Capitulo 27

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Alexander

Aterrizamos en el territorio de la ‘Ndrangheta. Khristeen estaba ansiosa por ver a su madre, había pasado toda la noche pensando en ello y no quería que esa preocupación continuara.

Media hora después, llegamos al hospital y nos encontramos con Lutza y Luca Russo en el pasillo. Luca miró a Khristeen como si quisiera acercarse a ella, pero luego asintió hacia mí. Lutza se acercó y abrazó a su nieta, susurrándole palabras en ruso.

—¿Cómo está mamá?

—Está bien. Tu madre no solo sufrió por el disparo, también tenía una costilla rota. Aunque el disparo no fue tan grave, su estado general podría haberla matado.

Los ojos de Khristeen se llenó de lágrimas y me acerqué a ella, pasando mi mano por su cintura. Detesto verla llorar.

—¿Dónde está papá? —preguntó con voz quebrada.

Espero que él no este aquí.

—Está dentro con tu madre —respondió Lutza con un tono de resignación.

Khristeen se alejó rápidamente y entró a la habitación, y yo la seguí.

Dentro de la habitación. Camilo está intentando asfixiar a Lorenza, poniéndole una almohada sobre el rostro en un intento de matarla.

Intento intervenir y detener a Camilo, pero Khristeen toma la iniciativa.

—Quiero que te vayas de aquí, Camilo —dice Khristeen con voz firme.

Camilo mira a Khristeen, su rostro reflejando sorpresa y arrepentimiento.

—Hija... —intenta decir, pero Khristeen no le permite continuar.

—No soy tu hija. Ya sé la verdad. Sé todo lo que le hiciste a mis padres biológicos

Camilo intenta acercarse a Khristeen, pero me interpongo en su camino.

—Lo mejor será que te vayas, Ferrera —advierto con autoridad, dejando claro que no toleraré más daño hacia Khristeen.

—Estás en mi territorio, Alexander. No lo olvides —dice Camilo, tratando de mantener su control.

—Este no es tu territorio, Ferrera. Es el territorio de Moretti. Si quieres, podemos llamarlo y hablar con él sobre todo esto. Estoy seguro de que él no está enterado de todos los movimientos que has hecho a sus espaldas, ¿o sí?

Camilo me mira desafiante.

—Ten cuidado, Alexander. Tus amenazas no me asustan.

No puedo contener mi risa.

—No estoy amenazando, Ferrera. Simplemente estoy actuando

Camilo se mantiene firme en su postura, sin mostrar signos de debilidad.

—No te tengo miedo.

—Me importa un carajo si me tienes miedo o no, Ferrera —mi sonrisa se ensancha—. Lo único que importa es que Khristeen ya no tiene ningún lazo contigo.

Camilo desvía su mirada hacia Khristeen, y puedo notar cómo su expresión se suaviza al verla. Es evidente que ella es su debilidad, su punto débil.

—Ella siempre será mi hija, no importa si no lleva mi sangre. La crié. Es mía.

Mi expresión se vuelve seria al escuchar las palabras de Camilo.

—Era, Camilo Ferrara. Khristeen ahora es una Nikolaeva. Mi esposa. Ya no es nada tuyo.

Fear to love [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora