5.

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Kate.

— De verdad te adoro.— abrazo a t/n por detrás.

— Y yo te amo Kate Bishop, gracias por ser mi mejor amiga.— no entiendo porque sus palabras se sintieron cómo una punzada en mi pecho.

— ¿Sabes que es lo mejor?.— pregunta.

— Nop, ilustrame.— respondo.

La sonrisa en su rostro desaparece y siento una punzada en mi pecho, y pronto siento la sangre escapar de mi cuerpo.

Levanto la mirada y observo los ojos verdes y la cabellera rubia de ésa mujer.

El aire empieza a escapar de mis pulmones y comienzo a llorar.

— Despídete de éste mundo Kate Bishop.—

...

¡Noooo!.— maldita sea. Otra vez volvió a ocurrir.

— Kate.— ¿Ésa es t/n?. — Kate mírame por favor, estoy aquí.— mi cabeza gira en dirección a su voz.

Me voy encima de ella y lloro, ella se limita a hablarme y decirme que todo está bien y que no hay peligro.

Pasamos unos minutos, los latidos de su corazón de alguna manera me tranquilizan. Y ponto soy capaz de salir de mi lugar seguro que son sus brazos.

— Oye nena, ¿Todo bien? Tuviste un mal sueño ¿Verdad?.— me limitó a contestar que si pero asintiendo y me vuelve a abrazar. — ¿Qué soñaste Kate?.— pregunta acostándose conmigo otra vez, puedo a escuchar nuevamente su corazón latir cómo si fuera una máquina que va lentamente haciendo su función, me da paz y me relaja.

— Soñé que estábamos juntas disfrutando de un día cómo el de ayer, y de pronto te ví y ya no eras tú, era ésa mujer, la que intentó matarme y en mi pesadilla logró su cometido.— intento calmar mi respiración.

— Tranquila Kate, aquí estoy para defenderte, aunque claramente sabes hacerlo sola pero aquí me tienes aún así, te amo.— me pega más a su pecho y disfruto de su bonito olor.

Nos quedamos abrazadas hasta que un sonido proveniente de la sala nos pone alerta.

Nos miramos buscando alguna respuesta.

— Iré a revisar, no te muevas de aquí, seguramente es algún guardia que tropezó pero aún así...— se coloca sus tenis y se acerca a su mueble y busca algo entre los cajones, saca un arma de éste. — Es por si las dudas, Kate de verdad aquí quédate.— me dice mientras pone el seguro del arma y la guarda en su cintura, me tocará esperar, aunque de verdad quiero hacerlo no puedo dejar a t/n sola, ¿Y si ésa mujer ya sabe que estoy aquí?, Es imposible. Dios t/n.

T/n.

Bajo a la cocina intentando parecer normal paso por la sala y encuentro a alguien buscando no sé qué cosa en la caja fuerte de papá.

Enciendo la luz alertando a una mujer rubia de ojos verdes que en cuanto me vé me apunta con su arma.

— ¿Qué chingados haces?.— le hablo en español e ignoro completamente el arma que me apunta y recojo el desorden que hizo y cierro nuevamente la caja fuerte.
— ¿Tienes idea de lo costosa que fué ésa caja fuerte?.— vuelvo a hablar esperando interacción de la rubia.

— Kate Bishop.— se limita a contestarme.

— ¿Ah? ¿Me ves cara de Kate Bishop?.—

— ¿Dónde... está... Kate Bishop?.— vuelve a preguntar separando las palabras.

Eres mi misión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora