ILIVIUM

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No había podido dormir ni un poco, su mente repetía los sucesos de la noche anterior una y otra vez.
Sentía que les había fallado como líder, si Jungkook se sentía de esa manera y no lo noto a pesar de ser de los mas cercanos a él ¿Que mas no estaba viendo?
Suspiró y decidió levantarse, ordenaría desayuno para todos y charlaría con ellos un rato. No estaba seguro de lo que debía hacer pero de momento quería subirles un poco el animo.
Definitivamente no metería a la empresa en este asunto.

Tenia un poco de miedo, hace un tiempo le preocupó que pasaría después de anunciar su descanso como grupo, no quería sentir que se alejaban los unos de los otros, eran su familia. Sentia un terrible peso en el hombros por mantenerlos juntos, no podía permitir que el grupo se rompiera. Su ansiedad le ganó un poco, los chicos ni siquiera sabían del servicio militar de Jin, que se acercaba cada vez más. ¿Que pasaría con Jungkook? Tenia que acercarse al castaño o al menos asegurarse de que estuviera estable antes de que el mayor de todos se marchara, o si quiera antes de darle la noticia.
Estuvo a punto de llorar al pensar en que pronto vivirían separados también. Había dado su vida por ese grupo, apostó todo lo que tenía en ellos. Invirtió su juventud y se convirtió en un hombre con ellos. Todos solían recargarse en el por ser el líder, incluso Jin y Yoongi, consideraba que hacía bien su trabajo y le encantaba ser el líder. Se sentía dichoso de formar parte de tan increíble grupo de personas, y aun mas por que confiarán tan ciegamente en él para guiarlos.
Y sin embargo, el miedo de la separación lo asechaba.

Se dirigió hacia su habitación para cambiarse, necesitaba una ducha y despejar su mente un poco. Cuando entro se sintió mas tranquilo, Jungkook dormía abrazado a la espalda de Jin. Este último abrió los ojos cuando sintió a Namjoon entrar.
–Lo siento, necesito cambiarme.
Se removió un poco para espabilarse, apartando con cuidado los brazos del menor para levantarse.
–Jungkook-ah– lo sacudió un poco.
–Déjalo dormir un poco mas, quiero hablar con ustedes. Baja cuando esté listo.
Jin observó el techo un segundo antes de levantarse, no tenía idea de que cartas tomaría el líder en este asunto. Pero le tranquilizaba la rapidez con la que decidió actuar.

Jungkook nunca los había preocupado por este tipo de cosas, era demasiado tranquilo. Solía sobre exigirse un par de veces pero nunca llego a dañarse a si mismo, siempre había sido alguien muy seguro de si, se motivaba a ser mejor día con día, su conducta le extrañaba bastante y ciertamente tenía miedo de que el menor hiciera algo para lastimarse, honestamente no tenia ni idea de cuán serio el asunto podría llegar a ser.
En el pasado habían tenido problemas con autolesiones con alguno de los miembros, principalmente Yoongi. También habían tenido que intervenir con las dietas extremistas de Jimin. Incluso Taehyung había ido a terapia para trabajar en su depresión. Todos tenían algo con que lidiar y siempre habían sido transparentes al respecto. Le dolió pensar que Jungkook no quisiera compartir con ellas sus preocupaciones para no preocuparlos. Y es que el chico se preocupaba profundamente por su mayores, siempre hacía tonterías para hacerlos reír y era el primero en llorar cuando alguno se abría con el resto del grupo.
Le acarició el cabello antes de levantarse.

¿Que pasa por tu cabeza, Jungkook-ah?

...

Cuando sus ojos toparon con un techo que no era el de su habitación sintió el peso de sus acciones caerle en el estómago. Recordaba casi todo, algunos momentos estaban borrosos y había algunos que le gustaría no recordar.
Quiso derretirse ahí mismo pero a su mente llegó la decisión que había tomado antes de dormir.
No iba dejar que esto afectara al grupo y estaba listo para dejar de guardarse todo lo que pasaba. Tenia que buscar ayuda.

La casa estaba terriblemente silenciosa, bajó con miedo las escaleras. Cuando entro a la cocina los chicos lo recibieron expectantes.
–¿Pidieron huevos curtidos extras?– la risa de Hoseok retumbó en la cocina al escucharlo, juró ver algunos hombros relajarse, acompañados de un par de suspiros.
–¿Como te sientes?– la voz raposa de Taehyung llego a sus oídos y sintió su interior retorcerse un poco, no había visto a su compañero de habitación desde la mañana anterior. Si bien su principal problema era tratar su ataque de pánico, (termino que investigó en internet antes de levantarse) igual tenía otras preocupaciones, y era lo que aquel par provocaba en el.
–Bien– le respondió sin mirarlo, metiéndose un pedazo de puerco picante a la boca.
No quería tratarlo de aquella manera tan tosca, Taehyung era el miembro con el que pasaba más tiempo, a veces no necesitaba decirle nada para que el otro supiera como se sentía. Así que esconderle todas sus emociones no iban a ser una tarea fácil.