del peli-negro.
Este observaba como Vegetta y Rubius no paraban de coquetear en el sofá de al lado del que él estaba.

Aunque nadie lo notaba, Luzu se moría de celos al observar a aquellos dos comerse con la mirada.

Nadie lo sabía, porque no lo contaba y no lo hacía notar... Luzu cuando se enamora de alguien, no puede evitar sentir una gran cantidad de celos, y no precisamente de esos celos que son muy controlables... podía llegar a hacer una locura si se le pasa por la cabeza.

El de ojos rojizos hace bastante tiempo que está enamorado del de ojos amatista.
Está tan enamorado, de al punto de tener fotos de Vegetta en su habitación, tanto sin camiseta, como normalmente vestía el peli-negro.
Su obsesión crecía cada día más y más... hasta que algún día esa obsesión salga, y la haga notar.

Luzu odiaba con todo su ser a Rubius.
El híbrido se pegaba como una lapa a Vegetta, como si nadie más pudiera tan siquiera tocarlo.
Aunque el castaño sabía que al híbrido solo le gustaba sentirse amado, y utilizaba a Vegetta como tal. Sentir amor de otra persona.

Cuando por fin se dignó a decir algo, se levantó del sofá.

— Y... ¿Cuándo vamos a irnos a la mina? Llevamos esperando media hora por lo menos... - Dijo Luzu, para matar el silencio.

— Nos iremos cuando Alexby y Fargan decidan por fin bajar del piso de arriba. - Habló Vegetta, mientras tenía una de sus manos en el hombro de Rubius.

— No sé vosotros... pero yo voy a ir a buscarlos, no vaya a ser que estén comiéndose la boca y nosotros tres aquí esperando como mongolos. - Rió el castaño mientras caminaba hacia las escaleras.

Luzu subió lentamente de forma silenciosa las escaleras, para poder atrapar a Alexby y Fargan en el acto, (si es que lo estaban haciendo...).
Abrió silenciosamente la puerta de la habitación de Vegetta, ya que ahí es de donde se escuchaban unas voces.
Y observó como efectivamente, sus dos amigos se estaban comiendo la boca, y no precisamente de una forma pacífica...

— ¡Seréis puercos! Llevamos esperandoos a ambos abajo en la sala de estar un buen rato para ir a la mina, y resulta que casi os veis los amiguitos - Dijo el castaño, diciendo lo último refiriéndose a lo que los contrarios ya sabían.

— Perdón, perdón... ya vamos. - Dijo Fargan con un leve sonrojo y un poco de vergüenza, mientras se colocaba bien sus cabellos, ya que estaban un poco despeinados.

— Que pereza ir a la mina ya... - Bufó Alexby mientras se levantaba de la cama, caminando a la puerta de la habitación junto con un pico de diamante en la mano derecha.

— ¡Hey! Que fue vuestra idea ir a la mina nosotros cinco. Ahora no te quejes, Alexby. - Gritó Luzu yendo detrás de él.

— Bah...

Bajaron los tres del piso de arriba por las escaleras, visualizando como Vegetta y Rubius se estaban besando.

— ¡EJEM! - Soltó Luzu con un tono molesto.

Uis... ¿Ya nos vamos por fin? - Habló Vegetta mientras se separaba del beso y se separaba del híbrido pata poder levantarse y caminar hacia sus tres amigos.

— ¡Por fin! ¿¡Os estabais besando verdad, cabrones!? - Gritó Rubius riéndose, dándoles a ambos unas palmadas en las espaldas.

Basta de chachara y a caminar. - Dijo Alexby abriendo la puerta, para luego comenzar a caminar por el sendero que los llevaría a la mina cercana a la que se dirigían.

Los cinco estuvieron caminando un buen rato, hasta que llegaron a la mina.
Entraron en ella con sus picos de diamante/hierro preparados en las manos.

Querían dividirse para no ir todos al mismo lado.
Luzu casi se iba junto a Alexby y Fargan para vigilar que no se entretuvieran, pero sus celos le podían más y decidió finalmente seguir a Vegetta y Rubius.

Comenzaron a caminar a paso lento.
Aveces soltaban algún que otro comentario o picaban algún mineral que aparecía de entre la oscuridad, pero se notaba un poco de incomodidad, al no haber un tema en concreto del cual hablar.

— Ummm... ¿Y qué tal vuestra relación? - Dijo Luzu, aunque odiara hablar de ello.

— Pues bien, supongo.
Llevamos ya como 6 meses juntos y creo que va todo como la seda. - Respondió Vegetta con una sonrisa en su rostro.

A Luzu le encantaba esa sonrisa que tanto lo enamoraba, pero frunció el ceño un poco, al ya saber que esa sonrisa que se le marcaba en el rostro, era porque realmente le gustaba su relación con el híbrido.

— Luzu, ¿Y tú tienes pareja o algo? - Preguntó Rubius.

Ummh, no.
No tengo pareja.

Ni tampoco la iba a tener, si esa persona no era Vegetta.
Guardaba su corazón solamente para el peli-negro de ojos morados y para nadie más.

— Oh, ¿Y por qué no? He visto que tienes varias pretendientas del pueblo que quieren estar contigo.
Eres bastante guapo como para estar soltero, ¿No crees? - Habló el híbrido mientras minaba un poco de hierro que había encontrado.

— Ya... pero yo ya tengo a alguien en mente y no quiero estar con otra persona que no sea quien me guste.

— ¿Y quién es esa persona, si se puede saber, Luzu? - Dijo Vegetta interesándose por quién podría ser su enamorado.

— ... Es secreto. - Se calló por unos segundos hasta al fin decir algo.

Los tres estuvieron caminando otro buen rato, hasta que hubo un pequeño desprendimiento, que causó que un muro de rocas separara a Vegetta y Luzu de Rubius.

Luzu en su mente soltó un pequeño "¡Bien!" , al notar que fue él quien terminó con Vegetta ante tal situación y no Rubius.

— ¡Rubius! ¿Estás bien? - Gritó Vegetta con un tono de voz preocupado.

— ¡Si, si! ¡Estoy bien! ¡Seguid caminando, no os preocupéis por mi! ¡Yo haré lo mismo! ‐ Respondió rápidamente el híbrido desde el otro lado del muro.

Mientras Vegetta y Luzu caminaban en línea recta, el castaño tenía todo el tiempo un impulso de besar al contrario con todo su ser, pero si lo hacía probablemente el peli-negro se quisiera alejar lo más pronto que pudiera de él, así que intentó no hacerle caso a sus impulsos.

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⏰ Última actualización: May 29, 2023 ⏰

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"Sin celos, no hay juego" - LuzugettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora