Con el lento pasar de los días se iba sintiendo mejor, para su buena suerte ninguno de los miembros le había hecho preguntas sobre el incidente. Podía notar que lo trataban con cuidado y a pesar de que esto lo molesto un poco, muy en el fondo lo agradeció. Su mente estaba hecha un lío y esto afectaba su comportamiento, estaba demasiado "sensible", necesitaba cualquier pequeña cosa para alterarse. De cualquier manera, esto le sirvo de motivación para trabajar en si mismo, desquitaba todas esas emociones en el enorme gimnasio de la empresa, se había separado un poco de los chicos con los que solía entrenar pero ninguno le había cuestionado eso tampoco.
Se había acostumbrado a la rutina, se levantaba pasadas las 5am, desayunaba con calma y se dirigía a la agencia. Al inicio el hiatus le había preocupado, no sabía que hacer con tanto tiempo, asi que salir de casa le sentaba bien, lo mantenía en regla. Ese dia no fue diferente, después de correr un par de millas pasó a la sala de boxeo. Dejo su maleta en el suelo y comenzó a colocarse vendas en las manos, la heridas de esa noche estaban casi sanadas.
– Jungkook-hyung. Que gusto– Taehyun lo miraba con ojos brillantes, parecía estar por salir de la sala.
– Hey – no sabía muy bien que decir, tenía días sin toparse con el peli rosa. Este pareció notar su falta de animo pues sujetó con más fuerza su bolso, haciendo una reverencia antes de despedirse, regalando una sonrisa antes de retirarse completamente.
Se sintió un poco mal, sabia que aquel chico lo admiraba bastante, siempre buscaba maneras de acercarse a él. Tan egoísta.
Camino al saco de boxeo, dio un par de golpes suaves, sin mucha técnica. Al otro lado de la sala observó al resto de TXT salir, riéndose y golpeándoles entre ellos. Una ola de tristeza lo azoto, pensó en su grupo. Y el daño que les hacía.
Golpeó un poco más fuerte el saco. Su mente seguía en sus compañeros, en todo lo que había pasado esos días.
No había dirigido ninguna sola palabra a Taehyung ni Jimin, los evitaba a propósito. Salía temprano de casa para no verlos y seguía durmiendo con Jin.
Ninguno de los dos había intentado acercarse a él tampoco. Y aunque extrañaba la dinámica que tenía con ellos, sabía que las cosas se habían arruinado por completo.
Comenzó a controlar su respiración, los golpes seguían un ritmo rápido. Sentía el enojo abrirse paso en su interior.
¿Porque estaba enojado tan de repente? Su mente viajó a aquella mañana y golpeó aún más duro.
¿Porque tenían que empeñarse en aparecer en su mente? Casi tentándolo. Se sintió traicionado.
Se suponía eran mejores amigos.
¿Porque no le habían contado que estaban juntos? Las cadenas que unían el saco al techo empezaron a rechinar. Sintió sus nudillos escocer.
Se sentía estupido, ni siquiera sabía si el par estaban juntos. ¿Solo follaban? ¿Como no se había dado cuenta? ¿Alguien más sabía?
El sudor le empapó el rostro, sintió un gruñido en la garganta cuando aceleró sus golpes.
Vio la escena una última vez en su cabeza, se detuvo de golpe, cayendo duramente de rodillas.
Trato de regular su respiración, debía controlar sus sentimientos si no quería hacer una escena en público.
Decidió que no era un buen día para entrenar.

...

Estaba echado en el sofá, con los pies en el reposabrazos y la vista fija en la televisión.
El resto del grupo a excepción de Namjoon se encontraba fuera. Presionaba los botones de la televisión una y otra vez distraídamente, no tenía intenciones de ver nada, solo pretendía hacer un poco de tiempo.
Tenia su primera terapia a la 4 de esa tarde, el único que lo sabía era Jin, incluso se ofreció a llevarlo pero sentía que era un asunto que debía manejar solo.
–¿Tienes hambre?– la voz del líder llamo su atención. Pensó un segundo antes de responder, aunque si era honesto, siempre tenía.
Siguió al lider a la cocina, realmente no quería cocinar pero no confiaba en los dotes culinarios de aquel hombre.
Lo vio sacar un par de cosas del refrigerador, tomó la verdura por su cuenta y comenzó a lavarla.
–¿Kimchi jjigae?
–Mmh
Cada uno se dedicaba a lo suyo en silencio, le gustaba estar así con el lider. Necesitaba un poco de paz.
– He estado pensando...– levantó la vista al moreno, lo vio leer la etiqueta de una botella de salsa. – Me gustaría cambiar de habitación– detuvo lo que hacía para verlo sorprendido, no se esperaba aquello– Pense en pasarme con Hoseok-hyung, pero creo que es un poco injusto entrometerme en su espacio.
Lo pensó un segundo, Hoseok era el único que tenía la habitación para si mismo desde que se mudaron. Realmente no considero en cambiar de habitación, aunque tampoco había pensado en volver a la suya. No era que necesitara de Jin para sentirse tranquilo, solo no quería compartir espacio con Taehyung.
–¿Kook?– había dejado de escucharlo cuando la imagen del castaño invadió su mente– Pregunte que opinas.
Notaba la mirada preocupada del líder, quiso decirle que pronto todo estaría bien, iba a tratarse y volverían a ser como antes.
– Me parece bien.
Continuaron cocinando en silencio, acordando que sería Namjoon quien hablaría con Taehyung.
El moreno noto a Jungkook tensarse cuando le pidió que lo hiciera pero decidió no indagar demasiado en lo que ocurría entre aquel par, lo tranquilizo asegurándole que se haría cargo. Sin embargo el pensamiento tardó en abandonar su mente, ya había notado la distancia entre los menores, aunque sinceramente no fue muy difícil, en aquella casa no había espacio para secretos.
Solo esperaba que todo estuviera bien.

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