FLOWERS IN THE BACKSTAGE (La Zarra)

1. Natalie

—¿Cómo se llama? —pregunté observando el primer ensayo para aquella gala que se celebraría varios meses después.
—La llaman La Zarra —me dijo mi manager. —Representa a Francia... Mira. Ahora va a salir Loreen. Es la ganadora de 2012.
—Genial —dije.

Tras unos minutos me tocó salir. Todas las miradas de mis compañeros y contrincantes estaban sobre mí. Tomé aire y realicé un ensayo impecable.

Después del ensayo, todos nos dirigimos a nuestros respectivos camerinos. Donde tendríamos la oportunidad de conocernos.
—¡Hola! ¿Eres UK verdad? —me dijo una chica monísima con la sonrisa más sincera que haya visto.
—Hola... ¡Sí! Tú eres...
—Noruega. Me llamo Alessandra.
—Encantada. Soy Natalie.
—Que nombre tan bonito... Es precioso.
—Muchas gracias. Me encantó tu canción. Incluso me la pondría de tono de llamada —reí haciendo reír a Alessandra.
—Muchas gracias. A mí también la tuya, tu ensayo fue una pasada. Oye... ¿te quieres venir a tomar algo? El repre de Finlandia ha cerrado una discoteca solo para nosotros. Para que nos conozcamos. Me ha dicho que te invite.
—Muchísimas gracias, me encantará...
—¡Genial! Pues nos vemos allí —dijo pasándome la dirección.
—Gracias. Nos vemos —Le dije con una sonrisa sincera. Al girarse vi pasar por mi lado a La Zarra. Quien se adentró en su camerino.

—Que misteriosa —pensé.
—Nos vamos cariño —dijo mi manager. —Tienes que cambiarte si quieres ir a esa fiesta.
—Sí, vamos —asentí.

—Había pensado en poner unas luces así —me dijo Kamila, mi manager, cuando ya estábamos en el taxi.
—Sí, está bien —dije mirando por la ventanilla.
—Nat... Esto es serio. Ni las has mirado.
—¿Qué? Perdón... Estoy cansada. Hablemos de esto mañana ¿vale?
—Está bien. Descansa hoy. Pero mañana te quiero a tope.
—Tranquila.
—Lo estoy... A medias...
—Puedo notarlo...

Llegamos al local encontrando a varios miembros de seguridad en la entrada. Tras reconocerme me dejaron pasar junto a mi equipo.

—¡Has venido! —me dijo Alessandra abrazándome.
—¡Sí! Que pasada...
—Se lo han montado muy bien... Ven. Estamos tomando una copa con Loreen y Käärijä. Son Suecia y Finlandia —rió.
—Guay —dije.

Caminamos hasta una de las altas mesas en medio de la enorme discoteca sorteando a varias personas de los equipos de los demás.
—¡Hey! Ella es Natalie.
—UK ¿verdad? —dijo Loreen con una sonrisa.
—Justamente —respondí.
—Encantada, soy Loreen —dijo ella dándome un cariñoso abrazo.
—El placer es mío, créeme —sonreí.
—Soy Käärijä —dijo él abrazándome también.
—Natalie, es un placer conoceros.
—El placer es todo nuestro —me dijo Käärijä. —Te has comido el escenario, chica. Estábamos todos flipando con tu ensayo. No podemos esperar para el día de la final.
—Vosotros también estaréis, lo sé —dije.
—Permítenos antes llegar a la semi —rió Käärijä.
—Somos los mejores. Llegaremos —dijo Alessandra levantando una copa y tendiéndome otra. —Por nosotros.
—¡Por nosotros! —dijimos los cuatro al unísono.
—Porque el ganador se encuentre en entre nosotros cuatro —dijo Käärijä. Y los cuatro volvimos a beber.
—¿Ya conoces a alguien? —me preguntó Loreen.
—A vosotros... —reí. —Pero no, no he tenido mucho tiempo.
—Ven, te presentaré a España y a Israel.
—Muchas gracias, eres un cielo.
—Que va... —rió ella y tomó mi mano guiándome entre la multitud de personas que bailaban y saltaban al son de la música.

Llegamos hasta otra de las mesas en las que estaban dos chicas muy monas.
—Loreen —dijo una de ellas abrazándola.
—Chicas, ella es Natalie. Natalie, ellas son Blanca y Noa.
—¿UK, verdad? Que pasada de ensayo —dijo Blanca.
—Muchísimas gracias —dije llevándome las manos al pecho en señal de agradecimiento.
—Es un placer conocerte, yo soy Noa —dijo la otra chica acercándose y abrazándome.
—El placer es todo mío. Vuestras actuaciones también han sido una pasada. Es un verdadero placer poder escucharos.

Tras hablar durante unos minutos con las chicas, Loreen y yo volvimos junto a Alessandra y Käärijä, encontrándonos al alguien que ya había llamado mi atención por el camino.

—La Zarra —sonrió Loreen dándole un abrazo al verla.
—Loreen —dijo ella con una sonrisa devolviéndole el abrazo.
—Ella es Natalie, representa a UK —dijo Loreen.
—Es un placer —dijo La Zarra. —Yo soy La Zarra. Francia.
—Sí, lo sé... Me gustó mucho tu propuesta —le dije con una sonrisa.
—Vaya... Gracias... A mí también la tuya —me dijo mirándome de arriba a abajo. —Pasadlo bien chicas —nos dijo con una sonrisa antes de seguir su camino.
—Cómo estamos... —dijo Loreen.
—¿Qué? —pregunté andando junto a ella a la mesa.
—Veo que habéis visto a la torre Eiffel —dijo Käärijä.
—Y tanto —dijo Loreen. —Bebes los vientos por ella ¿no? —me dijo Loreen sin hacer demasiado drama, preguntándome de manera relajada antes de tomar un trago.
—¿Qué? —pregunté.
—Pregunta que si te gusta —dijo Alessadra.
—Sí, sé lo que significa, pero...
—No quería ofenderte, solo... me lo ha parecido... Y ella te ha mirado de arriba a abajo... —se excusó Loreen rápidamente y pude ver que no lo había dicho con ningún tipo de maldad. —No quería que te sintieras incómoda, de verdad. —Me dijo sincera.
—No descuida —sonreí. —Es... Es solo que... Me ha parecido interesante.

En ese momento vi la sonrisa pícara que se dibujó en la cara de Käärijä.
—Uhhhh, a si que... ¿Puede haber rollete entre Francia y Reino Unido?
—¿Qué? No... Para nada —dijo tomando un trago y Alessandra rió.
—Venga dejadla que la acabáis de conocer —dijo a Loreen y Käärijä. —Además, La Zarra nos cae bien. Es maja.
—Es maja, pero tiene una vuelta francesa que si la coges de malas no la cuentas —bromeó Käärijä.
—Le quitaste el sombrero y le arruinaste el peinado a si que yo creo... Que es justo... —dijo Loreen.
—Lo sé, tendría que haber tomado menos alcohol. Pero me disculpé.
—Y menos mal... —dijo Alessandra. —Aquí todos son simpáticos, ya verás —me dijo.
—Me tranquiliza oírlo...
—¿Qué te han parecido Blanca y Noa?
—Son geniales. Han sido súper amables —dije sincera.
—La mayoría son así, ya verás, te integrarás antes de que te des cuenta.
—Lo espero de corazón...
—Que sí, mujer —me dijo Käärijä. —Ya verás.
—A propósito. Gracias por la invitación —le dije.
—Descuida. Estas fiestas son lo mejor para conocernos. Somos rivales pero, eso no significa que no debamos llevarnos bien.
—Toda la razón —dijo Loreen alzando la copa y todos volvimos a brindar.