*+:｡🩰𝑩𝒂𝒍𝒍𝒆𝒓𝒊𝒏𝒂🎶✧˚ · -Budo Masuta X Lectora

Prólogo

Nota: letra inclinada (está) significa recuerdos, sueños.

La música sonaba por todo el lugar, y ella bailaba al compás del sonido sin equivocarse.

—Sal de ahí... Porfavor...

Ella seguía bailando con los ojos cerrados sin preocupaciones.

—No sigas...

Se cayó al suelo por un empujón y miro al frente por un estruendo y la sorpresa de haberse caído.

—Cierra los ojos...

Abrió los ojos como platos al ver una escena sangrienta que era iluminada por la luz que había caído desde el techo, justo hacia ella, que si no la hubieran empujado habría terminado muerta.

Pero en su lugar, su mejor amiga quedó en el suelo con nulas esperanzas de vivir con la lámpara encima. La sangre escurría y eso lo hacía más traumático. Todo el público estaba temblando, y la sangre llegó hacia “ella”. su vestido blanco y sus puntas también del mismo color se tornaron de un color carmesí brillante, no se podía mover, la escena se repetía una y otra vez en su cabeza.

—¡¡AAHHHHHHHHH!!—gritó desesperada, quería buscar a su madre como un niño pequeño pero probablemente ella no estaría ahí.

Simplemente cerró los ojos y...

Se levantó jadeando de su cama por un recuerdo viviente que se repetía en sus sueños una y otra vez, se sentía culpable y aceptaba ese castigo traumático. Se miro las manos y al par que pestañeaba se llenaban con sangre. Movío la cabeza a los lados y la sangre se fue.

Suspiro y se fue a cambiar aunque fuera extremadamente temprano.

Bajo las escaleras y se encontró con su asistente tomando un café, se sorprendió por qué estaba despierta desde tan temprano, aunque no le extrañaba.

—¿Vas a ir a ensayar, Hanarenai?

La anterior mencionada abrió los ojos y miro al suelo completamente estática, se le vino a la cabeza ese recuerdo horrible, negó con la cabeza y se tardó un poco en responder.—No, no te preocupes por mi Runa. En algunas horas iré a la escuela.

—¿Quieres que te prepare un té de manzanilla?—Hanarenai sonrió, su asistente Runa la conocía tan bien. Ella tomaba té de manzanilla cuando se sentía agobiada, o triste.

—Si, porfavor.—Runa se levantó de su silla y se fue a la cocina, Hanarenai se fue hacia el estudio de danza.

Miro a todas las paredes e incluso los trofeos, tenía varias fotos de ella pero ninguna con su madre ni con su padre. Ellos murieron hace años, pero a ella no le importó, después de todo no es que tuvieran una relación muy buena.

El olor a té la hizo salir de la habitación, era un olor que le encantaba. Como una niña pequeña lo pidió repetidas veces para que se lo dieran.

—Espera, que todavía está caliente.

—¡No me importa quemarme la lengua!—aun así Runa no le quería dar el té.

—Lo votaré si sigues insistiendo.—al instante se quedó callada. Y unos minutos después le dieron el té