Capítulo 15

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Tal y como Peat le ordeno a Fort contrato el personal necesario para cuidar de June, aunado a esto cada noche realizaban el ritual para conseguir procrear un heredero, claro que al estar en una habitación relativamente cercana a la principal Peat escuchaba a la perfección los sonidos obscenos que emitían, lo cual lo llenaba de asco y le rompía el corazón.

Aun no terminaba de entender por qué Fort le negó la oportunidad de tener un bebe pudo haber pensado en millones de excusas para justificarlo, pero el hecho de que llevará a otra persona a vivir a su casa y más aparte le digiera su ridículo plan, le dejaba muy en claro que Fort no quiere ni querrá tener nada que ver con él.

A la mañana siguiente Fort salió temprano rumbo a la empresa, el hecho de que aún no sea el dueño oficial no significaba que no se haría cargo de lo necesario desde ahora, en cambio Peat prefería evitar estrés del ambiente en la oficina por lo que mejor trabajaba desde su hogar, al ser el dueño solo revisaba los documentos que mandaban por correo su secretaria.

Era hora del desayuno y Peat se encontraba en el comedor tomando un jugo de naranja y un plato de Jok con pollo, todo tranquilo, revisaba un documento que le acaba de enviar su secretaria a la vez platicaba un poco con Tay quien estaba a un lado de él, los demás ya se encontraban trabajando por lo que no pudieron acompañarlo.

Tenía una charla amena pero la llegada de June al comedor lo hecho todo a perder, entro muy arrogante, sin dirigirles la mirada a ambos y tomo asiento a la cabecera opuesta de la mesa.

June: Quiero desayunar ahora.

A Peat y Tay les pareció claramente escuchar a una niña de 7 años caprichosa y mimada, pero a pesar del tono que utilizo en su orden ninguno se movió o siquiera abandono su charla, obviamente provocando que se enojara.

June: ¿Qué acaso no escucharon?, ¡QUIERO DESAYUNAR AHORA!

Peat: Te escuchamos a la perfección y si no mal recuerdo Fort contrato personal para atenderte, llámalos y ordénales a ellos, pero a Tay, Nanon, Copter y Ohm, solo yo puedo indicarles tareas, tú no tienes la autorización de hacerlo por que quieras o no el dueño de esta casa soy yo, me importa poco lo que Fort te haya dicho o prometido, para mí no eres nadie.

June con los ojos brillosos por las lágrimas que estaba aguantando salió del comedor con rumbo a la cocina, no tardo demasiado cuando empezaron a escuchar fuertes reprimendas que le dio al nuevo personal por su "incompetencia" para atenderla rápidamente.

Tay: Esa mujer está loca – comento mirando fijamente a la puerta que daba a la cocina de la cual segundos después salió June hecha una furia azotando cuantas más puertas se ponían en su camino.

Peat: Y que lo digas... pero, en fin, son los gustos de Fort, ¿qué podemos hacer?

Terminaron de desayunar y Peat le pidió a Tay que lo acompañara a la ciudad para comprar un traje nuevo ya que esa noche tendría una importante cena de negocios y desde luego tenía que ir presentable.

Después de unas cuantas horas buscando el traje adecuado finalmente lo encontraron, regresaron a casa y al ser ya casi las 66 de la tarde Peat se apresuró a arreglarse ya que tenía que presentarse a las 8 en punto en el restaurante "Nahm" para firmar un negocio importante.

Dando las 7:45 llego Fort a casa topándose en la entrada con Peat esperando a Tay quien lo llevaría.

Fort: ¿A dónde vas? – lo contemplo de pies a cabeza admirando lo bien que se entallaba a su cuerpo ese traje.

Peat: Tengo una cena de negocios hoy así que si me disculpas nos veremos más tarde.

Estaba por subir al auto cuando el firme agarre en su brazo por parte de Fort lo detuvo.

Peat: Suéltame, ya voy bastante tarde.

Fort: Iré contigo, espérame 5 minutos.

Sin esperar a que le respondiera entro corriendo a la casa, se acomodó el cabello y se cambió, ignorando las insistentes preguntas de June salió a encontrarse con Peat quien ya estaba dentro del auto con los brazos cruzados y la mirada fija en algo más interesante que su tonto esposo falso.

Fort: Dime ¿realmente pensabas ir tu solo a esa cena?

Peat: ¿Acaso no viste que cuando llegaste ya me iba?

Fort: Creo innecesario recordarte que somos esposos y seria mal visto que cenaras con otro hombre sin que este yo presente ¿verdad?

Peat: Y yo creo innecesario que te pongas en ese plan ya que si pensamos un poco tú no eres quien más ha respetado nuestro supuesto matrimonio.

Fort: Pero una cosa es guardar las apariencias y otra muy distinto lo que hagamos cada quien en nuestra privacidad.

Peat: Ahh creo que ya entendí, ósea que cuando este en casa puedo llevar a mi amante y revolcarme con el todo lo que quiera y estará bien mientras nadie se entere.

Fort: ¡NO!

Peat: ¿Por qué no? ¿Acaso no fue exactamente lo mismo que tu hiciste?

Fort se quedó callado, no sabía por qué, pero la idea de que Peat tuviera a alguien le molestaba, tanto estuvieron platicando que ni siquiera se dieron cuenta que desde hace varios minutos ya estaban frente al restaurante, ambos bajaron y antes de entrar Fort ofreció su brazo a Peat quien simplemente lo ignoro y camino con orgullo entre las mesas siguiendo al mesero que le indicaría donde se encontraba la otra persona esperándolo, cuando finalmente llego le sorprendió ver el atractivo hombre que elegantemente se puso de pie para saludarlo.

Peat: Buenas noches señor Gong Jun, espero que me disculpe por la tardanza.

Jun: No se preocupe, realmente valió cada segundo de la espera.

Peat se sonrojo por el alago, sorprendentemente se creó una atmosfera de hermosa compatibilidad entre ambos, pero claro siempre hay alguien a quien le molesta la felicidad ajena y en esta ocasión no podía faltar.

Fort: Señor Gong, es un placer, me presento, soy Fort Phakphum, esposo de Peat – extendió su mano derecha para saludarlo, pero no le sorprendió que Jun tardara en aceptarla ya que primero se tomó su tiempo en analizarlo.

Jun: Mucho gusto señor Phakphum – eso fue lo único que platico con él pues en adelante se enfocó en Peat, platicaron sobre el negocio apenas unos instantes pues Jun ni siquiera dudo en firmar el contrato, lo que sea con tal de tener la oportunidad de pasar tiempo con Peat.

Pasaron aproximadamente 3 horas simplemente platicando animadamente de sus gustos, costumbre, anécdotas, etc. Y Fort estaba que se lo cargaba pues le molestaba lo bien que habían simpatizado esos dos, ya era bastante tarde y no le veía fin a esa platica, parecían dos adolescentes enamorados en su primera cita, esa idea sí que lo molesto por lo que se puso de pie dispuesto a retirarse claro que no sin SU ESPOSO.

Fort: Bueno la plática está muy interesante pero ya es tarde y aún tenemos que dedicarnos a hacer a nuestro futuro heredero

Al ver que su comentario logro poner mal a Jun, la sonrisa triunfante en el rostro de Fort no se hizo esperar, se despidió sin darle tiempo a Peat de hacerlo o siquiera negar lo que acaba de decir salió del lugar halándolo del brazo.

Cuando estuvieron en el auto de camino a casa ninguno hablo Peat estaba más que molesto, pero no se rebajaría a pelear de nuevo con él, sabía que hablar con Fort era lo mismo que hablar con una piedra.

Apenas llegaron a la casa Peat bajo del auto y furioso camino hasta su habitación donde comenzó a despojarse de su ropa sin darse cuenta que a sus espaldas se encontraba Fort contemplándolo con la mirada llena de deseo.

Recuerdos del corazón (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora