CAPÍTULO 2- La lealtad de un perro.

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CAPÍTULO 2- La lealtad de un perro.

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Ah... Esto... Solo tengo una cosa que decir.

—Ouch.

Kevs está masacrando a todos los duendes, ¡con sus propias garras y dientes! ¡Con las garras les corta el cuello y con sus dientes les arranca los brazos! ¡Tan salvaje!

D-debo admitir que estoy aterrado de ver esta masacre, pero cuando recuerdo que intentaron violarme por el trasero, me siento un poco mejor.

Estoy más que seguro de que estos duendes han violado a muchísimos hombres. ¡Eliminarlos evitará más violaciones de pobres hombres inocentes!

Pero debo admitir que sus gritos de dolor me asustan.

—¡Hahahahahaha! ¡Eso les pasa por intentar abusar sexualmente de un inocente y guapo hombre como yo...! ¿Eh?

A-alguien puso una mano sobre mi cabeza.

—¿Acaso te olvidaste que estoy aquí?

—Ah... E-esto... E-eres muy hermosa, Su Majestad. U-una hermosura no debería mancharse las manos con sangre.

—No me mancharé las manos. ¡Me mancharé los dientes!

¡Me matará de una mordida!

—¡Uwaaaah...!

¡¿Eh?!

U-una bola de fuego le destruyó el pecho, dejándole un agujero en el pecho que permitía ver a través de él.

M-mi perro... No... ¡Mi héroe!

—I-imposible...- Dijo la Reina duende, antes de caer al suelo, muerta.

—¡Ahhhhhhhh! ¡Eso estuvo cerca!

—¡Amo!

Kevs saltó a mí y caí otra vez al suelo.

M-mierda...

—K-Kevs, ¿estás herido?

—¡No se preocupe, amo, no me hicieron daño! ¡Eran muy débiles!

—Y-ya veo... Me alegro que estés bien.

—¡Muchas gracias por preocuparse por mí, amo!- Dijo, mientras lamía mi cara.

E-entonces toda esta sangre es de los duendes... N-no sé qué pensar al respecto. ¡Kevs tiene todo el cuerpo lleno de sangre! ¡Parece un perro demoníaco asesino! S-si no lo conocería, me hubiera dado un infarto al verlo.

Me levanté del suelo y miré el desastre a mi alrededor.

T-todos los duendes están muertos... Muertos...

—¡¡Genial!! ¡Kevs, eres increíblemente poderoso! ¡Les arrancaste los brazos a los duendes sin dificultad alguna, y los cortabas como si fueran mantequilla! ¡Kevs, definitivamente eres el héroe!

—¡Muchísimas gracias por sus tan amables palabras, amo!

G-genial, mi perro es tan poderoso. ¡Mi vida estará segura! ¡Podré vivir sin miedo alguno!

—Ahora... ¿Qué hacemos, amo?

—Lo primero que haré es conseguir ropa nueva.

—¡No se preocupe, amo! ¡Limpieza!

¿L-limpieza...? ¡¿Eh?!

¡Mi ropa comenzó a brillar! ¡¿Una habilidad que limpia la ropa?! ¡Tan conveniente!

Un taquero en otro mundo.- ¡¿Mi perro es el poderoso, no yo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora