Capitulo 25

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Maratón 2/2

Igor Ivanov

Desde muy joven, he desarrollado la habilidad de detectar las mentiras. Puedo percibir los sutiles movimientos de los ojos, los cambios de postura, las sonrisas falsas e incluso los cambios en el tono de voz. Pero lo más revelador es la aceleración del pulso. Pude notar cómo la vena del cuello de Lorenza se aceleraba.

Lorenza fue mi amiga durante muchos años, era como una hermana para mí. Ella tenía todo lo que cualquier chica en nuestro mundo podría desear: libertad, dinero y poder. Lorenza era la princesa de la mafia y la debilidad de Aurelio Russo, el hombre más poderoso de nuestro mundo criminal. Tenía a muchos bajo su influencia y era manipuladora. Pero, sobre todo, era inteligente. Hacía creer a todos que era inocente e inofensiva, pero en realidad no lo era.

Conocí a Lorenza hace diez años, cuando ella asistió a mi boda con mi primera esposa, junto a sus padres. Un año después, mi esposa falleció durante el parto de nuestros hijos, y Lorenza estuvo allí para apoyarme y cuidar de mis hijos.

En ese entonces, ella solo tenía diecisiete años. Con el tiempo, nuestra relación se volvió más complicada. Lorenza se volvía cada vez más hermosa, y yo me volvía más vulnerable a sus encantos. Odiaba involucrarme con prostitutas y no quería traer a cualquier mujer a mi casa con mis hijos. Pero Lorenza siempre estaba ahí, y un día, ambos nos embriagamos y terminamos teniendo sexo. Esta situación se repitió durante años. De hecho, estaba a punto de pedirle matrimonio a Lorenza, pero Aurelio Russo no quería que me casara con su hija.

Fue entonces cuando conocí a Corinna, quien resultó ser prima de la exesposa de Manuelle Moretti. Corinna tenía todo lo que yo esperaba en una pareja, pero nunca sería como Lorenza. Corinna era dulce y sumisa, mientras que Lorenza era feroz e inteligente. Aunque me sentía atraído por ambas de diferentes maneras, mi corazón siempre pertenecía a Lorenza Russo.

Mis ojos estaban fijos en Lorenza mientras hablaba con sus padres. Cuando Corinna intentó atacarla, mi instinto protector salió a la luz. Nunca antes había defendido a nadie, porque simplemente no me importaba, pero con Lorenza las cosas eran diferentes.

—¿Hasta cuándo la seguirás defendiendo? —brama Corinna—. Esa mujer mató a nuestro hijo.

—Basta, Corinna. Deja de comportarte así.

Ella sacude la cabeza, llena de ira y frustración.

—Me voy —declara, girándose para alejarse.

En ese momento, toco su cintura, dejando que mis dedos se hundan ligeramente, observando cómo se retuerce incómoda antes de acercarla a mí y mirarla a los ojos.

—Esta es mi única advertencia, esposa. Si haces algo, dices algo, fuera de lugar... te haré más daño del que Camilo Ferrara te hizo —digo, con una sonrisa malévola y llena de sinceridad. Estoy dispuesto a proteger a Lorenza a cualquier costo, incluso si eso significa enfrentarme a mi propia esposa.

Me alejo y me dirijo al patio para tomar un poco de aire fresco. Sergei se acerca a mí y me entrega una bebida sin decir una palabra. Le doy un sorbo y el whisky desliza suavemente por mi garganta mientras permanecemos en silencio, observando la fiesta a través de la pared de cristal.

—Y mi ahijado, ¿cómo está? —pregunto, tratando de cambiar el tema.

—Lo envié a Rusia. Es hora de entrenarlo —responde Sergei, sin mostrar ninguna emoción en su rostro.

No puedo evitar sentir una punzada de preocupación. Alexander era demasiado joven para ser enviado a Rusia. El entrenamiento al que sería sometido era duro y podía causar daños irreparables en el niño. No estaba de acuerdo con esa decisión, pero sabía que Sergei era implacable en su búsqueda de poder y control.

Fear to love [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora